🔥 AVANCE DE UNA NUEVA VIDA – CAPÍTULO 75: FERIT HIPOTECA EL FUTURO DE LA FAMILIA KORHAN
⚠️ SPOILER: El siguiente resumen revela los momentos clave de un capítulo decisivo.
La tensión se palpa desde el primer momento. En la habitación de Alice, el ambiente es pesado. Azuk intenta calmar a Alice, asegurando que “nuestro loco”, es decir Ferit, se encargará de todo. Pero Zeynep (Zcat) interrumpe, visiblemente incómoda: no pudo resistirse y llamó a Ferit, aunque Nacif la rechazó. Esto enfurece a Alice, quien le recuerda que Nacif le debe su éxito. Atuk, intentando mantener la calma en el grupo, le pide a Alice que respire o su presión se disparará.
Mientras tanto, en la mansión de la gran dama, Cazim es recibido con cortesía por Sadik. Ferit, sin paciencia alguna, irrumpe buscando respuestas: quiere hablar con la gran dama de inmediato. Sadik le pide que se siente y espere. Ferit, irritado, insiste en saber si realmente no es digno de verla. Sadik le responde con frialdad: ella vendrá cuando termine sus asuntos.
Ferit no soporta el desdén. Se levanta de golpe y exige que le den respuestas. Sadik, sin alterarse, le lanza una sonrisa enigmática y le sugiere que tenga paciencia. Cazim, testigo de la escena, comenta con ironía que parece que Ferit no aprendió paciencia en casa.
Preocupada por la tardanza, Seiran llama a Ferit, pero lo que escucha la descoloca: ruidos extraños, gritos, y a lo lejos la voz eufórica de Cazim anunciando la presencia de bailarinas del vientre. Ferit, dándose cuenta del desastre inminente, corta la llamada con torpeza. Seiran, desconcertada, se queda mirando el teléfono. Esme, con los nervios al límite, declara que no puede soportarlo más. Decide ir a buscar a Ferit. Suna le recuerda que no saben dónde están, pero Esme revela un as bajo la manga: gracias a una app compartida con Abidin, puede rastrearlo. Sin dudar, se lanzan en su búsqueda.
De vuelta en la mansión, Sadik se dirige a Ferit con una noticia clave: la gran dama ha aprobado su propuesta. El dinero está disponible. Ferit, receloso, revisa un documento que le entregan. Su rostro se tensa al descubrir que para recibir el dinero, debe hipotecar la mansión Korhan. Sadik le lanza una frase cortante: si confías tanto en ti mismo, no tendrás problema. Pero si fallas, la casa será de ellos.
Ferit duda por un momento, pero luego, impulsado por la desesperación, firma el documento. Justo entonces, Abidin entra en la sala con urgencia: Cazim está completamente ebrio. Ferit, entre la ironía y el desahogo, celebra con una copa: “Estamos salvando a nuestra familia”. Pero su efímera felicidad se esfuma al ver a Seiran irrumpir con una mirada de hielo.
La confrontación es inmediata. Seiran, furiosa, lo increpa: “¿Qué haces aquí?”. Ferit, desconcertado, intenta calmarla diciendo que ha encontrado el dinero. Pero Seiran no se deja engañar. “¿Y qué más encontraste?”, le lanza con sarcasmo. Él minimiza la situación, diciendo que solo estaban celebrando.
Pero Seiran ya ha cruzado un límite. Llena de rabia, amenaza con matarlo. Ferit, incrédulo, le pregunta si está celosa. “¿Por qué te ríes?”, pregunta ella. Él responde, casi divertido, “Porque te hice enojar”. Al final, Seiran admite lo impensado: sí, está celosa. La confesión descoloca a Ferit por un instante, pero rápidamente retoma su actitud juguetona. “Tienes mi corazón, no tienes que tener celos”, dice él.
Pero el clima cambia radicalmente cuando Seiran le pregunta, en tono serio, qué hizo para conseguir el dinero. Ferit baja la mirada: “Hipotequé la mansión”. La reacción de Seiran es inmediata: siente que la traición ha sido demasiado grande. Él le pide que lo mantenga en secreto, que hable con Suna para convencerla, pero Seiran se niega: “Si quieres convencer a alguien, hazlo tú mismo”.
Seiran, con el corazón latiendo a mil, decide enfrentar a Alice y contarle todo. Pero antes de hablar, Ferit aparece en la puerta. Seiran, con la determinación reflejada en los ojos, lo ignora: “Lo siento, Ferit, pero tengo que decirlo”. Él cierra los ojos, sabiendo que la tormenta está a punto de desatarse.

En paralelo, Ferit entra a la habitación de Alice más tarde, donde Seiran parece estar en modo investigadora, preguntando por cosas inocentes. Alice comenta que está tranquila porque Seiran le dijo que Ferit ya consiguió el dinero. Ella está feliz, confiada en que su familia estará protegida.
En la intimidad de su habitación, Ferit entra sin avisar y sorprende a Seiran. Ella le pregunta qué hace ahí, y él solo responde con una invitación a “escuchar algo juntos”. Su actitud introspectiva revela que algo lo agobia. Seiran, preocupada, le insiste para que le diga qué ocurre.
Entonces, se produce un beso inesperado. Ferit bromea con que perdió una apuesta porque Seiran lo besó primero. Ella se queda confundida. Él cambia de tema con rapidez y le hace una pregunta directa: “¿Dónde encontraste el dinero, Ferit?”. Finalmente, él confiesa: hipotecó la mansión.
Seiran queda completamente atónita. “¿Cómo pudiste?”, le espeta. Ferit se justifica: no había otra salida. Le ruega que lo mantenga en secreto, incluso de Abidin. Pero Seiran ya ha tomado una decisión: no será cómplice de esa locura.
La tensión termina en un último momento de confrontación, con Ferit siguiendo a Seiran hasta la habitación de Alice. Ella lo mira, decidida. “Ferit hizo algo… y necesitas saberlo”.
Ferit sabe que todo está a punto de derrumbarse. La mirada de Seiran no deja lugar a dudas: el precio de salvar a la familia podría haber sido demasiado alto.
🔍 ¿Podrá Ferit mantener unida a la familia ahora que hipotecó su legado? ¿Seiran se lo contará todo a Alice? ¿Y qué pasará cuando todos descubran que su aparente victoria está cimentada en una traición?
Muy pronto, las consecuencias de esta decisión saldrán a la luz…