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Rómulo toma una decisión definitiva: dejar la Promesa. Como pieza clave en el equilibrio y funcionamiento de la casa, se muestra firme y reflexivo en esta determinación. Para que la transición sea menos abrupta, propone a Ricardo como su sucesor, considerándolo la persona idónea por su calma y buen juicio. Sin embargo, el marqués Alonso no descarta aún cambiar su opinión, dejando abierta la puerta para que Rómulo pueda quedarse.
Mientras tanto, Manuel y Toño están cada vez más inquietos por los fenómenos extraños que suceden en el taller, los cuales parecen aumentar cuando no están presentes. Deciden unir fuerzas para vigilar el lugar durante la noche y, en un momento tenso, logran divisar una figura misteriosa en las sombras. Sin embargo, todavía desconocen quién es y cuáles son sus intenciones.
Por otro lado, Esmeralda, confiando cada vez más en Curro, decide compartir con él información delicada sobre la joyería Yob. Revela que el verdadero dueño ha instalado un sistema secreto detrás de un cuadro en su despacho, con el que controla y registra todas las operaciones relacionadas con las esmeraldas, lo que significa que Curro ha sido observado sin saberlo. La sorpresa mayor llega cuando Esmeralda desvela la verdadera identidad de quien maneja todo esto, alguien que deja a Curro totalmente impactado. Además, menciona a Jacinto Iglesias, la mano derecha del dueño, muy implicado en la gestión de la joyería.
Curro transmite esta valiosa información a Pía y López, sin saber que Vera los está escuchando por casualidad. Al oír el nombre de Jacinto, Vera muestra una reacción intensa, pues lo reconoce y despierta en ella recuerdos y dudas del pasado.
En otra línea argumental, Ricardo entrega a Samuel una carta enigmática que apunta a dónde podría estar Petra, la antigua ama de llaves. Esto lleva al expárroco a solicitar a Leocadia la reincorporación de Petra a la casa, convencido de que aún tiene un papel importante en La Promesa.
Mientras tanto, Leocadia visita a Ángela, cuyo estado mental y emocional empeora visiblemente. Pese a su sufrimiento, Leocadia no cambia su postura y mantiene firme su decisión de enviarla de regreso a Zúrich. Lorenzo, al tanto de esta situación, aconseja a Leocadia métodos más duros y quizás poco éticos para quebrar la resistencia de Ángela, lo que abre una etapa más oscura en sus planes.
En medio de todo esto, Catalina y Adriano, tras varios días de reflexión, finalmente anuncian qué harán con el título nobiliario que les ha ofrecido el duque de Carvajal y Cifuentes. Esta noticia genera reacciones diversas en la familia, especialmente la crítica de Lisandro, quien los acusa de falta de ambición y vacilación.
Para celebrar la decisión sobre el título, Leocadia propone una gran fiesta en La Promesa, un evento que seguramente traerá más turbulencias a la finca.
Esa misma noche, mientras vigilan el hangar, Manuel y Toño confirman sus temores al ver a una persona desconocida merodeando por el lugar.
Al día siguiente, Vera, afectada por lo que ha escuchado, se acerca a López con preguntas inquisitivas. La conversación entre Curro, Pía y López sobre Jacinto comienza a desvelar una red de secretos que involucra no solo a la joyería sino también a varios personajes clave de La Promesa, complicando aún más la trama.