Avance semanal de La Promesa: del 21 al 25 de abril
La semana en La Promesa se presenta cargada de emociones intensas, giros imprevistos y encuentros que cambiarán el rumbo de varios personajes. Mientras algunos se reencuentran con su pasado, otros tratan de construir un nuevo futuro en medio del caos emocional que se cierne sobre el palacio.
Pía, que ha estado indagando en secretos peligrosos, tiene un encuentro inesperado con Rufino. Lo que en un principio parece ser una reunión tensa se transforma en una conversación esperanzadora. La sinceridad de Rufino descoloca a Pía, pero también despierta en ella nuevos temores: su conocimiento del pasado podría comprometerlo todo. Aunque la charla termina en buenos términos, Pía teme que este acercamiento traiga consecuencias imprevisibles dentro del palacio.
Por otro lado, Adriano lidia con la noticia de su reciente paternidad. Su deseo de formar parte de la vida de su hijo lo lleva constantemente de regreso a La Promesa, aunque estas visitas comienzan a ser cada vez más arriesgadas. Las llegadas furtivas, especialmente en la noche, hacen que las sospechas aumenten. Pese a todo, su amor por Catalina y el niño le impiden alejarse.
María Fernández comienza a desenterrar secretos que creía olvidados. A medida que investiga lo que Samuel hizo por ella en los momentos más oscuros, su admiración y gratitud hacia él se fortalecen. El vínculo entre ambos comienza a crecer, dejando entrever la posibilidad de una historia que va más allá de la amistad.
Manuel intenta acercarse a Toño, rompiendo barreras sociales con pequeños gestos de camaradería. A pesar de sus buenas intenciones, el joven sigue mostrando resistencia. Sin embargo, la perseverancia de Manuel empieza a generar pequeñas grietas en el muro de introversión de Toño.
La relación entre Petra y Santos continúa siendo tensa. Cada vez que él intenta acercarse con palabras afectuosas, ella lo rechaza con frialdad. Esta dinámica comienza a generar incomodidad entre los demás criados, mientras Santos lucha por obtener un poco de afecto materno que parece imposible de alcanzar.
Una gran conmoción se desata cuando Manuel comunica a Simona que contratará a Toño. La noticia, lejos de alegrarla, revive en ella viejas heridas. Aunque trata de ocultar su inquietud, sus emociones están a flor de piel. Manuel percibe la tensión, sin entender del todo la profundidad de lo que Simona esconde en su interior.
En un giro inesperado, Alonso se encuentra con las valiosas obras de arte que Leocadia ha devuelto al palacio. Su regreso no solo significa una renovación estética, sino también un enfrentamiento con los recuerdos del pasado. A pesar de las advertencias de Lorenzo y la desconfianza de Ángela, Alonso ve en esos cuadros una forma de recuperar parte de su historia.
Ricardo acusa injustamente a Ana de la desaparición del pequeño Dieguito, lo que deja a la joven completamente devastada. Santos se pone de su lado, compartiendo con ella el dolor de ser blanco de falsas acusaciones. El ambiente se carga de tensión y los rumores comienzan a correr.
Mientras tanto, Martina no puede soportar más la actitud controladora de Jacobo y decide, en silencio, posponer el compromiso. Su decisión, aunque sorprendente, es un acto de liberación personal que podría marcar un antes y un después en su vida.
En el ámbito sentimental, Curro y Ángela viven un acercamiento lleno de emoción. Tras mucho tiempo ocultando sus sentimientos, él decide sincerarse y confesarle su amor. La emoción entre ambos es palpable, pero también lo es la tristeza, ya que saben que su amor está marcado por las diferencias sociales y el peso del pasado.
Adriano, por su parte, es sorprendido por Alonso en una visita nocturna a Catalina. Este descubrimiento no solo pone en jaque su relación, sino que amenaza el honor de la familia entera. Las reglas estrictas del palacio no perdonan este tipo de deslices.
Leocadia introduce en el palacio a Emilia, una joven enfermera que se gana rápidamente la simpatía de todos. Sin embargo, pocos saben del pasado compartido entre ella y Rómulo, un lazo que podría generar conflictos imprevistos en los días venideros.
Al mismo tiempo, Manuel y Toño inician un nuevo proyecto en el hangar, estrechando su vínculo mediante la colaboración. Manuel comienza a demostrar que tiene madera de líder, ganándose la confianza tanto de los trabajadores como de los nobles.
Pero no todo es armonía. La desaparición de Santos inquieta a todos, y cuando se descubre que Ana ha abandonado Luján, las sospechas se multiplican. En medio del desconcierto, Lorenzo insiste en celebrar su cumpleaños con una gran fiesta. Sin embargo, Curro intercepta una carta que menciona a Rufino, lo que podría poner en peligro toda la investigación sobre la muerte de Jana. Por ello, decide sabotear la fiesta para evitar que los culpables se escapen de nuevo entre sombras.
La llegada de Emilia al palacio genera un clima de calidez que todos agradecen, pero su presencia también remueve emociones dormidas. Petra, a raíz de su interacción con Alicia, comienza a mostrar una sensibilidad que nadie esperaba, lo que sugiere que algo profundo está cambiando en ella.
Finalmente, Catalina decide enfrentar a su padre y revelar quién es el verdadero padre de sus hijos. Esta confesión desencadena una reacción en cadena que no solo sacude a Alonso, sino también a una figura que había permanecido oculta en las sombras. La confesión podría cambiarlo todo, incluso el futuro del marquesado.
Y así, mientras los muros del palacio guardan cada vez menos secretos, el ambiente se vuelve más denso y los conflictos están al borde de explotar. En este avance, La Promesa nos deja al filo de una tormenta emocional que promete sacudirlo todo.