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En esta próxima semana, los acontecimientos en La Promesa tomarán un giro decisivo lleno de intrigas, secretos y confrontaciones que pondrán a prueba a cada uno de los personajes. Prepárate porque todo lo que viene te mantendrá al borde del asiento.
Curro, decidido a llegar al fondo del misterio, realiza un descubrimiento crucial: la joyería Yop, que parecía solo un negocio más, está directamente involucrada en los intentos de asesinato que él y su hermana Hann han sufrido. En un arriesgado movimiento, Curro revela su verdadera identidad a Esmeralda, la dependienta de la joyería. Este gesto lo pone en una posición vulnerable y peligrosa, pero a la vez abre una puerta para obtener información vital que podría ser la clave para desentrañar la red de engaños que los rodea.
Sin embargo, nada es lo que parece, pues pronto se descubre una verdad que cambia por completo el rumbo de la investigación: el auténtico propietario de la joyería no es quien todos creían. Este inesperado giro genera más incertidumbre y obliga a Curro y su círculo a replantear sus estrategias, pues están más cerca que nunca de enfrentar a quienes mueven los hilos desde las sombras.
Mientras tanto, María Fernández, consumida por la culpa y la desesperación por la caída de Samuel, presiona de manera insistente al sacerdote para que confiese la autoría de la carta que provocó su excomunión. Este acto refleja la carga emocional que lleva María, quien teme que sus acciones hayan destruido el destino espiritual de alguien a quien consideraba un modelo. La tensión crece en torno a este secreto, que podría cambiar muchas cosas si sale a la luz.
Por otro lado, Samuel, tras haber sido localizado por Leocadia gracias a la información que ella misma le solicitó, intenta que la joven Petra sea readmitida en la finca. Esta petición abre una puerta a nuevas alianzas y posibles reconciliaciones dentro del complejo entramado familiar, aunque no todos están dispuestos a aceptar fácilmente esta iniciativa.
Leocadia, por su parte, logra que Ángela se marche a Zurich con la excusa de continuar sus estudios, buscando alejarla de los conflictos y peligros que rodean a la finca. Sin embargo, lo que la marquesa no sabe es que su hija tiene otros planes muy distintos. Ángela decide quedarse escondida en los jardines del palacio, resistiendo al frío y a una enfermedad que comienza a minar su salud, como un acto de protesta silenciosa contra el control que su madre intenta imponer.
A pesar de las súplicas de Martina, quien visita a Ángela en secreto preocupada por su deterioro, y de los intentos de mediación de Lorenzo, Leocadia permanece inflexible. Llega incluso a amenazar con despedir a Curro si éste decide ayudar a su hermana, lo que genera un choque directo entre el poder autoritario de la marquesa y la lealtad familiar de Curro. La tensión en la finca se intensifica y las alianzas se redefinen en un ambiente cada vez más hostil.

En otro frente, Rómulo, el mayordomo, tras reencontrarse con Emilia y revivir viejos sentimientos, toma una decisión importante: dejar la Promesa para comenzar una vida tranquila junto a ella. Comienza a informar discretamente sobre su partida, pero la noticia se va filtrando y provoca diversas reacciones entre los habitantes de la finca, algunos de ellos inquietos ante el cambio que esto representa en la dinámica del lugar.
Lisandro, el duque, genera una fuerte conmoción al ofrecer un condado a Catalina y Adriano como muestra de agradecimiento por su lealtad y valentía. Esta propuesta, que podría significar un ascenso social importante, desata una serie de tensiones. Leocadia considera esta oferta una afrenta personal, una muestra de que su poder está siendo cuestionado. Mientras tanto, la pareja se debate entre aceptar o rechazar el título, conscientes de que su decisión podría alterar para siempre el equilibrio de poder dentro de la Promesa.
Finalmente, su respuesta llega y sorprende a todos, marcando un punto de inflexión en la historia que no dejará a nadie indiferente.
Por otro lado, Manuel responde afirmativamente a una propuesta de venta de motores, lo que implica un paso adelante en sus negocios. Además, comparte con Simona la emotiva noticia de que visitó la tumba de Hann, acompañando a Toño, en un gesto que simboliza el respeto y la memoria por aquellos que ya no están.
Mientras tanto, Toño y Manuel detectan movimientos extraños en el hangar: herramientas desaparecen sin explicación y una figura misteriosa es avistada en las sombras, aumentando la sensación de peligro latente en la finca. Este misterio añade una capa más de suspenso y amenaza, que los protagonistas deberán enfrentar.
Esmeralda, por su parte, decide permanecer cerca del palacio, atraída por el enigma del veneno y su conexión con una esmeralda adquirida en la joyería. Su interés por lo ocurrido la lleva a implicarse aún más en los acontecimientos, aunque sus verdaderas intenciones aún son un misterio.
Jacobo, consumido por el resentimiento y la envidia, continúa mostrando una actitud hostil ante la posibilidad de que un campesino como Adriano ostente un título nobiliario, lo que para él representa una humillación. Este conflicto personal genera más tensión en la ya complicada red de relaciones familiares.
Finalmente, Leocadia propone celebrar una gran fiesta en la Promesa, una idea que busca restaurar el orden y el control mediante el lujo y las apariencias. Sin embargo, detrás de esta fachada de celebración se ocultan tensiones y estrategias de poder que siguen moviendo los hilos de la trama, mientras cada personaje se prepara para enfrentar los días decisivos que están por venir.