Una delicada operación, una boda y unos invitados que llegan para quedarse y revolucionar la mansión Korhan. En el episodio 37 de “Una nueva vida”, la serie turca de Antena 3 para las noches dominicales.

Este domingo 25 de mayo Antena 3 estrena en prime time, a partir de las 22:00 horas, un nuevo capítulo de “Una nueva vida”, superproducción turca ganadora de más de una decena de premios y que ya ha llegado a más de 120 países.

La ficción otomana de Antena 3, coronada como la serie internacional más vista de la televisión en 2024 y a punto de iniciar su segunda temporada, sigue gozando de una gran estabilidad en sus cifras de audiencia. Prueba de ello es que “Una nueva vida” ha cerrado abril con casi un millón de espectadores (978.000) y un 10,1% de cuota media.

En su último capítulo de la temporada, “Una nueva vida” alcanzó el 10,5% de cuota. Casi un millón de seguidores de media (991.000) fueron testigos de cómo Ferit recibía un disparo de Tarik cuando intentaba escapar con Seyran.

Recordamos que el punto de partida de esta historia de amor, odio, traiciones, secretos y mentiras es un matrimonio concertado que ninguno de los dos quiere y que, con el transcurso de los capítulos, reflejará la manipulación y las estrictas relaciones y tradiciones entre familias.

Mert Ramazan Demir y Afra Saraçoğlu dan vida a Ferit y Seyran, los jóvenes protagonistas de esta historia, procedentes de familias muy distintas y que, por circunstancias sociales, se ven obligados a casarse. Lo que ninguno de ellos sabe es que, con esa unión, nacerá un sentimiento mucho más fuerte de lo que jamás habrían imaginado.

Avance de lo que pasará en el capítulo 37 de “Una nueva vida” el domingo 25 de mayo en Antena 3

La segunda temporada de “Una nueva vida” arranca con un gran giro y las emociones a flor de piel: Ferit es trasladado de urgencia a un hospital de Estambul, debatiéndose entre la vida y la muerte.

Después del trágico final de Fuat, la tensión en la familia Korhan es máxima, y Seyran se convierte en el blanco de los reproches, acusada de ser la responsable del estado crítico de Ferit. Aun así, arropada por Kazim, Esme y Suna, Seyran no se deja amedrentar y deja claro que no piensa separarse de él.

Más tarde, los médicos informan de que Ferit está fuera de peligro, aunque la noticia se ve ensombrecida por una complicación: deberá someterse a una operación delicada para extraerle una bala alojada en una zona comprometida, lo que podría dejarle uno de los brazos paralizado.

Confiando en el criterio médico, los Korhan localizan a un especialista de prestigio con la esperanza de que pueda operar a Ferit y evitar secuelas permanentes.

Antes de la intervención, Seyran acompaña a Ferit, al que oculta cómo la familia Korhan la está tratando e intenta restarle importancia a la pérdida de sensibilidad en su brazo izquierdo. Ferit, a pesar de todo, le reafirma su amor.

Mientras tanto, Halis sigue obsesionado con vengarse de los Ihsanli, pero Hattuç parece conseguir templar los ánimos del patriarca. Los Korhan deciden romper todos los lazos con la otra familia, lo que implica la separación definitiva entre Suna y Saffet. Ambas familias emprenderán caminos opuestos, aparentemente sin retorno.

Durante la operación, Ifakat no pierde ocasión para atacar a Seyran, advirtiéndole que hará todo lo necesario para alejarla de Ferit. Pero esta vez Seyran no se calla: responde con firmeza y le lanza una amenaza directa, dejando claro que está al tanto de su relación secreta con Orhan.

Horas después, los médicos anuncian que la operación ha sido un éxito. Ferit se recuperará, aunque necesitará tiempo y esfuerzo para restablecer por completo la movilidad del brazo.

Al despertar, Ferit descubre que Seyran le ha mentido para protegerlo: su familia no acepta su relación. Decidido, enfrenta a los Korhan y declara su amor por Seyran, advirtiendo que hará lo que sea necesario para estar con ella.

Consciente del riesgo que representa Seyran, Ifakat se convierte en la última esperanza de Halis para romper la unión, aunque el plan implica primero permitir la boda para después destruir el matrimonio desde dentro.

Y así llega el gran día: Ferit y Seyran se casan por segunda vez, sellando su amor a pesar de todas las adversidades. Tras la ceremonia, los recién casados comparten sus ilusiones de futuro y hablan por primera vez de tener un hijo juntos.

Sin embargo, la calma no dura mucho. A la mañana siguiente, Halis sorprende a todos con la llegada inesperada de dos nuevos habitantes en la mansión: su hija Nükhet y su nieto Kaya, cuya presencia promete alterar, una vez más, la estabilidad familiar.