El golpe que partió en dos a la familia Korhan. En el episodio 38 de “Una nueva vida”, la serie turca de Antena 3 para las noches dominicales.

Este domingo 1 de junio Antena 3 estrena en prime time, a partir de las 22:00 horas, un nuevo capítulo de “Una nueva vida”, superproducción turca ganadora de más de una decena de premios y que ya ha llegado a más de 120 países.

La ficción otomana de Antena 3, coronada como la serie internacional más vista de la televisión en 2024, acaba de iniciar su segunda temporada gozando de una gran estabilidad en sus cifras de audiencia. Prueba de ello es que “Una nueva vida” ha cerrado mayo con casi un millón de espectadores (982.000) y un 10,7% de cuota media.

En su primer capítulo de la temporada, “Una nueva vida” alcanzó el 11,3% de cuota, su mejor día desde hace cerca de tres meses (2 de marzo). Casi un millón de seguidores de media y más de 2,6 millones de espectadores únicos fueron testigos de cómo Ferit y Seyran celebraban su boda y quedaban en shock con la llegada de Nükhet y Kaya, hija y nieto de Halis.

Recordamos que el punto de partida de esta historia de amor, odio, traiciones, secretos y mentiras es un matrimonio concertado que ninguno de los dos quiere y que, con el transcurso de los capítulos, reflejará la manipulación y las estrictas relaciones y tradiciones entre familias.

Mert Ramazan Demir y Afra Saraçoğlu dan vida a Ferit y Seyran, los jóvenes protagonistas de esta historia, procedentes de familias muy distintas y que, por circunstancias sociales, se ven obligados a casarse. Lo que ninguno de ellos sabe es que, con esa unión, nacerá un sentimiento mucho más fuerte de lo que jamás habrían imaginado.

Avance de lo que pasará en el capítulo 38 de “Una nueva vida” el domingo 1 de junio en Antena 3

La aparente estabilidad en la mansión Korhan salta por los aires con la llegada inesperada de Nükhet, la hija de Halis que vivía en Londres, y de su hijo Kaya. Ninguno de los dos mantenía relación alguna con la familia, pero Halis decide integrarlos en la vida familiar con un propósito claro: dar una lección al resto por sus constantes traiciones.

Su entrada en escena no pasa desapercibida. Halis sienta a Nükhet a su lado en la mesa, desplazando a Ifakat, y le pide a Kaya que ocupe el lugar que pertenecía a Fuat. El gesto no solo sorprende, sino que hiere profundamente a Ferit, quien no tarda en estallar ante lo que considera una falta de respeto imperdonable hacia la memoria de su hermano.

Tras la tensa bienvenida, Nükhet se sincera con su padre: padece una enfermedad grave y el tiempo no juega a su favor. Halis, visiblemente afectado, promete proteger a Kaya y tratarlo sin distinciones, como si fuera otro de sus nietos. Agradecida, Nükhet se compromete a convertirse en su apoyo incondicional. Y no tarda en demostrarlo: se instala como nueva señora de la casa y empieza a tomar el control con firmeza y decisión.

Mientras tanto, Ferit se consume por dentro. La rabia lo desborda y ni siquiera Seyran consigue calmarlo. Buscando respaldo, aprovecha su visita a casa de sus suegros —como marca la tradición en el primer día de matrimonio— para desahogarse con Kazim. El patriarca de los Sanli no duda en posicionarse del lado de su yerno y planea una visita inmediata a la mansión Korhan con la intención de poner freno a lo que percibe como una intromisión intolerable.

En paralelo, entra en escena Talih, una fisioterapeuta de prestigio que se convierte en la única esperanza real para la recuperación del brazo de Ferit. Sin embargo, Seyran no tarda en mostrar sus celos, sobre todo tras un primer desencuentro entre ambas.

Luego, consciente de que la cena de esa noche puede ser el detonante definitivo, Seyran, preocupada por el rumbo que están tomando los acontecimientos, decide actuar por su cuenta. A espaldas de Ferit —que le ha prohibido hablar con Kaya—, se acerca a él en un intento desesperado por evitar una explosión familiar.

Al mismo tiempo, Ifakat reúne a los suyos para organizar una estrategia. Todos coinciden en que Nükhet y Kaya suponen una amenaza directa, así que deciden unirse, dispuestos a frenar su avance como sea.

Cuando llega la cena, las tensiones acumuladas estallan. Ferit y Kazim hacen todo lo posible por incomodar a Nükhet y su hijo. La situación se tensa hasta el extremo y Ferit acaba agrediendo a su primo. La reacción de Halis es inmediata y contundente: abofetea a su nieto delante de todos.

Humillado, herido y desbordado por la situación, Ferit decide marcharse. Se despide con palabras duras, acusando a su abuelo de haber destruido todo lo que representaba su vínculo familiar. Asegura que no volverá a sentarse a esa mesa ni a dormir bajo ese techo, y se marcha dejando a la familia rota.