¡Spoiler del Capítulo 330 de Sueños de libertad!
En el episodio emitido el 17 de junio, las tensiones en la familia De la Reina alcanzan un punto álgido. Pelayo, tras observar el comportamiento sospechoso de Gabriel, comienza a dudar de su identidad y de sus intenciones. Su inquietud crece al descubrir que Gabriel ha logrado ganarse la confianza de la familia rápidamente, lo que lo lleva a investigar más a fondo.
Por otro lado, Raúl toma una decisión drástica después de un enfrentamiento con Andrés y una conversación con María que lo deja emocionalmente tocado. Decide renunciar a su puesto como chófer y marcharse a Madrid, ya que la situación en la casa se ha vuelto insostenible para él. Manuela intenta mediar y le pide a Andrés que reconsidere su postura, pero Andrés está decidido a descubrir el tipo de vínculo que une realmente a María con Raúl.
Mientras tanto, Begoña atraviesa un momento devastador: Andrés ha puesto fin a su relación con ella. Lo más doloroso para Begoña no es la ruptura en sí, sino ver cómo Andrés se está perdiendo al entregarse por completo a una mujer que lo manipula y lo aleja de todo y de todos.
En medio del drama, Chema regresa a Toledo con la excusa de buscar trabajo. Dice haber aceptado el reto de vender 10 enciclopedias en una semana, pero Tasio, que no es ingenuo, pronto capta la realidad: Chema es un oportunista que busca instalarse cómodamente a costa de su hermana Carmen. Tasio intenta advertirle a Carmen, pero ella solo ve a su hermano pequeño, al que ha protegido toda la vida.
Las tensiones se multiplican cuando Gema, preocupada por Joaquín, se lo confiesa a Digna. Sin embargo, la reacción de Digna no es la que esperaba: se indigna al ver que Damián continúa intentando desprestigiar a don Pedro. Joaquín, por su parte, empieza a juntar las piezas y sospecha que Irene pudo haber tenido algo que ver con su desmayo. Decide probarla lanzando una conversación incómoda, y al recordar aquel extraño episodio, Irene se muestra tensa e insegura, lo que confirma sus sospechas: Irene oculta algo.

Siguiendo una sugerencia de Irene, Cristina decide dar un paso al frente y disculparse con Luis. La tensión entre ellos empieza a ceder, y Luis admite sus propios errores, proponiéndole colaborar en un nuevo proyecto en el que, casualmente, Irene también tendrá un papel clave. Se está gestando una nueva alianza o una trampa cuidadosamente disimulada.
Mientras tanto, la figura de don Pedro vuelve a dividir a todos. A pesar de los esfuerzos de Digna por defenderlo, Joaquín empieza a ver con claridad y ya no cree en la versión dulce del tío comprensivo. Lo más sorprendente es que consigue que Gema también empiece a dudar, y la imagen del hombre intocable comienza a resquebrajarse.
Damián, en un intento por recomponer la armonía, lleva a Gabriel a conocer la fábrica. Allí se produce un encuentro incómodo: Gabriel, Joaquín y Tasio coinciden, y la presentación de este último es peculiar. Tasio, molesto y desplazado, termina confesándole a Gabriel el verdadero vínculo familiar que los une, una revelación que podría tener más peso del que aparenta.
En medio de esta maraña de tensiones, María vuelve a ser el eje del conflicto. Raúl, dispuesto a irse para siempre, se despide, pero María no lo permite. Lo detiene y, en un momento de total sinceridad, le confiesa lo que siente, le abre su corazón y le suplica que no se marche. Con ese gesto, todo se desmorona aún más.
Pelayo, que ha sido testigo de ese extraño encuentro entre Gabriel y Tasio, se obsesiona con descubrir qué hay detrás. Lo que antes eran simples sospechas ahora se convierten en una convicción: Gabriel es un impostor, y Pelayo está decidido a averiguarlo.
Por su parte, Begoña decide confiar en Damián y le expresa su preocupación por Andrés, que cada vez se anula más a sí mismo bajo la influencia de María. Al principio, Damián piensa que su nuera debería pasar página y seguir con su vida, pero tras escucharla, cambia de opinión. Entiende que Begoña tiene razón: Andrés se está perdiendo, y él no puede quedarse al margen. Por eso, Damián toma una determinación: no va a permitir que su hijo desaparezca.
Este capítulo marca un punto de inflexión en la trama, con secretos revelados, alianzas formadas y traiciones a la vista. Los personajes se enfrentan a decisiones que podrían cambiar el rumbo de sus vidas para siempre.