En Sueños de Libertad: cuando pensábamos que la calma había llegado a la mansión de los de la Reina, un nombre vuelve a resonar con fuerza y miedo: Pontón, el sargento.
Este personaje, interpretado por Kiko Gutiérrez, simboliza una justicia incómoda que irrumpe sin avisar y que siempre anuncia grandes y peligrosos cambios. Su regreso promete sacudirlo todo, pues esta vez viene a investigar a uno de los hombres más oscuros y manipuladores de la serie: don Pedro.
Antes de avanzar, vale la pena recordar que Pontón no es un recién llegado; cada vez que aparece, deja huella y cicatrices. En la primera temporada, intervino en uno de los momentos más duros para Begoña, cuando Jesús, enloquecido, intentó acabar con su vida. Además, Pontón reveló la responsabilidad de Jesús en las muertes de Clotilde y Valentín, pero no mostró piedad hacia Begoña, no creyó en su palabra y la dejó sola en manos de Mercedes. Esa escena marcó un antes y un después en cómo la serie retrata la justicia.
En la segunda temporada, Pontón volvió para investigar la muerte de Jesús, inicialmente considerada un suicidio. Andrés, consciente de la fama de Pontón, le advirtió a Begoña que ocultara su encuentro con Jesús la noche de su muerte, y así, con medias verdades, el caso se cerró. Sin embargo, gracias a un chivatazo de María, esposa de Andrés, el caso se reabrió y Pontón descubrió que Begoña había mentido en su declaración, lo que generó una gran tensión, incluso casi cancelando la boda de Digna y don Pedro.
Pero la sorpresa final fue que Begoña no tuvo nada que ver, y Pontón cerró el capítulo por el momento. Sin embargo, quedó una incógnita sobre un nombre peligroso que pocos se atreven a mencionar: Gorriz. Durante esa época, Damián alertó a Pontón sobre un sospechoso movimiento bancario desde la cuenta de Jesús hacia la hermana de Gorriz. Cuando parecía que esa pista podía revelar mucho, Gorriz desapareció fugazmente desde el puerto de Lisboa, probablemente rumbo a América, siguiendo órdenes de don Pedro.
Ahora, don Pedro está en el ojo del huracán. El viernes 27 de junio, en el episodio 238, Pontón reaparece decidido a seguir el rastro que podría desenmascarar de una vez por todas al empresario. Esta vez no viene por Begoña ni por Jesús, sino directamente por Pedro.

Todo comenzó cuando Damián, con su habitual sutileza, sembró dudas en Joaquín, insinuándole que su salida de la dirección de la empresa no fue tan limpia como parecía. Desde entonces, Joaquín no ha dejado de preguntarse qué pudo haber ocurrido aquella noche en la que se quedó dormido en el despacho, sospechando manipulación y traición. Intentó sonsacar información a Irene, pero ella no cedió.
Frustrado, Joaquín decidió profundizar en el caso Gorriz y tomó la arriesgada decisión de contactar a Pontón. La reunión entre ambos será tensa, llena de suspicacias y posibilidades. Joaquín busca respuestas, pero la gran pregunta es si Pontón será el agente de justicia que la serie necesita esta vez, o si seguirá siendo quien tapa más de lo que destapa.
Enfrentarse a don Pedro es peligroso. Este personaje, siempre calculador y manipulador, ha sabido ocultar su juego por mucho tiempo; nadie ha logrado tocarlo ni vencerlo. Pero con el regreso de Pontón, su fachada perfecta podría empezar a agrietarse.
En las próximas semanas, la tensión alcanzará su punto máximo. Si Pontón se mantiene firme y logra seguir el hilo que une la desaparición de Gorriz, la manipulación en la empresa y los sospechosos movimientos bancarios, podríamos estar presenciando la gran caída de don Pedro.
Pero como nos ha enseñado Sueños de Libertad, nada es lo que parece: las lealtades cambian, las verdades se esconden y las apariencias engañan. Lo único seguro es que el regreso de Pontón no es casual ni oportuno, llega justo cuando los secretos pesan demasiado y alguien debe decir la verdad.
Y tal vez, solo tal vez, esta vez sí estemos cerca de hacer justicia.