⚠️ Spoiler: “Una propuesta inesperada sacude los cimientos de Sueños de Libertad“

El capítulo 340 de Sueños de Libertad, emitido este lunes 1 de julio, llega con un giro tan sorpresivo como decisivo: Pelayo, presionado por las amenazas veladas de don Pedro y temiendo por su seguridad, su reputación y su libertad, le propone a Marta tener un hijo. Esta frase, simple en apariencia, es en realidad el inicio de un plan que busca protegerse de rumores y consolidar una imagen pública intachable. Más que un deseo, es una estrategia de supervivencia ante un entorno que se vuelve cada vez más hostil.

Don Pedro ha dejado claras sus intenciones: la política tiene un precio, y quien se inmiscuya corre riesgos. Aunque sus palabras no mencionan directamente la orientación de Pelayo, el mensaje es evidente. Por eso, él decide apostar por lo que los demás consideran “normal”: una familia visible, sólida e irreprochable.

Mientras tanto, en la mansión, otros conflictos arden bajo la superficie. Joaquín, en un acto de rebeldía, se niega a asistir a una reunión familiar. Digna intenta comprender su postura, pero Gema ya intuye la verdad: él se siente apartado y traicionado. Su mente ahora está enfocada en una sola cosa: descubrir hasta dónde llegará la investigación de su hermano Luis, y qué secretos saldrán a la luz si continúa.

Luis, por su parte, vive una tormenta interna. Aunque evita hablar del tema con su madre, sabe que Gabriel —ambicioso y manipulador— está moviendo sus fichas. Y no se equivoca. Gabriel se reúne con don Pedro con la intención de ingresar oficialmente en Perfumerías De la Reina. Le ofrece juventud, talento y apellido. Pedro, escéptico al principio, rechaza su oferta, pero tras una llamada de María, algo cambia. Encarga a Irene que observe y analice las posturas del resto antes de la próxima junta.

En paralelo, Cristina intenta avanzar en el desarrollo del nuevo perfume. Propone a Luis una excursión al campo en busca de inspiración entre flores y aromas naturales. Durante ese paseo, además de surgir una idea brillante, se enciende una chispa entre ambos que promete más que solo innovación química.

Pero no todo es aroma y belleza. Tasio descubre un dato alarmante: Gorriz, un operario de la fábrica, fue sobornado para sabotear a Joaquín. Este acto de traición confirma las sospechas del joven y revive viejos rencores que podrían desatar nuevas venganzas.

Mientras tanto, Cobeaga, melancólico, sueña con París. Su relato sobre la libertad de la ciudad encandila a Marta y Fina, que comienzan a imaginar una vida sin restricciones, lejos del qué dirán. Fina, cada vez más apasionada por la fotografía, encuentra en Claudia un apoyo constante. Y en medio de este despertar artístico, se reencuentra con Chema, quien le confiesa algo que podría redefinir su relación para siempre.

No obstante, la enfermedad también se hace presente. María, cada vez más frágil física y mentalmente, genera una creciente preocupación. Begoña insiste en la necesidad de cuidados médicos especializados, y aunque Andrés se resiste, acaba aceptando la contratación de una enfermera. Sin embargo, la distancia entre él y María ya parece irreversible, y Damián empieza a notarlo.

En medio de estas tensiones, Gabriel juega su última carta. Contra todo pronóstico, don Pedro acepta su ingreso a la empresa sin necesidad de votación, ganándose momentáneamente el apoyo de todos, incluido Damián. Pero lo que nadie sabe es que Gabriel tiene un plan oculto, minucioso, que ejecuta con frialdad y ambición. Finalmente, se muestra como realmente es: confronta a María y le revela sus verdaderas intenciones. No busca solo poder, sino influencia y control absoluto. No duda en amenazarla si no coopera.

María, debilitada pero aún lúcida, comprende que ha cruzado un punto sin retorno. Las máscaras caen, los enemigos se revelan, y los aliados ya no son lo que parecen. Sueños de Libertad entra en una nueva etapa donde las verdades comienzan a explotar, los peligros se concretan y el amor —o su imitación— se convierte en arma de defensa.

Este capítulo marca un antes y un después. Y lo más inquietante… es que apenas comienza.