📜 “EL PAPA DE LA PROMESA” || CRÓNICAS Y ANÁLISIS de #LaPromesa
El fallecimiento del Papa Francisco ha sacudido al mundo y ha llenado los titulares de todos los medios, pero también ha servido como inspiración para detenernos un momento y mirar hacia atrás, concretamente hacia el contexto histórico que envuelve a La Promesa. A raíz de esta noticia, el creador del canal nos propone un viaje informativo y reflexivo para conocer al Papa que lideraba la Iglesia durante los años en los que transcurre la serie: Benedicto XV, el llamado “Papa de la paz”.
En un tono cercano y divulgativo, el vídeo plantea un paralelismo entre los eventos de la ficción y la historia real, recuperando la figura de un papa quizá no muy recordado por el gran público, pero cuyo papel durante la Primera Guerra Mundial fue crucial. Benedicto XV, nacido como Giacomo della Chiesa en Génova en 1854, provenía de una familia aristocrática sin demasiado poder, y desde muy joven mostró una gran inteligencia y sensibilidad. Aunque inicialmente fue empujado a estudiar Derecho por presión familiar, luego se volcó en la teología y entró al servicio diplomático del Vaticano.
No era una figura carismática ni popular, y precisamente por eso fue una sorpresa cuando, en plena guerra y con el mundo sumido en el caos, fue elegido Papa el 3 de septiembre de 1914, apenas un mes después del estallido del conflicto. Su elección estuvo marcada por las tensiones propias del momento: el cónclave fue complicado, con cardenales que no pudieron asistir debido al cierre de fronteras y la amenaza militar. De hecho, Benedicto XV fue elegido por solo un voto de diferencia, lo que obligó a verificar que no se hubiera votado a sí mismo. No lo hizo; había votado por otros dos candidatos, y su elección quedó confirmada.
Benedicto XV no era el Papa que el mundo esperaba, pero sí el que necesitaba. Discreto, prudente y profundamente trabajador, su pontificado estuvo marcado por una postura firme contra la guerra. Consideraba el conflicto como una tragedia humana sin sentido, y su frase más célebre lo resume con claridad: “Esta guerra es el suicidio de la Europa civilizada.” Aunque intentó mediar y propuso planes de paz, las potencias implicadas no le hicieron caso. Su proyecto más ambicioso incluía el desarme, la devolución de territorios ocupados y el arbitraje internacional, pero fue ignorado por todos los bandos, cada uno empeñado en alcanzar la victoria.
A pesar de ello, su labor no fue en vano. Creó redes humanitarias para asistir a prisioneros de guerra y civiles, fundó hospitales, y colaboró con distintas monarquías europeas en labores de repatriación, como fue el caso de su contacto con el rey Alfonso XIII de España. Aunque España se mantuvo neutral durante la contienda, las consecuencias sociales, políticas y económicas del conflicto sí que afectaron al país. La Iglesia española, en línea con el Estado, también mantuvo una postura de neutralidad, aunque existía cierta inclinación hacia las potencias del eje germánico.
Una de las iniciativas más significativas que surgió en este contexto fue la Oficina Procautivos, creada bajo el impulso del Papa y del rey español, dedicada a localizar y rescatar prisioneros de guerra, sin importar su nacionalidad. Esta red se convirtió en una de las mayores operaciones humanitarias de la época y salvó miles de vidas. El vídeo destaca esta conexión como un reflejo del espíritu diplomático y pacificador de Benedicto XV, quien, aunque muchas veces ignorado, logró marcar una diferencia desde el Vaticano.
Además de su labor diplomática, Benedicto XV tuvo un perfil devoto y mariano. Fue el primer Papa en declarar una patrona oficial para una ciudad: en 1916, otorgó ese título a la Virgen de los Remedios en Chiclana de la Frontera, Cádiz. Y en 1919, coronó canónicamente a la Virgen del Rocío en Almonte, un detalle que sorprendió incluso al narrador del vídeo, quien confiesa no haberlo sabido hasta ahora. Estos actos demuestran un costado más luminoso y popular de su pontificado, en contraste con el clima oscuro de la guerra.
El vídeo también comenta que la figura del Papa, aunque históricamente crucial, no ha sido especialmente mencionada en La Promesa. La serie, si bien se ambienta en tiempos que coinciden con su pontificado, apenas ha hecho referencia directa a la Primera Guerra Mundial, más allá de algunas menciones generales. El canal aprovecha esto para reivindicar el valor de las series de época como vehículo educativo y cultural: no solo son entretenimiento, también son oportunidades para divulgar historia de forma accesible.
El narrador comparte además un dato curioso sobre la elección de Benedicto XV: debido al contexto bélico, muchos cardenales viajaron con pasaportes del Vaticano para evitar conflictos con los ejércitos en movimiento. Uno de ellos, el arzobispo de Quebec, ni siquiera logró cruzar el océano. Este detalle humaniza y dramatiza aún más el ya complejo proceso de elección papal en plena guerra.
Finalmente, se recuerda que Benedicto XV murió en 1922 a causa de una neumonía, dejando un legado de neutralidad, diplomacia y búsqueda incansable de la paz. Fue un Papa que, aunque no revolucionario en términos ideológicos, supo actuar con firmeza y humanidad en uno de los momentos más oscuros del siglo XX. Su figura sigue siendo recordada por su papel como intermediario y por su intento de devolver algo de compasión y sentido común a un mundo que parecía haberlo perdido.
El video concluye con un mensaje entusiasta del autor, quien invita a los espectadores a seguir explorando la historia desde una mirada entretenida y cercana. También recomienda su novela Postbelum, un thriller ambientado en la España de los años 20, que busca capturar precisamente ese espíritu de época con un lenguaje que evoca el castellano antiguo y personajes intensos, marcados por los traumas de la guerra y las pasiones prohibidas.