Vamos a ver entonces con una esmeralda pura la más cara de todas… (SPOILER DE LA PROMESA)

Esta semana en La Promesa se avecinan movimientos importantes, aunque el ritmo sigue irregular. El regreso de Esmeralda reaviva varias tramas que parecían estancadas, especialmente la de Curro, lo cual da un poco de oxígeno al argumento.

Vamos por partes. Lo primero, el tema de las esmeraldas. Como metáfora de los encargos que se hacen en la joyería Job:

• La esmeralda pura, la más valiosa, implica un asesinato.
• La de reflejos dorados, una paliza.
• La oscura, la más barata y la que se usó, es simplemente un veneno.

Y a partir de aquí, todo se complica.

La joyería y el veneno

Esmeralda, la gerente de la joyería, llega a La Promesa para aclarar lo sucedido con el pedido envenenado. Aunque no está claro aún si realmente es veneno lo que entregó, las sospechas son evidentes y el misterio sigue abierto. La escena clave tendrá lugar en el hangar, donde se interrogará a Esmeralda, aunque llama la atención que Manuel, que vive prácticamente en ese lugar, no aparezca para nada en ese momento.

Curiosamente, el hangar es también el epicentro de una trama secundaria absurda protagonizada por Toño y Manuel, quienes están decididos a pasar la noche allí para descubrir quién está hurgando entre sus cosas por las noches. Todo esto cargado de guiños ambiguos, insinuaciones innecesarias y una línea cómica que roza lo caricaturesco.

La trama noble: el regalo del duque

Pasamos a la política interna: el Duque de Carvajal y Fuentes ofrece a Adriano y Catalina un condado con título nobiliario. Esto podría parecer un giro interesante, pero hay escepticismo sobre cómo van a estirar esto durante cinco días de emisión. Además, el personaje del Duque no ha terminado de cuajar. Muchos esperaban conexiones con tramas antiguas o relevancia real, pero parece otro añadido sin profundidad ni desarrollo. Si desaparece pronto, pocos lo echarán de menos.

El posible conflicto entre Leocadia y el Duque tampoco emociona demasiado. Leocadia parece tenerlo todo, excepto el título, por lo que sus motivaciones reales siguen poco claras. Sin un antagonista fuerte, esta línea argumental queda en el aire.

Jacobo y Martina, el eterno bucle

La relación entre Jacobo y Martina sigue oscilando sin rumbo. Un día hay amor, al siguiente distanciamiento, luego celos, y así eternamente. La llegada de Adriano podría agitar un poco las aguas, pero lo cierto es que Jacobo como personaje parece no avanzar. Desde que apareció ha estado en un vaivén constante, sin profundidad y sin salir nunca del palacio. Ni siquiera visita a sus padres, y su función actual parece limitada a discutir con Martina cada tres capítulos.

Ángela y su trama por fin avanza

Por el lado del servicio, finalmente vemos desarrollo en la historia de Ángela. Su madre la obliga a irse de La Promesa, y ella, en un acto de firmeza, se queda acampando afuera con la esperanza de que cambien de opinión. Este giro podría activar por fin una dimensión más fuerte de su carácter, lo cual sería un gran acierto. Parece que hay potencial para que se convierta en un personaje central, con profundidad y conflictos propios.

Samuel y Petra: ni contigo ni sin ti

Otro tira y afloja sin fin es el de Samuel y Petra. Aunque han localizado a Petra, y probablemente la tengamos de vuelta pronto, todo sigue entre avances y retrocesos. Parece que se acercan, luego se alejan, luego se reconcilian… pero sin llegar a ningún punto decisivo. Encima, está el tema del despido injusto y las acusaciones de María, que no va a disculparse aunque Petra regrese. Un clásico.

Sospechas en el hangar: ¿Teresa está detrás?

Volviendo al misterio del hangar, se sugiere que la persona que ha estado revolviendo todo por las noches podría ser Teresa, quien va allí a limpiar. Esto podría abrir una posible historia romántica con Toño, aunque de momento no hay nada claro. A falta de pruebas, todo son conjeturas.

¿Quién está detrás de la joyería?

Hay otra posible sorpresa relacionada con la joyería. La investigación sobre la procedencia del encargo lleva a un nombre que deja a todos boquiabiertos. Aunque se sospecha que puede tratarse de un personaje del pasado, La Promesa ya nos tiene acostumbrados a introducir personajes aleatorios que terminan sin impacto. Aun así, hay quien desea que todo tenga más sentido, y que esté implicado alguien como Pelayo, aunque nadie quiere verlo regresar realmente.

Conclusión: Esta semana en La Promesa se entrecruzan varias tramas: unas avanzan, otras patinan, y algunas rozan lo absurdo. Lo positivo es que con la llegada de Esmeralda y el misterio del veneno, se abre la puerta a una fase más dinámica. Pero las expectativas están medidas: no sería la primera vez que un giro prometedor se disuelve sin dejar huella.

Veremos qué nos depara la semana… y si alguna historia por fin encuentra su rumbo.