⚠️ SPOILER: ¿Te ha parecido tu primo? — Avance capítulo 331 de Sueños de libertad, 18 de junio
Mientras en la mansión De la Reina el ambiente continúa impregnado de tensión y secretos no revelados, la presencia de Gabriel empieza a causar impresiones inesperadamente favorables. Durante una conversación íntima entre Julia y Damián, ambos comentan su percepción sobre el recién llegado: educado, amable y correcto en sus modales. Julia no oculta su entusiasmo; asegura que le ha caído muy bien, destacando lo refrescante que resulta tener una buena noticia en medio del torbellino emocional que ha sacudido a la familia en los últimos tiempos. Damián asiente, convencido también de que su sobrino tiene una nobleza que lo aleja completamente de la oscura reputación de su padre, Bernardo.
Pero mientras los De la Reina se van sintiendo cada vez más cómodos con su “nuevo miembro”, Gabriel lleva un juego muy distinto bajo la manga. En una llamada telefónica secreta desde su habitación de invitados, su tono cambia radicalmente. Aunque frente a todos ha desplegado una imagen de familiar perdido y agradecido, la verdad es que su ingreso a la casa no es casualidad. Con frialdad y precisión, asegura al interlocutor del otro lado del teléfono que ha sido recibido con los brazos abiertos y que, por ahora, nadie sospecha de sus verdaderas intenciones.

Su plan, sin embargo, no se limita a infiltrarse en el núcleo emocional de los De la Reina. Consciente del valor estratégico que representa el contrato con Cobeaga —una oportunidad empresarial clave para la expansión de la perfumería—, Gabriel revela que también los De la Reina están interesados en conseguirlo. Es, de hecho, el motivo real por el que ha llamado. Su contacto le recuerda lo delicado de la situación: bajo ninguna circunstancia pueden dejar que Perfumerías De la Reina obtenga ese contrato. Gabriel promete actuar con rapidez y determinación para evitarlo, asegurando que hará todo lo que esté a su alcance para interferir.
La llamada se cierra con una despedida en francés: “Bonne nuit, monsieur Brossard”. Con ese simple gesto, se confirma que Gabriel responde a intereses ajenos y potencialmente enemigos de la familia que ahora lo acoge como a uno de los suyos. Lo que para Damián es una bendición inesperada, para Gabriel es una operación cuidadosamente orquestada. Mientras el patriarca celebra la aparente restauración del árbol genealógico familiar, no se da cuenta de que está invitando al lobo a dormir en el corral.
Y así, mientras la familia De la Reina respira por un instante con alivio, creyendo haber encontrado en Gabriel un aliado, no imagina que es, en realidad, el catalizador de una nueva amenaza. Porque la guerra empresarial que se avecina, con Cobeaga como pieza clave, no solo redefinirá el destino de la perfumería… sino que pondrá a prueba los cimientos de una familia que ya no distingue entre la lealtad verdadera y la manipulación disfrazada de sangre.