⚠️ Spoiler: “Curro y Ángela por fin se entregan al amor en La Promesa” ⚠️
Promisers, preparad los abanicos porque esta semana la temperatura va a subir en La Promesa, y no solo por el calor del verano. Aunque comenzamos con un lunes sin capítulo, el martes arranca con fuerza porque… ¡por fin ocurre lo que muchos llevamos esperando desde hace mucho tiempo! Después de tantas miradas furtivas, silencios tensos y escapadas a escondidas, Curro y Ángela van a cruzar esa línea que separaba el deseo de la realidad.
Sí, como lo oyes. Esta semana seremos testigos de la primera escena íntima entre Curro y Ángela, una entrega apasionada que no nace del escándalo ni de la rebeldía, sino del amor profundo que ambos sienten. La tensión acumulada entre ellos, ese fuego que se ha ido gestando en cada cruce de pasillo y cada roce de manos, por fin va a estallar. Y aunque no veremos nada explícito (que ya sabemos en qué horario se emite la serie), lo que se nos mostrará será una escena elegante, emocional y cargada de sensualidad.
Ángela, recordemos, es hija de Leocadia, apodada “la Postiza”, una de las figuras más temidas del palacio. Y Curro, aunque de sangre noble, ha sido humillado y relegado a la condición de lacayo. Dos almas marginadas, unidas por una pasión secreta y prohibida. Hemos visto cómo Ángela ha desafiado el peligro colándose en la habitación de Curro, enfrentando el riesgo de ser descubierta por Petra o su propia madre. Y esa valentía ha tenido recompensa: sus visitas clandestinas han ido construyendo un vínculo que ahora florece en una entrega sincera.
El encuentro no solo representa una escena romántica más. Es un momento de respiro dentro de una historia cargada de traiciones, muertes y sufrimiento. Es una caricia al espectador, una esperanza de que todavía queda amor en medio de tanto dolor. Curro y Ángela no se funden solo por atracción, sino porque realmente se aman y han luchado contra todo para estar juntos. Es una escena que habla de deseo, sí, pero también de ternura, de necesidad emocional, de conexión profunda.
Pero cuidado, porque el peligro no ha desaparecido. Ni Leocadia ni Lorenzo de la Mata permitirán que esta relación salga a la luz. Lo que hoy celebramos como una victoria del amor, mañana podría convertirse en una amenaza fatal. Ahora, más que nunca, deberán mantener su historia en secreto, proteger su unión con uñas y dientes, porque el más mínimo desliz podría separarlos para siempre.
Este instante de intimidad es un regalo robado al destino, un pequeño oasis en medio del infierno que ambos viven. Y lo más bonito es que no lo hacen por rebeldía, sino porque no pueden seguir negándose lo que sienten. Como espectadores, lo vivimos como un alivio tras tanto sufrimiento, un respiro en una narrativa que últimamente nos ha dado más sombras que luz.
Recordemos que desde la muerte de Hann, la serie no nos regalaba un momento de amor puro. Esta escena nos devuelve algo esencial: la certeza de que, incluso en el entorno más hostil, el amor puede florecer, aunque tenga que hacerlo en silencio, como el jazmín que perfuma la noche sin que nadie lo vea.
Y tú, ¿te esperabas este giro? ¿Crees que podrán seguir adelante con su historia sin que los descubran? ¿O terminará enterándose la Postiza y estallará el escándalo? Déjalo en los comentarios porque esta historia está lejos de terminar.
Esta tarde llega un nuevo capítulo de La Promesa, y después, como siempre, en el canal 2, tendrás el avance exclusivo del día siguiente. No me falles. Aunque haga calor, ponte cómodo, refréscate con un helado y prepárate para más emoción. Porque si algo nos demuestra esta semana es que en La Promesa aún queda espacio para el amor verdadero. Nos vemos esta tarde, promiser, con más pasión, secretos y esperanza.