Hola, una tarde más: ¿qué tal? Aquí estamos para contarte lo que veremos mañana en La Promesa

Como cada día, traemos un adelanto cargado de emociones, revelaciones inesperadas y decisiones que cambiarán el rumbo de muchos personajes. Así que si no quieres perderte nada, suscríbete y prepárate porque esto es lo que te espera en el próximo capítulo de La Promesa.

Una verdad largamente oculta por fin sale a la luz: el motivo real de la excomunión de Samuel no es el que todos creían. María Fernández, decidida a obtener justicia, se queda sin palabras cuando el propio Samuel le confiesa que fue él quien pidió ser excomulgado… y que Petra no tuvo nada que ver. La joven doncella, sorprendida y profundamente conmovida por la revelación, descubre que Samuel lo hizo por amor: quería protegerla. Aunque la revelación cambia por completo su perspectiva, María sigue convencida de que el resto del servicio merece conocer la verdad. Por eso, pide al sacerdote que sea él quien confiese públicamente que Petra es inocente.

Mientras tanto, en otro rincón de La Promesa, Curro, Lope y Pía continúan su peligrosa investigación en torno a la misteriosa joya que, según sus sospechas, fue el arma de un crimen. La pieza podría contener restos de cianuro, y cada vez están más cerca de confirmar esa terrible hipótesis. Ante la falta de pruebas científicas y el desinterés de las autoridades, el trío se enfrenta a una disyuntiva peligrosa: comprobar por sí mismos si hay veneno activo en la joya. Aunque no significa necesariamente que uno de ellos deba exponerse directamente, la posibilidad está sobre la mesa. La tensión aumenta con cada minuto que pasa.

La investigación da un giro cuando descubren un código oculto que vincula las compras de joyas con los registros de materiales químicos, incluido el veneno. Esta pista crucial podría ser la llave que los acerque al asesino o al menos al origen del arma usada.

Vera, por su parte, también juega un papel inesperado en la búsqueda de la verdad. Al enfrentarse a Ricardo, revela que la pulsera de esmeraldas es falsa. Lo hace con la intención de desviar la investigación del hombre, evitando que continúe persiguiendo culpables por un objeto que, en realidad, no es lo que parece. ¿Será esto suficiente para calmar a Ricardo, o sus sospechas crecerán aún más?

En el ámbito más personal, Manuel recibe una carta con una oferta que le hace reflexionar profundamente. Aunque en principio acepta, hay algo que no le cuadra ni a él ni a Toño: ¿cómo han descubierto su implicación en determinadas actividades? La respuesta a ese enigma podría tener nombre propio: Leocadia. Su constante vigilancia y control sobre lo que ocurre en la casa la convierten en una sospechosa evidente.

Hablando de Leocadia, su intervención será una de las más impactantes del episodio. Cansada de ver cómo crece la cercanía entre su hija Ángela y Curro, toma una decisión tan drástica como inesperada: enviará a Ángela de regreso a Zúrich para que retome sus estudios. Esta medida, aparentemente educativa, tiene un trasfondo emocional y represivo que puede significar un antes y un después en la relación entre madre e hija. ¿Será el fin del vínculo entre Ángela y Curro? ¿O solo un obstáculo más en una historia de amor que se niega a morir?

En el frente del duque, Lisandro continúa con su comportamiento extraño. Su insistencia en recompensar a Adriano por haberle salvado la vida toma un rumbo insospechado. Catalina y su esposo quedan totalmente desconcertados cuando descubren cuál es el verdadero regalo que Lisandro tiene preparado. La naturaleza de ese obsequio podría generar tensiones nuevas dentro del palacio, así como abrir puertas que muchos preferirían dejar cerradas.

En medio de todo, las dinámicas románticas también se tambalean. Martín y Jacobo, lejos de la armonía, no terminan de encontrar su espacio como pareja. Catalina, perceptiva como siempre, le pregunta a su prometido si está celoso de Adriano, especialmente tras los últimos acontecimientos. La incomodidad de Jacobo parece confirmar que hay algo más detrás de su actitud distante.

En las cocinas, donde todo parece transcurrir en calma, también hay corazones agitados. Rómulo y Emilia, tras días de gestos y silencios significativos, deciden darse una oportunidad. Admiten ante la enfermera que algo está cambiando entre ellos, pero también confiesan que han notado a Rómulo comportándose de manera extraña últimamente. La evolución de esta relación, lejos de ser sencilla, se convierte en un nuevo foco de atención para quienes los rodean.

A pesar de las pequeñas alegrías, el ambiente en La Promesa está cargado de incertidumbre. Los personajes se enfrentan a decisiones que los marcarán profundamente: desde arriesgar sus vidas por descubrir un asesinato, hasta sacrificar el amor por imposiciones familiares. El juego de apariencias se tambalea y la verdad, como siempre, amenaza con romperlo todo.

Así que no te pierdas el próximo capítulo de La Promesa. Porque mañana, cada palabra, cada gesto, cada mirada… contará. Y nosotros estaremos aquí, como cada tarde, para contártelo todo.