Spoiler: Nuevas tensiones, estrategias ocultas y decisiones inciertas en La Promesa

Este jueves en La Promesa, las aguas vuelven a agitarse en el palacio y todo apunta a que las próximas horas traerán más de una sacudida. Alonso se ve forzado a intervenir para controlar al varón de Valladares, cuya presencia empieza a convertirse en una amenaza latente. Sin embargo, Catalina, siempre audaz y estratégica, le pide que espere: tiene un plan que podría evitar confrontaciones directas. Mientras tanto, en las sombras, Jacobo y Martínez continúan maquinando lejos de la mirada de la familia, lo que hace que crezca la desconfianza en torno a sus verdaderas intenciones.

Por otro lado, la permanencia de Ángela en La Promesa abre una grieta entre Leocadia y Lorenzo. El capitán no encuentra ya ninguna justificación válida para no disculparse con el marqués de Andújar, y esta situación lo pone contra las cuerdas. Incapaz de reconocer sus errores, comienza a presionar a su madre para que mueva hilos y saque a la joven de la finca.

Mientras tanto, Cristóbal Ballesteros, el nuevo mayordomo, no baja la guardia. Está determinado a conocer a fondo al servicio y se muestra implacable con algunos miembros. Su actitud comienza a tener consecuencias: pone en la cuerda floja a Santos, cuya reincorporación parece cada vez más improbable. Ballesteros no está dispuesto a dar segundas oportunidades tan fácilmente.

Catalina, por su parte, sigue bajando con frecuencia a la planta de servicio, lo que no pasa desapercibido. Esa cercanía con el personal empieza a incomodar a Cristóbal, quien ve con recelo que la joven marquesa se inmiscuya en terrenos que él considera exclusivamente suyos. La tensión entre ambos podría estallar en cualquier momento.

En otro frente, Curro y Ángela estrechan su relación. Sin embargo, esa creciente intimidad llega a un punto crítico, y ella se ve obligada a poner límites antes de que la situación avance demasiado rápido. ¿Podrán mantener una relación sin que se rompan los equilibrios?

Lejos de allí, en la casa de los duques de Carril, López prosigue su investigación, pero el camino se le vuelve cuesta arriba. La información no fluye como esperaba, las pistas escasean y la frustración empieza a instalarse. Vera, por su parte, no puede evitar sentir una creciente inquietud al ver que todo está estancado. A pesar de esto, una visita inesperada a don Gonzalo podría dar un giro completo al caso. Una puerta que parecía cerrada, ahora podría abrirse de par en par.

Mientras tanto, en el hangar, Nora intenta construir una conexión con Toño, con quien comparte momentos de complicidad. Pero Manuel, el señorito, no logra establecer el mismo vínculo con ella. Su actitud distante hace que todo sea más incómodo, y para colmo, Leocadia hace una visita a Nora para advertirle que no ve con buenos ojos su presencia en la finca. La considera un elemento que puede alterar el frágil equilibrio de La Promesa.

Las tensiones crecen, los secretos se profundizan y las alianzas están a punto de reconfigurarse. Este nuevo capítulo promete emociones intensas, decisiones que marcarán destinos y giros inesperados. No te lo pierdas.