Spoiler: La visita de Lorenzo al duque lo cambia todo en La Promesa
Un nuevo episodio de La Promesa llega cargado de giros inesperados, alianzas secretas y tensiones que prometen estallar. La visita de Lorenzo al duque de Carril será el detonante de una serie de acontecimientos que podrían cambiarlo todo en la hacienda. ¿Qué están tramando en las sombras? Y lo más inquietante: ¿podrían estar a punto de descubrir al misterioso OPE?
En medio de este clima enrarecido, Catalina reafirma su compromiso con la justicia social, enfrentándose sin titubeos al varón de Valladares, pero también a los suyos. Su determinación la aleja más que nunca de su familia, especialmente de Alonso, que, aunque quisiera ceder, ya no puede dar ni un paso más sin desestabilizar todo el equilibrio de poder.
Mientras tanto, Martín y Jacobo no pierden el tiempo y comienzan a moverse por su cuenta. Sin consultar a Alonso, conspiran para reunirse ellos mismos con el varón. La desobediencia interna empieza a tomar forma y amenaza con romper la unidad familiar.
En paralelo, Enora comparte con Manuel una revelación inquietante: su encuentro con Leocadia fue tenso y dejó claro que su presencia en el hangar no es bien recibida por la socia mayoritaria. Manuel, molesto por lo que considera una intromisión en sus asuntos, se muestra más decidido que nunca a ponerle límites a Leocadia. Ya no tolerará interferencias en su negocio, por muy poderosas que sean.
Y mientras las tensiones se multiplican, Cristóbal impone su autoridad en el servicio. Sin margen para réplicas, anuncia que supervisará personalmente cada paso de Petra, elevando la presión dentro del personal. Además, impide a Ricardo utilizar su despacho, otro golpe que aumenta las fricciones internas.
Pero para Ricardo, la jornada será agridulce. Ballesteros acepta readmitir a Santos, lo que podría parecer una victoria, aunque viene acompañada de una condición importante: ya no trabajarán juntos. Ricardo será reasignado como ayuda de cámara del marqués de Luján, dejando atrás su rol como mayordomo. Este cambio de estatus deja al descubierto los movimientos estratégicos que se juegan detrás de bambalinas.
En cuanto a Curro, la llegada de Cristóbal lo inquieta profundamente. El hecho de que venga de la mano del duque de Carvajal y Fuentes despierta en él un temor latente: ¿usará su origen ilegítimo como arma para hacerlo caer? La sombra de ser el bastardo del marqués lo sigue envolviendo como una amenaza constante.
En otro rincón de la hacienda, el conflicto entre Leocadia y Ángela da un giro inesperado. El escándalo del puñetazo al marqués de Andújar comienza a salir a la luz, y con ello, la tensión escala hasta niveles peligrosos. Lo que antes era un conflicto entre mujeres fuertes ahora se convierte en un asunto público que podría tener consecuencias legales y sociales devastadoras.

A kilómetros de distancia, López continúa estrechando vínculos con Federico. Ambos comparten el doloroso misterio de la hermana desaparecida de Federico, sin saber que una de las piezas clave del rompecabezas —la libreta perdida— está siendo destruida en ese mismo momento. Las respuestas que tanto han buscado podrían desvanecerse para siempre.
En medio de todo este caos, la figura de Lorenzo se vuelve cada vez más ambigua. Su acercamiento al duque de Carril no parece un simple acto de cortesía. Hay miradas, palabras susurradas y acuerdos no declarados. ¿Está negociando algo que podría afectar a toda la familia? ¿Está detrás del OPE o solo pretende cubrir sus propios intereses?
La sensación general es de descontrol. Cada personaje parece caminar sobre una delgada línea entre el deber y la traición. El equilibrio que una vez sostuvo a La Promesa comienza a resquebrajarse. Nadie confía en nadie, y las verdades ocultas amenazan con salir a la luz en el momento más inoportuno.
La presión aumenta para todos. Catalina intenta mantener su idealismo en un mundo que le exige pragmatismo, Manuel lucha por controlar su propio negocio frente a una socia autoritaria, Ricardo es degradado en silencio, y Curro ve su identidad puesta en duda una vez más.
¿Podrán sostenerse las apariencias? ¿O el tejido de secretos, manipulaciones y alianzas caerá estrepitosamente? Con cada conversación, cada gesto, cada movimiento, La Promesa se adentra en una espiral donde el poder, el honor y el miedo colisionan.
Y mientras los protagonistas se mueven entre el deber y el deseo, los espectadores no pueden apartar la vista. El futuro de la hacienda está más en juego que nunca.