Spoiler: LA PROMESA del 21 al 25 de abril – Curro se entrega al amor mientras los secretos estallan en La Promesa
La semana en La Promesa viene cargada de revelaciones, tensiones contenidas, y emociones al borde del abismo. Los personajes se enfrentan a decisiones que marcarán sus destinos, mientras nuevos lazos florecen y otros se rompen irremediablemente.
Uno de los momentos más intensos lo protagoniza Curro, quien finalmente se atreve a confesarle a Ángela lo que su corazón lleva tiempo gritando en silencio. El joven, consciente de que el amor entre ambos es considerado imposible por las convenciones sociales que los separan, se rinde ante sus sentimientos y se declara con emoción. A pesar de las dificultades que los rodean, ambos comparten un momento íntimo en el que el deseo y la esperanza vencen, al menos por un instante, las barreras del deber y la cuna.
Mientras tanto, Pía se adentra aún más en el misterio que rodea la muerte de Jana. Su encuentro con Rufino, el experto en venenos, sorprende por su inesperada cordialidad. Sin embargo, la doncella no tarda en comprender que este hombre podría estar vinculado con el crimen. Cuando Curro descubre el nombre de Rufino de la Merced en la correspondencia del palacio, las sospechas aumentan. ¿Hasta qué punto estuvo involucrado en la muerte de Jana? ¿Será Rufino una pieza clave o un señuelo más en esta trama de engaños?
Adriano, con su recién descubierta paternidad, se muestra más presente que nunca en la vida de Catalina y de sus hijos. Su dedicación lo lleva incluso a colarse en el cuarto de la joven durante la noche, lo que no pasa desapercibido para Alonso. El marqués lo descubre, generando una tensión que Catalina ya no puede seguir ocultando. A pesar de las advertencias, decide confesar la verdad sobre la paternidad de sus hijos. La reacción de Alonso no se hace esperar, y el conflicto familiar estalla con fuerza.
Leocadia, intentando asegurar el bienestar de Catalina, toma la iniciativa de traer a Emilia, una joven enfermera, al palacio. Lo que no imagina es que Emilia guarda un pasado compartido con Rómulo, un vínculo aún envuelto en misterio pero que promete desequilibrar la paz que intentan mantener en La Promesa.
María Fernández, por su parte, comienza a investigar todo lo que Samuel ha hecho por ella en secreto. Con cada nuevo descubrimiento, su gratitud y afecto hacia él crecen, dando pie al nacimiento de una conexión emocional profunda que podría transformarse en algo más.
En otro rincón del palacio, Manuel busca acercarse a Antoñito y le comunica a Simona su intención de contratarlo para un nuevo proyecto en el hangar. No obstante, la noticia no es recibida con el entusiasmo que esperaba. Simona, atrapada entre la alegría y el miedo, reacciona con frialdad, revelando que hay heridas del pasado que aún no han sanado del todo.
Mientras tanto, Alonso descubre que Leocadia ha devuelto las valiosas obras de arte al palacio. Este gesto, aunque simbólicamente poderoso para él, genera desconfianza en Ángela y Lorenzo, quienes ven en ello una provocación innecesaria.
La tensión también se vive entre Petra y Santos, cuya relación sigue marcada por la indiferencia de la madre. Santos intenta ganarse su afecto, pero Petra se mantiene distante, alimentando una guerra silenciosa que afecta a todos a su alrededor.
En el lado más oscuro de la trama, Ricardo lanza una grave acusación contra Ana, culpándola de la desaparición del pequeño Dieguito. Aunque sin pruebas, la acusación hiere profundamente tanto a Ana como a Santos, quien decide abandonar el palacio sin previo aviso. La marcha de Santos descoloca a Ricardo, que termina enfrentándose incluso a Rómulo, incapaz de gestionar la situación.
Martina, harta de la actitud de Jacobo, toma una decisión drástica: suspende la boda y poco después abandona el palacio en un viaje del que nadie conoce el destino. Esta huida misteriosa simboliza su deseo de libertad y de encontrarse a sí misma, lejos de las expectativas impuestas.
En el refugio, Petra muestra una faceta inesperada al ayudar a Samuel y conectar con Alicia, una joven que no habla. Esta interacción sincera revela una ternura oculta en Petra, dando un respiro emocional en medio del caos.
Pero la tensión no se detiene. Curro intercepta una carta en la que aparece el nombre de Rufino de la Merced, y comprende que la fiesta de cumpleaños de Lorenzo puede ser utilizada para encubrir algo mucho más oscuro. Alarmado, decide actuar en secreto para sabotear la celebración y evitar que los culpables de la muerte de Jana escapen a la justicia.
Emilia, la nueva enfermera, comienza a ganarse rápidamente la simpatía de todos con su calidez y carácter apacible. Pero su presencia, lejos de ser inocente, esconde una historia compartida con Rómulo que amenaza con alterar los frágiles equilibrios del palacio.
El ambiente se vuelve cada vez más denso. Las emociones se intensifican y los vínculos personales se tambalean ante la fuerza de los secretos que comienzan a salir a la luz. Curro, tras confesar su amor a Ángela, queda emocionalmente expuesto. Ambos saben que su relación es prácticamente imposible, pero el amor, como siempre, se abre camino incluso en los terrenos más prohibidos.
Alonso, al descubrir a Adriano en la habitación de Catalina, se enfrenta a una verdad que sacude los cimientos de la familia. Y Catalina, valiente, decide no seguir escondiéndose. Esta revelación, sin embargo, no solo afecta a su vida personal, sino también al futuro del marquesado.
En esta semana de La Promesa, la pasión, el dolor y la esperanza se entrelazan en cada rincón del palacio. Las declaraciones de amor se mezclan con las confesiones más dolorosas. Y lo que parece el inicio de una primavera prometedora, podría convertirse en la tormenta definitiva.