⚠️ Spoiler: Manuel y Leocadia, enfrentados por Enora en ‘La Promesa’ (avance semanal del 7 al 11 de julio)
Esta semana en La Promesa, las tensiones arden más que nunca. Ángela, inspirada por una confesión de amor de Curro, toma una valiente decisión: se queda en el palacio, dispuesta a enfrentarse a su madre, Lorenzo y al mundo entero. El amor la hace fuerte, pero también la expone, pues una carta del marqués de Andújar amenaza con destruirla legalmente por el altercado que provocó Curro.
Mientras tanto, en el hangar, Manuel descubre que el verdadero genio detrás de las mejoras mecánicas es Enora, la doncella. Lejos de enfadarse, el marqués la reconoce como una igual y le ofrece un puesto oficial. Sin embargo, este ascenso no será bien recibido por todos: Leocadia, resentida, comienza a sembrar dudas sobre la joven, mientras el ambiente en palacio se enrarece.
El servicio también vive su propio drama. Ricardo, quien parecía destinado a heredar el puesto de mayordomo, es humillado públicamente con la llegada de Cristóbal Ballesteros, un candidato misterioso y autoritario que rápidamente se impone como el nuevo jefe. Ricardo es degradado a ayudante de cámara y el ambiente en la planta baja se llena de rabia contenida, decepción y miedo.
En las altas esferas, Catalina y Martina están en pie de guerra. Catalina apuesta por modernizar La Promesa y asociarse con nuevos arrendatarios, mientras Martina, aferrada a las tradiciones, la acusa de traicionar el legado familiar. Jacobo, siempre en la sombra, aprovecha la división para comenzar una conspiración contra Catalina, prometiendo destruirla con un plan que apenas empieza a desplegarse.
Por otro lado, Curro, Pía y Vera siguen investigando los vínculos de los Llop y el duque de Carril. La desaparición de Esmeralda, antigua amante del duque, los pone en alerta máxima: sienten que alguien está silenciando testigos. Curro encuentra algo en los periódicos que podría ser clave, mientras Lope, lejos del palacio, cree estar a punto de hallar la famosa libreta dorada… sin saber que está a punto de arder en una chimenea por decisión de Don Gonzalo, que busca “purificar” el pasado de su hija fallecida.
La tensión también se traslada a los jardines, donde Catalina se enfrenta públicamente al barón de Valladares. Su defensa de los jornaleros le gana enemigos, mientras Martina y Jacobo ejecutan su plan de sabotaje para dejarla como una líder imprudente. Al mismo tiempo, Ballesteros impone mano dura en la planta de servicio: entrevista a todo el personal, amenaza con despidos y controla incluso los movimientos de Petra, la doncella de la marquesa.
Leocadia sigue con su guerra personal. Enora es su nuevo blanco, y tras amenazarla, recibe una advertencia de Manuel: no permitirá que sabotee el proyecto. Pero Leocadia no se detendrá tan fácilmente.
Finalmente, la confrontación entre Ángela y Leocadia estalla en los jardines. La criada acusa a Ángela de manipular a los hombres para su beneficio y le declara la guerra abierta por el amor de Manuel. Sin embargo, la amenaza más peligrosa se cierne en silencio: el fuego que arde en casa de los duques de Carril, a punto de consumir la prueba que podría desvelar los crímenes del duque y cambiar el destino de todos los personajes de La Promesa.
Una semana de revelaciones, traiciones, conspiraciones y decisiones que marcarán un antes y un después. La guerra por el control de La Promesa ya no es silenciosa: ha estallado.