🟣 Manuel y la enigmática Enora Méndez: la chispa que lo cambia todo (Spoiler)
Cuando Manuel, un joven lacayo habituado a los códigos rígidos del palacio, pensaba haberlo visto todo, la llegada de Enora Méndez —una mecenas tan seductora como misteriosa— sacude su mundo. Enora no solo lo deslumbra, sino que despierta en él una ilusión que no esperaba sentir nunca más.
Mientras tanto, Lisandro toma por sorpresa a los invitados con un discurso en nombre del nuevo Conde de Añil. Catalina observa orgullosa, y Manuel comienza a soñar despierto. Pero el palacio es un tablero de múltiples jugadas: Lope se mueve entre ambiciones secretas en la cocina, Pía intenta proteger a su hijo bajo una excusa cada vez más endeble, y Petra, la temida ama de llaves, podría reventar los cimientos si decide revelar lo que sabe.
En la cúspide de la fiesta, Adriano se ve obligado a improvisar un discurso. Superando su nerviosismo, habla desde el alma, conquistando corazones con palabras sencillas pero cargadas de verdad. Declara su amor por Catalina, ganándose por fin el respeto del círculo noble. El marqués de Luján no puede ocultar su orgullo, y Lisandro queda reducido a un testigo vencido.
A la sombra del evento, Lope recibe una recompensa inesperada: podrá estudiar cocina en Madrid, gracias al reconocimiento de Rómulo, quien cierra su etapa como mayordomo con una última victoria emocional.
Pero no todo es celebración. Pía se ve invadida por la duda y el miedo a ser descubierta. Sabe que su decisión de ausentarse por un supuesto asunto familiar puede volverse en su contra y poner en riesgo su vida y la de su hijo.
En otro rincón del palacio, María, agotada por el abuso constante de Petra, encuentra consuelo en su amiga Teresa, aunque ambas sienten que algo más oscuro se esconde tras la crueldad de su superiora. Mientras tanto, Ángela, empoderada y firme, enfrenta al capitán Lorenzo tras el acoso sufrido por parte de sus amigos. Su advertencia —directa, valiente, y cargada de una determinación feroz— deja al capitán sin palabras… y con una amenaza pendiendo sobre su reputación.
A pesar del caos interno, hay espacio para la ternura: Rómulo y Emilia reciben una propuesta inolvidable por parte del marqués Alonso. Antes de partir, él desea que se casen en La Promesa, bajo su techo y con su bendición como padrino. La emoción desborda, y lo que parecía una despedida agridulce se transforma en un nuevo comienzo lleno de significado.
Así, mientras en los salones aún resuenan las notas de una noche triunfal, las verdaderas historias —de amor, lucha, sueños y amenazas— se tejen entre los pasillos y secretos del palacio. Y Enora… ella ha llegado para cambiarlo todo.