🔒 Spoiler: La Promesa: Catalina destapa la traición de Leocadia
En uno de los capítulos más intensos y reveladores de La Promesa, Catalina decide actuar tras descubrir que Leocadia no solo ha usurpado el poder en la casa, sino que está implicada en una conspiración que amenaza con destruir a la familia Luján. El hallazgo de un pendiente antiguo y una llave oxidada en los aposentos de Leocadia marca el inicio de una investigación clandestina que conecta el pasado trágico de la familia con los oscuros intereses actuales de la recién llegada.
Curro, impulsado por su creciente desconfianza y el dolor por la muerte de su madre, comienza a vigilar de cerca a Leocadia y a don Lisandro. Pronto descubre una conversación secreta entre ambos que confirma sus sospechas: están manipulando al marqués Alonso, aprovechándose de su vulnerabilidad para quedarse con el control de la finca. Además, una misteriosa pulsera de esmeraldas hallada por Ricardo se convierte en la pieza clave que une las tramas del presente con un crimen cometido años atrás.
Catalina, Curro y Martina se unen en secreto, y juntos descubren un baúl escondido en el desván que contiene cartas comprometedoras y la esmeralda original de la pulsera. Las misivas revelan que Leocadia, antaño dama de compañía de la primera marquesa, provocó su muerte para robarle la joya. Todo había sido planeado junto a su cómplice: el propio Lisandro.
La familia decide no enfrentarlos de inmediato, sino orquestar una confrontación pública. Durante una cena tensa, Catalina presenta las pruebas ante Alonso. A pesar de los intentos desesperados de Leocadia y Lisandro por negar todo, los testimonios, las joyas y las cartas confirman la verdad: han estado manipulando al marqués y participaron indirectamente en las muertes de las dos marquesas anteriores.
Rendidos ante la evidencia, ambos conspiradores son arrestados por la Guardia Civil. Leocadia termina confesando con rabia y arrogancia, hundiéndose completamente en su derrota. El golpe emocional para Alonso es devastador, pero finalmente comprende el daño que ha causado su ceguera y se reconcilia con sus hijos, especialmente con Curro.
Tras la tormenta, la familia comienza un proceso de reconstrucción. Alonso devuelve a Catalina el control sobre la gestión de la finca, Curro decide formarse para ayudar con la administración, y Manuel sigue brindando apoyo moral a quienes lo necesitan, como su amigo Toño, que intenta redimirse. El espíritu del hogar renace. La Promesa, aunque marcada por el dolor, resurge fortalecida por la verdad, el perdón y la unidad familiar.