⚠️ Spoiler: Cristóbal Ballesteros: El Vengador Silencioso que Derrocó al Conde de Añil ⚠️
La Promesa vive uno de sus episodios más épicos con la irrupción de Cristóbal Ballesteros, un supuesto mayordomo que en realidad es un abogado decidido a restaurar el honor de su familia y desmantelar la red de traición que amenaza a la hacienda. Su llegada, aparentemente discreta, marca el principio de una revolución silenciosa que desenmascara al conde de Añil y a sus aliados.
Mientras Lope arriesga su vida infiltrándose en la mansión de los duques de Carril para conseguir pruebas que liberen a Vera de las amenazas de su padre, Catalina descubre la cruda verdad sobre el hombre con el que se casó. La revelación de su marido Adriano como un manipulador sin escrúpulos sacude los cimientos de su mundo. Las cartas que Lope recupera destapan una conspiración para arruinar a los Luján, apoderarse de sus tierras y someter a Catalina mediante su incapacitación legal.
En paralelo, Mateo —antes conocido como Samuel— se enfrenta a Petra en una escena devastadora que revela la verdad sobre su origen: no es su hijo, sino el peón de una mujer manipuladora que lo utilizó para sus propios fines. Renuncia al nombre que le impusieron y recupera su verdadera identidad, liberándose emocionalmente de años de mentiras.
La boda de Rómulo y Emilia, inicialmente saboteada por Petra, se convierte en un símbolo de unidad, resistencia y amor. Todo el servicio se une a ellos, ignorando las órdenes de la tirana, marcando un antes y un después en la dinámica de La Promesa.
En la cúspide de la tensión, Cristóbal y Leocadia exponen a Adriano durante una tensa reunión en la biblioteca. Con la llegada de Lope y las pruebas en mano, el plan siniestro del conde queda al descubierto. Ante la evidencia irrefutable, Adriano pierde el control, insulta a Catalina y trata de atacarla, pero Cristóbal lo detiene con firmeza. Finalmente, es expulsado de La Promesa por Alonso, marcando su caída definitiva.
La identidad de Cristóbal se revela por completo: es el hermano de Leocadia, y juntos juraron vengarse del conde de Añil y el duque de Carril por haber destruido a su familia años atrás. Lejos de la pompa, su plan meticuloso y su sacrificio silencioso salvan a La Promesa. Alonso le ofrece el cargo de mayordomo, reconociendo su valor y lealtad, y asegurando también el futuro de Ricardo como su segundo.
Al caer la noche, el amor resurge: Manuel deja atrás sus dudas y besa a Jana, mientras Lope y Vera, por fin reunidos, sellan su libertad con un abrazo. Incluso Ángela consigue su momento de justicia al evitar una emboscada y reunir pruebas contra quienes intentaron silenciarla.
El episodio cierra con esperanza: los traidores han caído, los secretos han salido a la luz y los corazones rotos comienzan a sanar. Bajo el liderazgo de Cristóbal, La Promesa se renueva, firme y luminosa, cumpliendo al fin con el verdadero significado de su nombre.
