🟣 Spoiler: Bienvenidos a este nuevo vídeo de avance de La Promesa del lunes 30 de junio de 2025
Los vientos de cambio azotan La Promesa en este nuevo capítulo. El retiro inesperado de Lisandro de Carvajal y Cifuentes deja a Leocadia en una posición delicada: el tablero en el que creía tener dominio absoluto se descompone ante sus ojos. Lo que parecía sólido se tambalea, y entre los escombros del orden anterior, comienza a tomar forma una amenaza imprevista que apunta directamente a Adriano.
Con una mezcla de frialdad y astucia, Leocadia empieza a desestabilizar la imagen de Adriano como conde. Se vale de su conducta cuestionable durante la reciente fiesta para instalar la duda en la mente de Alonso. Lo que antes era incuestionable comienza ahora a ser revisado, y el marqués empieza a preguntarse si su yerno está realmente a la altura de su rol.
Por otro lado, Lope prepara una arriesgada incursión.
Guiado por las instrucciones detalladas de Vera, se alista para infiltrarse en la residencia de los duques de Carril. Todo está planeado al milímetro, pero cuando está a punto de dar el paso, el miedo se impone. El peso del riesgo lo paraliza. Curro, al tanto de lo que Lope pretende hacer, intenta disuadirlo, temiendo que esa osadía termine mal. La tensión entre el deber, la justicia y el peligro se vuelve insoportable.
Entretanto, en el palacio se aproxima un evento muy esperado: la boda de Rómulo y Emilia.
El personal se muestra entusiasmado por el enlace, aunque Petra impone una regla inflexible: ningún sirviente debe asistir a la ceremonia religiosa. Sus palabras generan incomodidad y provocan un dilema en varios compañeros, que se debaten entre obedecer las órdenes o desafiar la imposición por respeto a los novios.
En las altas esferas, Manuel sigue lidiando con las secuelas emocionales de la fiesta.
El acoso sutil pero constante de ciertas damas lo dejó profundamente incómodo. Por eso, cuando recibe una invitación de la hija de la duquesa de Cerezuelos, no duda en rechazarla con firmeza. El joven noble, herido en su orgullo, ha comenzado a distanciarse del mundo aristocrático que lo rodea, sintiendo que ya no encaja en él.
Mientras tanto, Ángela sigue atrapada entre el deber y el peligro.
Bajo la presión constante de Lorenzo, sigue ejecutando pequeñas acciones encubiertas para minar su poder dentro del palacio. Sin embargo, su foco cambia abruptamente cuando recibe una carta inesperada: proviene del joven al que agredió durante la fiesta. Lorenzo, con su tono manipulador habitual, la insta a reencontrarse con él para saldar cuentas pendientes. Una reunión que promete remover heridas del pasado.
En otro rincón del palacio, Samuel busca recuperar el vínculo que alguna vez lo unió a Petra.
Apela a su historia compartida, a los momentos de complicidad, intentando reparar la distancia. Pero María, testigo de lo que ocurre, intuye que la situación está a punto de estallar. La tensión emocional crece y todo apunta a una posible ruptura o revelación explosiva.
Leocadia, por su parte, no cede terreno en su cruzada contra Adriano.
Continúa sembrando la semilla de la duda, esta vez en Catalina, a quien insinúa que su esposo podría estar perdiendo el control y el juicio necesario para ejercer como conde. Su estrategia es minuciosa: no acusa directamente, pero deja caer suficientes insinuaciones como para que la desconfianza crezca sola.
Mientras tanto, en el hangar, un nuevo conflicto se enciende.
Manuel toma la decisión de expulsar a Enora. Pero Toño, convencido de que la joven no actuó con malicia sino por curiosidad, interviene en su defensa. Pide que se le permita explicarse antes de que se le imponga una sanción definitiva. El enfrentamiento deja claro que, incluso entre los más cercanos, las diferencias de criterio pueden volverse abismales.
Y la inminente salida de Rómulo genera una ola de incertidumbre.
Ricardo, en particular, se muestra inquieto. Le preocupa no solo la partida del mayordomo, sino también su propia estabilidad laboral. Alonso no ha dado señales sobre quién ocupará el puesto vacante, y el silencio empieza a pesar.
Cuando todo parecía avanzar hacia una sucesión lógica, Leocadia sorprende a todos proponiendo un nombre inesperado: Cristóbal Ballesteros.
Su candidatura irrumpe como una incógnita en el seno de la familia Luján. Nadie sabe quién es, de dónde viene o por qué ha sido elegido. Pero Leocadia, fiel a su estilo, parece tener un plan oculto. Su elección busca romper con lo establecido y colocar una figura que solo responda a ella. Una vez más, juega su carta favorita: el control absoluto desde las sombras.
Así se teje este nuevo episodio, en el que cada acción tiene consecuencias y cada palabra, un peso oculto.
Desde intrigas palaciegas hasta decisiones personales cargadas de emoción, los personajes enfrentan desafíos que los llevarán a redefinir sus lealtades, sus afectos y sus lugares dentro de La Promesa.
Nada es lo que parece. Y todos, sin excepción, deberán decidir si siguen el camino trazado o si se atreven a romper con el destino que otros quieren imponerles.