La Promesa, avance del capítulo 653: El Sacerdote, el Coronel y la Apuesta de Ricardo

El martes 12 de agosto llega un episodio de La Promesa que promete desatar tensiones en todos los rincones del palacio. Las apariencias dejarán de ser suficientes y los personajes estarán más expuestos que nunca, con enfrentamientos que amenazan con romper alianzas y sacar a la luz secretos peligrosos. El ambiente se volverá más denso, y tanto en las cocinas como en los salones e incluso en los jardines, la tensión se podrá cortar con un cuchillo.

En el corazón de esta tormenta se encuentra el choque frontal entre Cristóbal Ballesteros y Petra. Desde el regreso de Samuel, la paz en el palacio se ha visto alterada. Ballesteros, siempre prudente con sus palabras, decide por fin decir lo que piensa sin rodeos: un sacerdote viviendo en La Promesa es algo que no debe permitirse. Su postura es firme y no parece dispuesto a ceder. Pero frente a él está Petra, una mujer que jamás da un paso atrás y que, con su carácter cortante, le dejará claro que ni su nuevo cargo ni su autoridad la intimidan. La confrontación entre ambos promete ser intensa, con Ballesteros intentando imponer orden y Petra defendiendo lo que cree justo.

Mientras tanto, la presencia del coronel Fuentes sigue siendo un elemento perturbador para todos, pero en especial para Lorenzo de la Mata. El capitán siente que cada día el militar estrecha más el cerco, amenazando con descubrir sus negocios turbios. La tensión crece cuando Leocadia regresa de un paseo por los jardines acompañada del coronel. Lorenzo, incapaz de controlar sus celos y su temor, la interroga de forma directa para sonsacarle qué han hablado. Sin embargo, Leocadia no se dejará arrastrar por su tono dominante y, por el contrario, le lanzará una advertencia que lo dejará frío: sospecha que esconde algo grave y que el coronel podría estar ya al tanto. Este intercambio no hará más que aumentar el nerviosismo del capitán, que empieza a sentirse acorralado.

En paralelo, Catalina vive un momento de fortaleza renovada después de recibir un regalo especial para sus hijos. Convencida de que su lucha por mejorar la vida de los labriegos está dando resultados, corre a contárselo a Simona. Sin embargo, la cocinera, consciente de los riesgos de enfrentarse a la propia familia, le aconseja prudencia. Le advierte que no deje que su causa social la enfrente con los suyos. Catalina, con su espíritu combativo, podría ignorar esta advertencia, lo que abre la puerta a un conflicto que podría enfrentarla con Adriano, San Jacobo, Martina e incluso con su padre. La tensión familiar se perfila como una amenaza real, y un matrimonio podría estar en riesgo si la situación se descontrola.

Por su parte, Manuel toma una decisión empresarial importante. Decidido a liberarse de lo que considera una alianza perjudicial, propone a Leocadia disolver la sociedad que los une. Está convencido de que, para garantizar la estabilidad de su empresa, es necesario romper este vínculo. Pero la señora de Figueroa no es de las que se rinden sin luchar, y es probable que intente conservar su influencia, aunque eso signifique provocar tensiones aún mayores. El riesgo de que utilice maniobras para enfrentar a padre e hijo está sobre la mesa, lo que podría complicar aún más el panorama.

En otro frente, la relación entre Curro y Ángela sigue rota. Ella no le perdona por haber traído al coronel Fuentes al palacio, recordándole que su intención inicial era simplemente enviar una nota y que él mismo le había advertido del peligro. Sin embargo, movido por la rabia después de un golpe recibido por Lorenzo, decidió llamar al coronel. Aunque Pía intenta mediar y tender puentes entre ellos, Curro tiene la mente ocupada con un objetivo mucho más arriesgado: destruir a Lorenzo. Su plan, motivado por la venganza, no solo podría acabar con el capitán, sino que también podría poner su propia vida en grave peligro.

Mientras tanto, Ricardo se ve empujado a tomar una decisión radical respecto a su vida personal. El comportamiento de Santos ha cruzado demasiadas líneas, y ni él ni Pía están dispuestos a tolerarlo más. Ricardo decide iniciar los trámites para anular su matrimonio con Ana, un movimiento que podría desencadenar un conflicto familiar de grandes proporciones y dejar a Santos acorralado. Esta jugada arriesgada podría traer consigo tanto la libertad para vivir su amor con Pía como un escándalo de grandes dimensiones si no sale como espera.

La tensión alcanza su punto máximo cuando el coronel Fuentes recibe de manos de Curro una carpeta con pruebas contundentes que incriminan a Lorenzo en el tráfico ilegal de armas robadas al ejército. Cuando el coronel le pregunta la razón de su entrega, la respuesta de Curro es clara y demoledora: lo hace por venganza. Este acto podría marcar el inicio del fin para el capitán, aunque también podría provocar una reacción peligrosa por su parte.

En este episodio, las advertencias podrían ser ignoradas, las alianzas traicionadas y los planes más calculados podrían volverse en contra de quienes los trazaron. Lorenzo está más cerca que nunca de caer, pero su capacidad para aferrarse al poder no debe subestimarse. La batalla entre el sacerdote y el nuevo mayordomo, la amenaza que representa el coronel Fuentes, las tensiones familiares y las apuestas personales de personajes como Ricardo y Curro se entrelazan para ofrecer un capítulo cargado de intriga, riesgo y posibles giros inesperados.

Mañana, La Promesa se convierte en un campo de batalla donde nadie estará a salvo, y cada decisión tendrá un precio alto que pagar.