La Promesa – Capítulo 636: Entre fuego y cenizas, el equilibrio de poder se tambalea
¡Hola, amantes de La Promesa! Se acerca el capítulo 636, que será emitido el martes 15 de julio, y promete más tensión que nunca. La trama da giros inesperados, los secretos se queman —literalmente—, y los enfrentamientos están a punto de estallar por todos lados. Aquí te dejamos el adelanto más completo, para que no te pierdas ni un solo detalle.
Después de que en el capítulo 635 fuimos testigos del escape de Lope gracias a Amalia y Federico, y de cómo la famosa libreta de tapas doradas terminó ardiendo en la chimenea del despacho del duque, este nuevo episodio abre puertas nuevas, pero también cierra otras de forma definitiva.
Aunque el lunes no hay episodio por la transmisión del Tour de Francia, el martes la serie vuelve con fuerza. Vera, desconsolada, no puede dejar de pensar en su amado Lope, cuya desaparición la tiene completamente angustiada. Curro y Pía intentan tranquilizarla, diciéndole que seguro que Lope está bien y que pronto regresará, incluso con la libreta en la mano. Pero la audiencia, que ya vio cómo esa prueba clave fue reducida a cenizas, sabe que la verdad es mucho más amarga.
Mientras Vera se consume en la incertidumbre, Manuel por fin decide ponerle freno a los abusos de Leocadia. Tras su reciente conversación con Enora, el joven se enfrenta a la mujer que, aprovechando su estatus de socia mayoritaria, ha intentado manipular todas las decisiones de la empresa. Manuel le recuerda que, aunque tenga más acciones, el control de la gestión no le corresponde y que el contrato que firmaron limita claramente su poder. Leocadia, en su estilo, responde con victimismo, insinuando que fue engañada al firmar. Pero Manuel se mantiene firme y le recuerda que ella misma confesó que no entendía del negocio y que confiaba en su criterio. ¿Será esta la escena donde por fin alguien logra frenar a la llamada “postiza”?
Y hablando de tensiones, el barón de Valladares regresa a La Promesa. Esta vez no va a reunirse con Catalina o Adriano, sino que se dirige directamente a don Alonso, el marqués. Su mensaje es claro y amenazante: la nobleza no tolerará que Catalina fomente revueltas entre los trabajadores. Don Alonso intenta mantener la calma y pregunta si eso es una amenaza. La respuesta, aunque no directa, es evidente: sí lo es. El varón considera que Catalina es una chispa peligrosa que puede incendiar todo el orden social.
Catalina no tarda en enterarse de este encuentro y se lo cuenta a Martina, en una escena clave del capítulo. Le confiesa que el varón ya no quiere saber nada ni de ella, ni de su esposo, ni de la familia, ni siquiera de “San Jacobo” —en alusión irónica a Jacobo, que ahora se gana el apodo de “Sosainas”. Todo parece indicar que la guerra entre Catalina y la nobleza está lejos de acabar, y la relación con Martina sigue tan tensa como siempre. Las primas siguen sin encontrar un punto de encuentro.
En los pasillos del servicio también se agitan las aguas. Ricardo comunica a Pía y Petra su nueva situación: ha dejado de ser mayordomo para convertirse en ayuda de cámara del marqués. Pía lo considera un atropello, pero Ricardo lo asume con resignación. Él mismo reconoce que la llegada de Cristóbal Ballesteros ha alterado por completo el equilibrio de poder en La Promesa. Ya no es don Alonso quien manda, sino Leocadia, la nueva reina de la colmena, respaldada por su flamante mayordomo.
Mientras tanto, Cristóbal, con su estilo tajante y autoritario, continúa imponiendo su ley. Petra, siempre astuta, observa y planifica su próximo movimiento. El ambiente en la servidumbre está tenso, y muchos ya sienten que el control ha pasado a otras manos.
Y por si fuera poco, aparece en escena el capitán Lorenzo de la Mata, también conocido como capitán Garrapata, quien no pierde la oportunidad de hacer de las suyas. Esta vez se dirige a Leocadia para sembrar el miedo: le advierte que el escándalo del golpe que Ángela dio al marqués de Andújar ya corre como pólvora entre la aristocracia. Su hija está en boca de todos, y la reputación de la familia pende de un hilo. Leocadia comienza a inquietarse. El fuego que encendió con su ambición comienza a quemarla lentamente. ¿Será este el principio de su caída o solo una advertencia más que pasará sin consecuencias?
La verdad es que los conflictos crecen a cada minuto, y las tensiones están más elevadas que nunca. En este capítulo veremos cómo los personajes se mueven entre amenazas, confrontaciones, alianzas inesperadas y decisiones difíciles. Mientras unos tratan de recuperar lo perdido, otros se aferran al poder a cualquier precio.
Lope desaparece en silencio, Vera desespera, Manuel se enfrenta a Leocadia, el barón amenaza al marqués, Catalina resiste, y el servicio se reorganiza en la sombra. Las piezas del juego están en constante movimiento, y el tablero de La Promesa arde en medio de reproches, traiciones y luchas por el control.