SPOILER: La Promesa – Martes 24 de junio de 2025
En el capítulo 622 de La Promesa, emitido el martes 24 de junio de 2025, las tensiones palaciegas se intensifican en medio de preparativos para una celebración que esconde mucho más que lo que aparenta. Este episodio pone en evidencia las maniobras de poder, los intereses ocultos y las luchas internas entre los personajes, tanto en la nobleza como en la servidumbre.
El capítulo comienza con una conversación significativa entre Rómulo y Manuel. El mayordomo, con la prudencia que lo caracteriza, le revela al joven que la fiesta organizada para conmemorar el nuevo título nobiliario de Adriano no tiene un único propósito. Si bien la ocasión parece celebratoria, el verdadero trasfondo es introducir a Adriano en los círculos aristocráticos y, más concretamente, presentarle una candidata apropiada para casarse, alguien de su misma clase social.
Este descubrimiento inquieta profundamente a Manuel, quien no puede evitar sospechar que todo podría ser una estrategia de doña Leocadia. Aunque en apariencia la idea podría haber surgido de su padre Alonso, Manuel intuye que Leocadia es quien realmente está moviendo los hilos desde las sombras, manipulando los acontecimientos mientras Alonso permanece completamente ajeno.
Mientras tanto, en los salones y pasillos del palacio, Catalina y María Fernández dedican todo su tiempo y esfuerzo a instruir a Adriano en las complejas reglas del protocolo aristocrático. Las buenas intenciones de ambas no bastan para disipar el malestar del joven, quien se siente completamente fuera de lugar. La sensación de estar siendo empujado hacia una vida que no le pertenece es cada vez más fuerte. Esa incomodidad —aparentemente circunstancial— podría, sin embargo, ser precisamente el resultado deseado por Leocadia y Lisandro: usar un evento de gran magnitud para desplazar lentamente el control familiar sin darles tiempo a adaptarse.
En otro frente, López, el cocinero de origen humilde pero con conexiones nobles, comienza a inquietarse por las verdaderas intenciones de Lisandro. Convencido de que se trama algo más allá de lo evidente, le pide ayuda a Vera, su pareja, para conseguir una invitación al palacio de los duques de Carril. La misión es arriesgada, y López lo sabe, pero siente que ya no puede quedarse al margen.
Poco después, López recibe una carta de Trini, la joven empleada de la joyería Job, quien fue compañera de la recientemente desaparecida Esmeralda. El contenido de la misiva es alarmante, y todo apunta a que el destino de Esmeralda podría ser más oscuro de lo que imaginaban. El misterio alrededor de la joyería se vuelve aún más espeso, y los personajes se enfrentan a una nueva amenaza que crece fuera del palacio.
Pero el foco de muchas miradas recae en Petra Arcos, quien regresa de manera fulminante a su puesto como ama de llaves. Lejos de mostrarse arrepentida o humilde, Petra vuelve con una actitud desafiante y decidida, logrando casi de inmediato ganarse la confianza de doña Leocadia. Esta última, de hecho, le promete a Petra una misión importante, un encargo que pondrá a prueba tanto su lealtad como su eficacia, y que podría cambiar el equilibrio del poder en el palacio.
Como era de esperarse, la servidumbre no reacciona bien a su retorno, y la tensión no tarda en manifestarse. Especialmente María Fernández, profundamente disgustada con su regreso, no es capaz de disimular su rechazo. La primera gran confrontación entre ambas se produce cuando Petra toma partido a favor de Samuel en medio de una discusión. Esta defensa —inusual e inesperada— prende la chispa que enciende la disputa.
Por su parte, Ángela, hija de doña Leocadia, atraviesa un momento de gran inquietud. Recientemente ha sido asignada como asistente de Lorenzo, conocido también como el capitán Garrapata, un hombre de poca diligencia y muchas sospechas. Ángela sospecha que su madre está usando esta situación para presionarla y forzar su salida de La Promesa, llevándola a una situación insostenible.
Curro, enterado de la tensión que vive la joven, no se queda de brazos cruzados. Enfrenta directamente a Lorenzo, cuestionando su comportamiento y exigiéndole respeto. Al mismo tiempo, le pide a Martina que vigile de cerca a Ángela, temiendo por su seguridad emocional y física.
Finalmente, en una línea emocionalmente poderosa, Manuel toma una decisión crucial. A diferencia de ocasiones anteriores, donde optaba por ignorarlas, esta vez decide leer la carta enviada por su madre, Cruz, quien permanece encarcelada. Al hacerlo, empieza a entrever una verdad que había estado evitando durante mucho tiempo: Leocadia no solo ha ocupado el lugar físico de su madre, sino que también ha manipulado su entorno hasta hacerlo suyo.
Por primera vez, Manuel se siente emocionalmente preparado para afrontar lo que Cruz tiene que decirle. La lectura de la carta actúa como un catalizador que despierta en él una nueva determinación, una necesidad urgente de conocer la verdad y restaurar lo que Leocadia ha deformado a su conveniencia.
Con conspiraciones familiares, tensiones en el servicio, secretos en la aristocracia y amenazas externas, el episodio del 24 de junio marca un antes y un después en La Promesa. El regreso de Petra, la carta de Cruz, el malestar de Adriano y la creciente sospecha de Manuel anticipan un conflicto que se hará más visible en los capítulos por venir.
¿Logrará Manuel descubrir hasta dónde ha llegado la manipulación de Leocadia? ¿Qué misión tiene preparada para Petra? ¿Y qué esconde la desaparición de Esmeralda? Todo apunta a que lo peor está por comenzar.