Spoiler: “Capítulo 632 – La llegada de Ballesteros, regresos inesperados y resistencias valientes en La Promesa”
El capítulo 632 de La Promesa, emitido este miércoles 9 de julio, nos regala una explosiva combinación de sorpresas, regresos inesperados y personajes que por fin deciden plantar cara al poder. La gran sacudida llega con Cristóbal Ballesteros, el nuevo mayordomo jefe, cuya designación deja estupefactos a todos en la casa. Leocadia, moviendo hilos a escondidas, ha impuesto su elección sin consultar a nadie. Ni la familia ni el servicio lo ven venir, y menos aún Ricardo Pellicer, quien ya se veía ocupando el puesto que fue de Rómulo.
En plena comida, Leocadia revela el nombramiento con su típica altanería, describiendo a Ballesteros como alguien que aporta “distinción” al entorno. Pero Catalina no se queda callada y le reprocha el desprecio hacia Ricardo, dejando claro que su lealtad está con quienes lo merecen. Aunque herido en su orgullo, Ricardo guarda silencio… hasta que un rayo de luz aparece: su hijo, Santos, llega sin previo aviso. El reencuentro, lleno de emoción, devuelve a Ricardo la sonrisa, al menos por un momento.
Por otro lado, la tensión entre la nobleza y los trabajadores vuelve a estallar. El varón de Valladares se presenta en La Promesa con aires de superioridad y exige negociar asuntos del campo exclusivamente con hombres. Catalina, firme como siempre, se niega rotundamente a tolerar esa actitud machista. Adriano, su esposo, interviene para dejar claro que en su casa se valora el respeto, no los títulos. Pero Martina, lejos de apoyar a su prima, la acusa de poner en peligro las relaciones con los antiguos aliados del marqués. Lo que está en juego es algo mucho más profundo: Catalina quiere dignificar a los jornaleros, pero la vieja aristocracia no está dispuesta a ceder.
Mientras tanto, en el hangar comienza a gestarse un romance: Enora, ya contratada oficialmente por Manuel, comparte una escena significativa con Toño. Ella le agradece el apoyo y le planta un beso en la mejilla antes de marcharse, dejándolo completamente descolocado. Un gesto sencillo pero que anticipa sentimientos que comienzan a florecer.
En otro frente, la historia de Ángela se llena de fuerza. El capitán Lorenzo de la Mata insiste en que debe ir a disculparse con el marqués de Andújar, un hombre de reputación cuestionable. Pero esta vez, Ángela no cede. Armada con el apoyo de Curro, y empoderada tras una conversación íntima con él, rechaza la orden de Lorenzo y lo acusa abiertamente de haber compartido indecencias con el marqués. Su valentía marca un antes y un después en su historia.
En el cierre del episodio, otro misterio se intensifica: Esmeralda, la encargada de la joyería Job, ha desaparecido. La alarma crece entre Curro, Vera y Pía, quienes temen por su seguridad. Vera incluso se plantea viajar a Luján para investigar por su cuenta, convencida de que algo más oscuro se oculta tras esa desaparición. Mientras tanto, López sigue infiltrado en el palacio de los duques de Carril, lo que podría tener implicaciones peligrosas.
Y mientras el drama sacude todos los rincones de La Promesa, Curro y Ángela siguen disfrutando de su romance secreto, exprimiendo cada momento como si fuera el último. Ella ha decidido quedarse en la finca, enfrentarse a su madre y al capitán, y vivir su vida con libertad. Esta joven pareja representa uno de los amores más valientes y sinceros que ha dado la serie.
Con la llegada de un mayordomo que promete trastocar el equilibrio de la finca, un hijo que reaparece para sanar viejas heridas, y mujeres que se rebelan ante los abusos de poder, este episodio confirma que La Promesa sigue creciendo en intensidad. Todo está a punto de cambiar, y los cimientos emocionales y sociales de la finca temblarán como nunca.