Bienvenidos a este nuevo vídeo de avance de La Promesa del miércoles 20 de agosto de 2025

El miércoles 20 de agosto de 2025, La Promesa nos prepara un capítulo cargado de tensión, secretos y giros inesperados. En esta entrega, los hilos que conectan a cada personaje se tensan hasta límites insospechados, y cada acción, por pequeña que parezca, puede cambiar el destino de la familia Luján y de todos quienes habitan el palacio. Como siempre, los avances diarios nos permiten vislumbrar cómo se desarrollan las intrigas, los amores y las traiciones en el corazón de esta historia.

Alonso, el marqués de Luján, sigue enfrentándose a las complejidades familiares que amenazan con desbordarse. Después del conflicto con su hijo Manuel, se ve nuevamente atrapado en medio de la guerra silenciosa que libran Martina y Catalina. Las dos mujeres mantienen una tensión creciente que amenaza con colapsar la paz en el palacio, y el marqués, consciente de que la disputa puede salirse de control, intenta intervenir para mediar. Su estrategia, sin embargo, no es simple: sabe que no puede imponer autoridad sin provocar una reacción negativa, por lo que busca aliados estratégicos dentro de la familia.

Para restaurar la armonía, Alonso recurre a Adriano y le exige que interceda con su esposa, instándola a reconsiderar sus decisiones respecto a la finca. La misión de Adriano no es fácil, porque Martina y Catalina se mantienen firmes en sus posturas y ningún intento de conciliación hasta ahora ha dado resultado. Cada palabra, cada gesto, se convierte en un delicado juego de poder que podría inclinar la balanza a favor de una u otra, y Alonso observa cuidadosamente, evaluando cada movimiento y anticipando posibles consecuencias.

Mientras Alonso se ocupa de la disputa familiar, otra preocupación lo consume: la misteriosa ausencia de noticias sobre la detención de Lorenzo. La prensa guarda un silencio absoluto sobre un arresto que, por su gravedad, debería haber llenado titulares y páginas de periódico. Esta falta de información no hace más que aumentar las sospechas del marqués: ¿qué se esconde detrás de este vacío informativo? ¿Existe un complot que amenaza con arrastrar nuevamente a la familia al centro del escándalo? La incertidumbre lo hace dudar de las autoridades y de las intenciones de aquellos que deberían actuar con transparencia, y siente que algo mucho más peligroso se cierne sobre ellos desde las sombras.

El coronel Fuentes, hasta ahora una figura confiable para Alonso, ha desaparecido sin dejar rastro, y no hay avances visibles en el proceso judicial contra el capitán Garrapata. Leocadia intenta calmar al marqués, asegurándole que no hay motivos para alarmarse, pero Alonso, con su instinto acostumbrado a percibir peligros, comienza a unir las piezas sueltas de un rompecabezas que parece más complejo de lo que aparenta. Cada detalle, cada silencio, cada evasiva lo acerca lentamente a una verdad que podría cambiarlo todo.

Convencido de que la clave puede estar en Ángela, Alonso decide encararla directamente. Su sospecha es clara: ella, junto con Curro, podría tener algún grado de implicación en los hechos que rodean la detención de Lorenzo. Después de todo, Ángela era la encargada de la documentación del capitán y, por lo tanto, tenía acceso a contratos, cuentas y anotaciones que podrían contener información delicada. El marqués no busca acusarla precipitadamente, pero sí exige claridad. Cada palabra que intercambia con Ángela es medida, casi como un interrogatorio silencioso, y cada respuesta de la joven refleja su temor a ser descubierta.

Mientras tanto, en los rincones menos visibles del palacio, los secretos del servicio también emergen con fuerza. Toño enfrenta un dilema que lo deja al borde de la desesperación: descubre que Enora ha hecho pública su relación con él, y teme que esto complique aún más la situación, pues aún no le ha confesado lo más importante: que está casado. La revelación de Enora lo desconcierta y lo hace cuestionarse hasta qué punto puede confiar en ella. La tensión aumenta, y cualquier movimiento en falso podría poner en riesgo su posición y su seguridad.

En medio de todas estas tensiones, el vínculo entre Curro y Ángela sigue fortaleciéndose. Su relación, marcada por la pasión y la ternura, se convierte en un refugio en medio del caos que los rodea, aunque también está cargada de incertidumbre. Curro, al mismo tiempo que disfruta de este amor que ha comenzado a florecer, siente que una etapa esencial de su vida llega a su fin. La caída de Lorenzo, a quien responsabiliza de la muerte de su hermana Hann, simboliza el cierre de una misión personal que lo trajo a La Promesa: hallar al culpable y cumplir con la justicia de su familia. Sin embargo, Ángela se convierte en una razón poderosa para permanecer en el palacio, y juntos deberán decidir hasta dónde están dispuestos a llegar para protegerse mutuamente y enfrentar los obstáculos que les depara el destino.

Por otro lado, Vera experimenta una sorpresa que cambiará su perspectiva. Después de días de espera y de mantener la esperanza de recibir noticias de su hermano Federico, se encuentra con que quien llega a visitarla no es él. La inesperada aparición de otra figura altera sus expectativas y abre la puerta a nuevas intrigas, mientras que Manuel permanece expectante respecto a la decisión de Leocadia sobre la venta de su empresa. La señora prolonga deliberadamente su respuesta, manipulando la situación para ganar tiempo y evaluar cómo mover a cada pieza a su favor. Cuando finalmente toma una decisión, deja a Manuel sorprendido al declarar con firmeza que no piensa vender, obligando a padre e hijo a encontrar una manera de convivir con la tensión latente que apenas comienza a desarrollarse.

En otro escenario, Ricardo se ve obligado a abrir su corazón a Pía, confesándole lo difícil que está siendo anular su matrimonio con Ana. La conversación, cargada de ansiedad y vulnerabilidad, se ve abruptamente interrumpida por Cristóbal, lo que aumenta la preocupación de ambos sobre la posibilidad de que su relación secreta haya sido descubierta por el atento mayordomo. Cada palabra y cada gesto se convierten en un riesgo, y la tensión en el palacio parece multiplicarse con cada minuto que pasa.

El miércoles 20 de agosto, La Promesa nos presenta un capítulo donde el amor, los secretos y las traiciones convergen de manera inevitable. Alonso, atrapado entre la desconfianza y la necesidad de proteger a su familia; Curro y Ángela, enfrentando la incertidumbre de su amor y la sombra del pasado; Vera, sorprendida por revelaciones inesperadas; y Ricardo y Pía, navegando entre secretos y miedos, son solo algunas de las piezas de este intrincado rompecabezas. Cada escena promete mantenernos al borde del asiento, porque en La Promesa, la calma es siempre temporal y cada decisión puede desencadenar consecuencias inesperadas.

Con este capítulo, el miércoles 20 de agosto, nos adentramos en un mundo donde nada es lo que parece, donde cada gesto, cada silencio y cada palabra ocultan más de lo que revelan, y donde la tensión, el amor y la traición se entrelazan para mantenernos expectantes. La Promesa sigue demostrando por qué es la novela líder de la televisión española: un drama intenso, lleno de emociones, intriga y giros inesperados que nos mantiene pegados a la pantalla, día tras día.