La Promesa – Capítulo 640: Vuelven las tensiones, pero también la esperanza
La historia en La Promesa continúa cargada de drama, tensión y emociones encontradas, pero en medio del caos comienzan a surgir algunos atisbos de luz. En este episodio, que corresponde al miércoles 23 de julio, se nos presenta un panorama más alentador en cuanto al estado de salud de la pequeña Rafaela. Gracias a la dedicación del doctor Guillem —el único que tuvo el valor y la humanidad de acudir al palacio a pesar de las intimidaciones del varón de los Valladares— la niña empieza a mejorar. Sin embargo, este alivio momentáneo no significa que la guerra haya terminado.
Catalina y Adriano tienen claro que no pueden dejar impune la amenaza que sufrió su hija. Aunque el bienestar de la familia es lo primero, Catalina está decidida a no quedarse de brazos cruzados ante la injusticia. La recuperación de Rafaela marcará el inicio de una tormenta que podría poner en jaque al poderoso varón. No se trata solo de venganza, sino de hacer justicia.
Mientras tanto, en el hangar, la alegría inicial por el éxito del motor se transforma rápidamente en tensión emocional. Toño, conmovido y quizá algo inquieto, decide abrir su corazón a Manuel. Le confiesa que no está casado y que sus intenciones hacia Enora son sinceras. Asegura no ser un mujeriego y, con cierto nerviosismo, le revela que Enora ha estado hablando mucho de Manuel últimamente. ¿Será simplemente admiración profesional o hay algo más? Toño empieza a sospechar que Enora podría sentir algo más profundo por el heredero, lo cual podría alterar completamente la dinámica entre los tres.
Por otro lado, en una escena cargada de emociones, Santos y Ricardo Pellicer se enfrentan en una conversación sincera. Santos decide contarle a su padre la verdad sobre su madre, Ana la sombrerera, admitiendo que fue utilizado por ella como instrumento de venganza. Ricardo recibe la confesión con resignación, sabiendo que sus advertencias eran ciertas. No obstante, la herida entre Santos y Pía sigue abierta. A pesar de la bondad de esta última, Santos sigue sin perdonarla. ¿Podrán reconciliarse en algún momento o el resentimiento está demasiado enraizado?
En cuanto al joven Curro, sus nervios están al borde del colapso. Tanto Pía como Lope le advierten que debe calmarse o podría cometer un error irreversible. La situación con Lorenzo de la Mata, el temido capitán garrapata, está llegando a un punto insostenible. Curro se siente acorralado, dispuesto a arriesgarlo todo por justicia, pero eso podría poner en peligro no solo su vida, sino también la de quienes lo apoyan.
La angustia también golpea a María Fernández, que se enfrenta a una dolorosa incertidumbre: Samuel ha desaparecido. Catalina le informa que, tras llamar al obispado, le confirmaron que Samuel nunca llegó a su destino. Esta noticia deja helada a María, que, junto a Petra, empieza una desesperada búsqueda de respuestas. Petra incluso se dirige personalmente al refugio, pero nadie sabe nada. El silencio que encuentra solo aumenta la desesperación. ¿Qué ha pasado realmente con Samuel? ¿Está detenido? ¿Fue secuestrado? ¿Asaltado? ¿O hay algo más oscuro detrás?
Por otro lado, la siempre controladora Leocadia vuelve a imponer su voluntad al intentar impedir que su hija Ángela cuide de Andresito por las noches, como ha venido haciendo para evitar contagiar a Rafaela. Leocadia considera que esa labor no es digna de una señorita, y prefiere que una doncella se encargue. Pero esta vez Ángela se planta y defiende su deseo de cuidar al niño. Esta confrontación madre-hija podría tener consecuencias inesperadas, aunque los que conocen a Ángela saben que cuando se propone algo, difícilmente se echa atrás.
En este episodio también se revela que Ángela ha decidido seguir adelante con su arriesgado plan, pese a los temores de Curro. La joven le confiesa a Pía que ha empezado a investigar seriamente al capitán garrapata, y está descubriendo conexiones turbias entre varios personajes siniestros del pasado: Lorenzo de la Mata, el conde de Carril, el marqués de Andújar —el mismo al que Ángela no dudó en dar un puñetazo tras una situación inapropiada—. Todos parecen estar involucrados en negocios sucios, y Ángela está recopilando pruebas con la esperanza de poder desenmascararlos.
En paralelo, Leocadia sigue obsesionada con la imagen social de su hija, y por ello acude a Lorenzo para pedirle que “limpie” la reputación de Ángela. Pero el plan que se le ocurre al capitán garrapata es tan absurdo como siniestro. Su mente retorcida plantea una solución surrealista que, sin duda, traerá consecuencias. Afortunadamente, si Ángela consigue reunir las pruebas necesarias, podría terminar con el poder de Lorenzo de una vez por todas.
Finalmente, el episodio nos deja con dos grandes interrogantes: ¿Dónde está Samuel realmente? ¿Qué plan disparatado ideó Lorenzo para proteger la imagen de Ángela? Ambas preguntas prometen respuestas impactantes en los próximos capítulos. Lo que sí queda claro es que la tensión en La Promesa no ha terminado y que cada uno de los personajes se enfrentará a decisiones difíciles que marcarán su destino.
Mañana, como siempre, descubriremos juntos un nuevo capítulo de nuestra novela preferida. ¡No te lo pierdas!