Spoiler: La Promesa – Miércoles 30 de abril – La llegada de Eugenia causa revuelo en La Promesa
El episodio del miércoles 30 de abril de La Promesa trae consigo un giro inesperado: el misterioso obsequio prometido por Ayala se concreta en la sorprendente llegada de Eugenia al palacio, causando una gran conmoción entre los habitantes. Nadie esperaba que el conde decidiera enviar a su esposa a convivir con la familia Luján, y su presencia pone en jaque el frágil equilibrio que hasta ahora se había mantenido.
Desde el primer momento, Lorenzo intenta mantener a Eugenia alejada de los asuntos del hogar, temiendo que su intervención pueda alterar las delicadas dinámicas familiares. Sin embargo, su intento por aislarla choca con la actitud del resto de la familia, que no ve con malos ojos su integración. Para evitar que Eugenia sufra un shock emocional al descubrir todo lo sucedido recientemente, Alonso y Lorenzo toman una medida simbólica pero significativa: reinstauran a Curro como “señorito” de forma temporal. Esta decisión no solo afecta a Curro, sino que también reaviva viejos roles y recuerdos, mientras todos se esfuerzan por mantener la fachada ante Eugenia.
El mayor desafío para la familia es lidiar con las preguntas de Eugenia, especialmente su inquietud por la ausencia de Cruz. Nadie sabe cómo ni cuándo revelar la verdad, y esa tensión empieza a calar hondo en todos los miembros del palacio.
Mientras tanto, Martina enfrenta el rechazo y aislamiento emocional tras su visita a la cárcel. Su decisión ha causado un terremoto en su entorno, y aunque Jacobo trata de brindarle apoyo, ella se mantiene firme, convencida de que actuó correctamente. No busca comprensión, solo respeto por sus convicciones, aunque esto la deje sola.
Por su parte, Manuel y Toño enfrentan una dura realidad económica. Al revisar los números de su proyecto de motores para aeroplanos, descubren que necesitarán una inversión significativa que aún no tienen. Sus sueños están en pausa mientras buscan soluciones para financiar su ambicioso emprendimiento.
En otro frente, Alonso, influido por las advertencias de Leocadia, empieza a dudar sobre el compromiso entre Catalina y Adriano. Leocadia, temerosa de que este enlace pueda dañar su imagen y la de la familia, no oculta su desaprobación. Esto lleva al marqués a tomar una decisión radical: revocar su aprobación a la boda, congelando los planes nupciales de forma indefinida.
Mientras tanto, Petra vuelve a moverse entre sombras. Decide investigar sobre la vacante en la panadería que dejó Ana con la intención de colocar allí a una amiga suya. Esta maniobra levanta sospechas entre el servicio, que se pregunta quién es esa misteriosa mujer a la que Petra desea ayudar.
La tensión entre el personal no se limita a este asunto. La relación rota entre Rómulo y Emilia es un tema constante en los pasillos. Nadie sabe exactamente qué ocurrió, pero la ruptura fue abrupta y está alimentando habladurías y especulaciones. Emilia exige respuestas, pero Rómulo se resiste, cerrando la puerta a cualquier explicación, lo que no hace más que avivar los rumores.
Con la llegada de Eugenia, los secretos del pasado están más cerca que nunca de salir a la luz. Todo el palacio vive en un estado de alerta, sabiendo que cualquier descuido puede desencadenar consecuencias irreversibles. Este episodio se convierte en un punto de inflexión donde cada personaje se ve obligado a tomar partido, a callar, mentir o actuar según lo que dicte su conciencia.
La Promesa no solo se enfrenta a una nueva crisis, sino a la posibilidad de que las máscaras caigan y con ellas, las verdades que tanto han intentado ocultar.