“LA PROMESA”: ¡OTRA SALIDA BOMBA! SE RUMOREA NUEVO ADIÓS EN LA TELESERIE — SPOILER
La teleserie La Promesa podría estar al borde de otra gran pérdida. Aún sin haberse recuperado del impacto por la muerte de Hann y tras la salida de Cruz, los rumores sobre la posible despedida de Lorenzo de la Mata tienen en vilo a los espectadores. No es un personaje cualquiera: durante muchos episodios ha sido el cerebro en la sombra, el manipulador elegante, el villano que actúa con guantes de seda… pero con puño de hierro. Ahora, su caída parece inevitable.
Todo ha comenzado con el regreso inesperado de Eugenia, interpretada magistralmente por Alicia Moruno. No vuelve como víctima, sino como una mujer endurecida por el dolor y lista para ajustar cuentas. Fue encerrada durante años en un sanatorio tras ser apartada de su hijo y de la vida pública por una conspiración urdida —nada más y nada menos— que por su propio esposo, Lorenzo. Él la desacreditó, la silenció y la apartó. Pero ahora ha vuelto, y con su testimonio, ha desatado una tormenta que podría cambiar el curso de la historia.
Eugenia ha confirmado que fue Lorenzo quien la arrojó por las escaleras durante una discusión, una agresión que la dejó postrada en una silla de ruedas. Su relato, desgarrador, también expone la separación forzosa de su hijo Curro, al que le arrebataron sin piedad. Con estas revelaciones, Lorenzo queda completamente al descubierto. Ya no hay excusas, ni versiones alternativas. El secreto mejor guardado ha salido a la luz, y con él, la imagen de Lorenzo como “hombre honorable” se desmorona.
Esto no solo conmueve a los personajes cercanos, sino que altera por completo el equilibrio de poder en el palacio. Lorenzo, otrora influyente y peligroso, ha perdido el control. El Conde de Ayala, su enemigo más directo, ha sido clave en esta debacle, apoyando el regreso de Eugenia y facilitando que la verdad se escuche al fin. Lorenzo se encuentra sin aliados, sin recursos y, lo más grave, sin narrativa propia: su arco parece haber llegado a un punto muerto.
Entonces surge la gran pregunta: ¿Tiene sentido que Lorenzo siga en la serie? En términos argumentales, su ciclo parece completo. Ya se ha expuesto su maldad, ya se ha destapado su crimen, y ya se ha perdido la poca simpatía que podía generar. Algunos pensarían que su salida es inminente, incluso necesaria. Pero La Promesa ha demostrado ser experta en reinventarse.
Recordemos cómo supo superar la marcha de Cruz. Pese a los temores, la historia se mantuvo fuerte, introduciendo a Leocadia como nueva figura de poder. Con Hann, el corazón emocional de la serie, también se creyó que el golpe sería insuperable, pero la trama se fortaleció y el público respondió con aún más fidelidad. ¿Podría ahora repetirse esta fórmula con Lorenzo?
Es posible. Pero también cabe una jugada final: una alianza de villanos. Si Leocadia quiere mantener su posición privilegiada, podría ver en Lorenzo —pese a estar quemado— un aliado útil para enfrentar a la creciente amenaza que representa Eugenia. La nueva Eugenia no es una víctima indefensa: es una mujer decidida, firme y con sed de justicia. Su presencia podría redefinir el conflicto central de la serie.

En ese escenario, Lorenzo y Leocadia podrían unirse para resistir el avance de Eugenia. Sería una alianza inesperada, sí, pero explosiva. Dos personajes oscuros unidos por conveniencia, dispuestos a todo con tal de no perder su poder. Una batalla a tres bandas que haría temblar los cimientos de la finca. Esta opción permitiría que Lorenzo permanezca un poco más, al menos para orquestar su venganza o protagonizar una última jugada maestra.
Incluso podría vislumbrarse una redención parcial. Aunque sus crímenes parecen imperdonables, la ficción permite a veces caminos inesperados. No sería raro que el guion le reservase un cierre dramático, tal vez una confesión final, un acto de sacrificio o, incluso, una caída violenta. Todo está sobre la mesa: muerte, exilio, encarcelamiento o traición. La serie ha dejado claro que no se casa con finales previsibles.
Lo importante es que La Promesa no se define por un solo personaje. Es una historia coral, de tensión constante y giros bien medidos. Por eso, aunque Lorenzo se marche, la serie puede seguir siendo un éxito. De hecho, en RTVE Play continúa liderando audiencias, con cifras récord durante el primer trimestre de 2025. El público ha demostrado que está listo para asumir cambios, para despedirse de viejos rostros y enamorarse de nuevos.
Si finalmente Lorenzo se va, será una salida cargada de simbolismo. Representará el cierre de una etapa marcada por la traición, la violencia invisible y el abuso de poder. Dará paso a una nueva era donde personajes como Eugenia, Leocadia o incluso el Conde de Ayala tomarán el relevo. Pero su legado seguirá latente: el hombre que encarnó la ambición disfrazada de honor, la crueldad con modales refinados, dejará una huella imborrable.
La conclusión es clara: Lorenzo está en la cuerda floja. Su historia se está agotando y su presencia, una vez imponente, se desdibuja. A menos que encuentre una última vía de escape, todo indica que su tiempo en La Promesa ha llegado a su final. Pero con esta serie, nunca se puede estar del todo seguro. Y eso es precisamente lo que la hace adictiva.