⚠️ Spoiler: La Promesa – Petra Desenmascara a Leocadia en el Gran Banquete
En uno de los momentos más impactantes de La Promesa, Petra, acusada injustamente de haber enviado cartas que provocaron la excomunión del padre Samuel, inicia un desesperado camino para limpiar su nombre. Rechazada por doña Catalina y con todo en su contra, la exgobernanta recurre a su último refugio: la verdad.
A través de un valiente enfrentamiento con Rómulo y una desgarradora conversación con Catalina, Petra defiende su inocencia, aunque nadie parece creerle. Pero cuando acude al padre Samuel en la capilla, este le ofrece un rayo de esperanza: él sí cree en su palabra y la anima a descubrir quién está detrás de todo. La pista decisiva surge cuando Petra recuerda un comentario venenoso de Leocadia, la siempre altiva y ambiciosa dama de compañía.
Siguiendo su instinto, Petra confronta a Leocadia en sus aposentos, acusándola de ser la autora de las cartas. Aunque Leocadia niega todo con desprecio, Petra encuentra una prueba irrefutable: papel perfumado con violetas, idéntico al de las cartas enviadas al obispado, oculto junto a varios borradores en el baúl de Leocadia.
Esa misma noche, durante una elegante cena en honor a unos amigos de los marqueses, Petra irrumpe en el salón vestida con dignidad, pero decidida a revelar la verdad. Ante la estupefacción de los invitados y la furia de Catalina, Petra desenmascara públicamente a Leocadia. Con voz firme, expone las pruebas y deja caer el telón sobre la traidora. El silencio es roto por el estruendo de una jarra de vino estrellándose contra el suelo, mientras Leocadia, acorralada y humillada, intenta defenderse sin éxito.
Petra no pide su antiguo puesto ni mendiga perdón. Con el honor restaurado y la dignidad intacta, se retira del salón como una mujer libre, no vencida. La escena final muestra a una Petra renacida, no como una víctima, sino como la mujer que desafió a todo un palacio y venció.