📺 LA PROMESA – Avance viernes 30 de mayo, capítulo 606
Spoiler completo del capítulo 606 – Emisión: viernes 30 de mayo a las 18:20h (TVE)
El capítulo 606 de La Promesa viene cargado de tensión, intriga y posibles tragedias. A medida que se acerca el bautizo de los mellizos Rafaela y Andrés, los hijos de Catalina y Adriano, las piezas se mueven dentro del palacio con intenciones ocultas y decisiones forzadas.
Don Alonso, presionado por Leocadia, se convierte en portavoz de sus intereses y trata de convencer a Catalina y a Adriano para que nombren como padrino al Duque de Carvajal y Fuentes, don Lisandro. Aunque los padres de los mellizos aún recuerdan los desplantes del duque hacia Adriano, Alonso minimiza esos hechos e insiste en separar la figura del noble de la de Leocadia, a quien sigue defendiendo como una aliada leal a la familia. Sin embargo, es evidente que Alonso no ve las manipulaciones de Leocadia, quien actúa tras bastidores para afianzar su influencia sobre los Luján.
La tensión entre Lisandro y Adriano aún está latente en el ambiente, y esto se refleja también en una conversación entre San Jacobo y Martina. Jacobo, prometido de Martina, opina que el duque no tolera que alguien le plante cara, especialmente si se trata de alguien a quien considera de clase inferior. Esta percepción refuerza la sensación de desigualdad y resentimiento que Lisandro genera en algunos miembros de la familia.
Por otro lado, Manuel sigue intentando descubrir la verdad sobre el robo ocurrido recientemente. Sospecha de Toño, el hijo de Simona, y lo interroga en busca de una confesión. Sin embargo, el joven finge indiferencia y niega cualquier implicación. Adriano aconseja a Manuel que no deje pasar un asunto tan grave, ya que podría empeorar con el tiempo. Siguiendo este consejo, Manuel se decide a enfrentar directamente a Toño, sin más rodeos. La escena entre ambos promete ser tensa, y la incógnita sigue en el aire: ¿dirá Toño la verdad o seguirá escapando de sus responsabilidades?
Mientras tanto, Eugenia continúa su declive mental. Sus episodios de confusión se intensifican, y se sospecha que Lorenzo, también llamado “el capitán garrapata”, tiene algo que ver en ello. La situación se agrava cuando Leocadia, lejos de aliviar el sufrimiento de Eugenia, decide alimentar sus delirios. Utiliza el bautizo y a los hijos de Catalina —especialmente al pequeño Andrés— como instrumentos para perturbar aún más a la marquesa. En las escenas que se aproximan, veremos a Eugenia desorientada, hasta el punto de provocar preocupación generalizada entre los miembros de la familia.
En la zona de servicio del palacio, Petra se esfuerza por organizar el bautizo mientras enfrenta la actitud hostil de María Fernández. A pesar de la advertencia del padre Samuel para que la doncella mejore su trato hacia Petra, María no consigue contener su rechazo. En una escena muy incómoda, María llega incluso a faltarle el respeto a Petra delante de otros sirvientes. Este comportamiento motiva a Ricardo Pellicer a intervenir, advirtiéndole que no puede dirigirse así a sus superiores, ya que esto podría sentar un peligroso precedente entre el personal.
La situación de María se complica aún más cuando vuelve a ser confrontada por el tema de su posible excomunión. En el capítulo anterior, el padre Samuel había recibido una carta del obispado y, ante la insistencia de María, decide mostrársela directamente. Esto provoca gran preocupación en la doncella, que teme las consecuencias espirituales de sus actos. Aunque el sacerdote intenta restarle importancia, las dudas sobre qué actos pudieron motivar esa sanción se multiplican. Algunos creen que se trata de su implicación sentimental con el padre Samuel, quizás un beso que no pasó desapercibido, y que Petra, testigo del momento, habría informado al obispado.

En el plano sentimental, Rómulo y Emilia siguen inmersos en una maraña emocional. Tras haberse besado recientemente, el mayordomo no sabe si Emilia está molesta o no con él. Durante una conversación con Pía y Ricardo, Rómulo manifiesta su confusión. Sus amigos le recuerdan que Emilia aceptó una invitación para cenar con él, lo que sugiere que no hay resentimiento. Sin embargo, todo se complica cuando Emilia le anuncia a Rómulo que debe marcharse de La Promesa, llamada por el doctor Ferrer para asistir un parto complicado en otra localidad.
Lo que Rómulo aún desconoce es que Emilia no está casada, a pesar de que él así lo cree. La enfermera no ha querido confesarle toda la verdad sobre su vida, y su partida podría significar el final de una relación que apenas comenzaba a florecer. No obstante, las imágenes del avance muestran que Emilia estará presente durante el bautizo, lo que abre nuevas posibilidades: ¿se marchará definitivamente después o regresará? ¿Será ella una víctima del caos que se avecina?
Y es que todo apunta a que el bautizo terminará en tragedia. En el adelanto mostrado por TVE, se ve a Eugenia en el torreón con un bebé en brazos. Frente a ella, una figura masculina —que podría ser Curro o Manuel— intenta intervenir. La tensión es máxima, y hay teorías que sugieren que Eugenia podría llegar a lanzarse al vacío con el bebé. Aunque parezca una posibilidad extrema, no sería la primera vez que una serie diaria se atreve con una escena tan impactante, como ya ocurrió en otras ficciones del estilo.
El capítulo 606 se convierte así en una bomba de tiempo: decisiones forzadas, secretos no revelados, enfrentamientos entre clases y una tragedia que parece inevitable. ¿Será Eugenia quien dispare? ¿Morirá alguien durante el bautizo? ¿Caerá un inocente desde lo alto del torreón? Las respuestas aún no han sido reveladas, pero todo indica que este episodio marcará un antes y un después en la historia de La Promesa.