🔥 MAFIN – Sueños de Libertad 308: MARÍA ENFRENTA A PEDRO Y LO DEJA CONTRA LAS CUERDAS EN UNA NEGOCIACIÓN EXPLOSIVA
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En el capítulo 308 de Sueños de Libertad, asistimos a un momento cargado de tensión, manipulación y poder: María y Pedro se enfrentan en una negociación tan fría como peligrosa, donde las palabras son armas y el futuro de Julia pende de un hilo.
Todo comienza en un despacho cerrado, lejos de testigos. María, con una actitud firme y decidida, encara a Pedro con una mezcla de desconfianza e inteligencia. Sabe que no está allí por casualidad. Pedro ha ido a buscarla para asegurarse su voto en la próxima reunión clave de la familia, y María lo deja en claro: “No me subestimes. Sé perfectamente lo que estás intentando hacer.”
Pedro no se inmuta. Responde con calma, manteniendo su tono controlado. Asegura que, aunque no puede prever el futuro, tiene claro cómo se desarrollarán las cosas: la familia Reina intentará manipularla para que se ponga en su contra, ya sea con promesas o amenazas. Le recuerda hasta dónde han sido capaces de llegar antes. Pero María no se deja impresionar. Le responde con frialdad: “No me estás diciendo nada que no sepa.”
En ese momento, Pedro cambia de estrategia. Endurece su tono y lanza una advertencia velada: si no se pone de su lado, las consecuencias serán peores que cualquier cosa que haya vivido. María, lejos de intimidarse, lo interrumpe. Le dice con claridad que no está buscando sacar provecho de la situación de Julia, que no se moverá por interés.
Incluso menciona que Damián ya le hizo una propuesta similar y que también la rechazó. Pero Pedro va más allá: le ofrece el doble del valor de mercado por sus acciones. A diferencia de Damián, Pedro no solo busca cerrar un trato, sino comprar su lealtad con dinero y poder. Y además, le promete una jugosa comisión si lo ayuda a concretarlo rápidamente.
María, ante esta propuesta inesperadamente generosa, no oculta su sorpresa. No rechaza ni acepta. Simplemente pide tiempo para pensarlo. Pero Pedro, astuto como siempre, aprovecha ese momento de duda para dar su golpe más calculado: apela a su orgullo y sus heridas más profundas.
Le dice que él no sigue en esa casa por necesidad. Está allí porque no piensa rendirse hasta que los Reina le reconozcan el lugar que merece. Quiere que María se vea reflejada en su lucha, que conecte con su sed de justicia o, tal vez, venganza. Le plantea que venderle las acciones sería golpear a la familia Reina donde más les duele: en el control de la empresa.
Es una jugada peligrosa, pero efectiva. María ya no es solo una mujer que protege a Julia: ahora tiene poder, y todos lo saben. Aun así, no se deja llevar por la emoción. Repite que necesita tiempo para tomar una decisión. No se compromete, no se vende… pero tampoco cierra la puerta.
Pedro, satisfecho con haber sembrado la duda, cierra la conversación con una mezcla de cordialidad e insistencia. Le dice que tome todo el tiempo que necesite, pero que recuerde que con esa decisión, no solo se asegura un futuro sólido, sino que también protege a Julia para siempre.
El capítulo nos deja con una gran incógnita: ¿Cederá María ante la presión y el dinero de Pedro, o resistirá fiel a sus principios? ¿Podrá soportar la carga de decidir el destino de una familia entera… y de su propia conciencia?
🔔 No te pierdas lo que se viene en los próximos episodios de Sueños de Libertad, donde las alianzas se quiebran, los secretos salen a la luz y cada decisión puede ser la última carta en el juego del poder.
