MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 302: Conflicto total entre María y Begoña por el futuro de Julia 🔥
⚠️ Spoiler: Una batalla emocional por el amor y el destino de Julia
En el capítulo 302 de Sueños de Libertad, el drama familiar alcanza un nuevo nivel con un tenso enfrentamiento entre María y Begoña, ambas enzarzadas en una dura conversación que revela heridas del pasado, reproches no resueltos y una lucha silenciosa por el amor y el futuro de Julia.
Begoña, la madre biológica de la niña, explica que subió a su habitación para trabajar, pero desde entonces no ha vuelto a ver a Julia. María, alarmada, pregunta si la niña está enferma, pero Begoña aclara que simplemente querían dormir juntas, como cualquier madre e hija, un gesto que la hace sentir feliz y completa.
Sin embargo, el ambiente se enrarece rápidamente. María, dolida, recuerda que esa misma mañana Begoña estuvo a punto de abandonar la casa con Andrés, dejando atrás a Julia. Begoña admite su debilidad en aquel momento, pero sostiene que Julia es inteligente y sabe perfectamente quién ha estado siempre ahí… aunque matiza que no todo el tiempo junto a María fue positivo. Con franqueza, acusa a María de haber causado daño emocional a la niña, pese a su presencia constante.
María, herida, responde que Julia la quiere profundamente y conoce el afecto que ha recibido de su parte. Pero la situación se vuelve aún más dolorosa cuando Begoña revela una confesión desgarradora: Julia le pidió perdón por haber compartido experiencias de madre e hija con María, momentos que, en realidad, le correspondían vivir con su madre de sangre. Begoña no culpa a la niña, sino que sospecha que fue manipulada emocionalmente por María.

El cruce de acusaciones se intensifica. Begoña afirma con decisión que su sitio está junto a Julia y Andrés. Sin embargo, María le recuerda con frialdad que, legalmente, sigue siendo la esposa de Andrés, y lo será hasta que la muerte los separe. Incluso insinúa que el proceso de nulidad matrimonial podría estar viciado por influencias de alguien poderoso dentro del tribunal eclesiástico.
Begoña, firme y con el corazón en la mano, responde que el amor y los sentimientos valen más que los documentos legales. Para ella, la familia está conformada por el vínculo emocional, no por los papeles. Julia, Andrés y ella son una familia real, y harán todo lo posible por permanecer juntos y construir su felicidad.
María, incapaz de aceptar ese panorama, responde con sarcasmo y se marcha a leerle un cuento a Julia, decidida a seguir peleando por el lugar que siente que le pertenece.
Este capítulo deja claro que el conflicto entre María y Begoña ha dejado de ser solo sentimental: ahora es una guerra abierta por el alma de una niña, con el pasado, la culpa y el amor como armas.