MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 302 (Fina se enfrenta a su pasado cuando aparece Rojas🤔🤔)
SPOILER: Un momento de calma y humor entre Fina y Luis se convierte en una escena llena de incomodidad y recuerdos enterrados con la llegada inesperada de Rojas.
En el episodio 302 de Sueños de Libertad, presenciamos una escena que inicia con calidez y un toque ligero, pero que, poco a poco, se transforma en un episodio cargado de tensión emocional, revelando las grietas de un pasado que Fina preferiría olvidar.
La escena comienza en el laboratorio, donde Luis trabaja concentrado. Fina entra suavemente, saludándolo con amabilidad y discreción. Aunque Luis está ocupado, Fina rápidamente le aclara que no quiere interrumpirlo; solo ha venido a decirle lo feliz que está de verlo de nuevo. El gesto es genuino, libre de cualquier interés más allá del cariño sincero. Luis, aunque visiblemente estresado, se ablanda con la presencia de Fina. Le confiesa que el día ha sido difícil, pero ya que ella está allí, le propone algo: probar un nuevo perfume que está desarrollando.
Fina lo huele y queda encantada. Su rostro se ilumina y no duda en decirle que es una maravilla. Incluso añade que, si pudiera, lo compraría de inmediato. Luis, algo inseguro, le pregunta si lo dice para halagarlo, pero Fina insiste: le encanta de verdad. Coinciden en que el aroma es excelente, lo cual genera frustración en Luis, porque un cliente importante, la familia Miranda, lo rechazó.
Al parecer, fue la esposa, doña Chusa, quien no lo aprobó. Fina reacciona con resignación y un toque de humor sarcástico. Conoce perfectamente a esa mujer: María Jesús, la señora Miranda, es famosa entre las dependientas por ser exigente y difícil de complacer. Tiene una casa de verano cerca y cada vez que visita la tienda, causa un ambiente de tensión. Fina relata una anécdota que pinta perfectamente el carácter de doña Chusa: una vez pidió un carmín, no le gustó el primero que le ofrecieron, las vendedoras le mostraron más de treinta… y al final eligió el primero. Fina concluye que es su forma de imponer autoridad, de sentirse por encima de los demás.
Luis, intentando ver el lado gracioso, bromea con la idea de darle el mismo perfume rechazado pero en otro frasco. Fina sigue la broma, aunque también reconoce que doña Chusa probablemente notaría la trampa, o peor, terminaría eligiendo ese mismo perfume como hizo con el carmín. A pesar del humor, se percibe el agotamiento que provoca lidiar con este tipo de clientela.
Luis aprovecha el momento para abrirse un poco más. Comenta que su prima Marta lo está presionando para que modifique el perfume, a pesar de que, como Fina ya dijo, es una verdadera joya. Fina lo anima, recordándole que Marta sabe cómo lidiar con doña Chusa, y que si quiere ganarse al señor Miranda, primero debe conquistar a su esposa. Luis parece confundido, abrumado por la situación y las expectativas.
Es entonces cuando se produce el giro emocional de la escena: entra Amador Rojas. Su presencia provoca un cambio inmediato en Fina. Al verlo, su expresión cambia y se pone visiblemente nerviosa. Se le cae un libro, y aunque Rojas intenta ayudarla, ella se apresura a recogerlo antes de que él lo toque. La incomodidad es palpable. Rojas, con tono amable y formal, se presenta como el nuevo responsable de seguridad y prevención de riesgos de la fábrica.

Luis también se presenta, mencionando que acaba de regresar tras una operación. Rojas muestra conocimiento del asunto y expresa que quería hablar con él sobre el accidente. Pero mientras ellos conversan, la atención del espectador está en Fina, que no logra ocultar su incomodidad. Poco después, se excusa rápidamente y abandona el laboratorio.
Aunque el diálogo entre Luis y Rojas continúa, el clima de la escena ha cambiado drásticamente. Lo que comenzó como un intercambio amistoso y casi cómico, se torna en un momento denso e incómodo. La llegada de Rojas no solo interrumpe la dinámica entre Luis y Fina, sino que revela sin palabras un trasfondo más profundo y oscuro. La reacción de Fina no es casual; claramente hay un vínculo oculto, probablemente doloroso, entre ella y Rojas.
El episodio no da aún todas las respuestas, pero deja en claro que el pasado de Fina está lejos de ser tranquilo. Rojas no es un simple empleado de seguridad: su presencia activa recuerdos, temores y emociones que Fina ha intentado mantener bajo control. La escena, aunque breve en acción, es poderosa en subtexto. Sugiere que lo que se ha removido con la aparición de Rojas tiene un peso significativo en la historia de Fina, y que aún hay mucho por descubrir.
Este capítulo nos ofrece una de esas escenas en las que el verdadero drama no se dice, se siente. Lo que no se nombra, grita. Y lo que parece cotidiano, se vuelve profundamente revelador. Fina está al borde de enfrentarse con su pasado… y quizás con verdades que ha intentado enterrar durante mucho tiempo.