MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 303 (Juego de poder entre Pedro y Rojas dentro de la fábrica🔥🔥) – YouTube
En el episodio 303 de Sueños de Libertad, se desvela un juego de poder tenso y calculado entre Pedro y el inspector Rojas dentro de la fábrica. Lo que comienza como una conversación aparentemente cordial rápidamente se convierte en un enfrentamiento silencioso, donde ambos se lanzan sutiles amenazas y juegan con expectativas no expresadas. La escena inicia cuando Pedro, con tono relajado pero serio, bromea diciendo que le dijo a su hermana que no los interrumpiera, ni siquiera si hay un incendio, dando a entender que considera la reunión de gran importancia.
Rojas responde con sarcasmo, dejando entrever que se toma su trabajo muy en serio, sugiriendo que, si llegara a haber un incendio, el jefe de seguridad sería el responsable. A medida que la conversación avanza, Pedro menciona un informe que Rojas redactó y le pregunta cuánto costaría aplicar las sugerencias que contiene. Rojas, con tono firme, le responde que no puede ofrecer una cifra exacta en ese momento, ya que necesita revisar algunas áreas clave por segunda vez, como el laboratorio y el garaje. Pedro, insistente, pregunta por qué el proceso va tan lento, a lo que Rojas responde con dureza que no le pagan para hacer las cosas a medias, y que su trabajo es crucial para la seguridad de muchas personas; si algo llegara a suceder, la responsabilidad sería completamente suya.
Rojas deja claro que no está dispuesto a asumir riesgos innecesarios. Pedro, reconociendo la seriedad de la situación, da un paso atrás y admite la experiencia de Rojas, pero rápidamente vuelve a presionar, sugiriendo que revise la carretera de entrada a la fábrica, que ha sido dañada por el constante paso de camiones. Rojas acepta revisarla, pero le recuerda que dicha carretera es responsabilidad del Ayuntamiento, no de la fábrica. Pedro, insistente, le pide que haga un informe de los daños, y aunque Rojas se mantiene firme, le explica que este informe debe ser elaborado por el Ayuntamiento, no por él.
Ante esta negativa, Pedro se disculpa con una falsa humildad, alegando que habló sin conocimiento de causa. Rojas, tranquilo y profesional, le ofrece ayudarle en cualquier duda que tenga, pero la conversación toma un giro inesperado. En un momento de tensión, Pedro le pregunta a Rojas si ha hablado con Claudia Díaz sobre su hijo. Rojas niega tajantemente haber tenido esa conversación, y Pedro, aunque no insiste, deja en el aire una advertencia. Le dice a Rojas que, si se muestra leal y hace su trabajo correctamente, podrá recompensarlo y abrirle muchas puertas. Sin embargo, si llegara a traicionarlo, lo lamentará profundamente.
Rojas, con calma y sin perder la compostura, responde que sus informes siempre han sido claros y honestos, dejando en claro que no se dejará intimidar ni manipular. La escena termina con Rojas volviendo a sus tareas y Pedro despidiéndose con un cortés “gracias”. Aunque la conversación parecía tratar sobre temas logísticos y de seguridad, ambos saben que lo discutido va mucho más allá: se trata de poder, lealtades y las intrincadas tensiones que definen las relaciones dentro de la fábrica. Este diálogo demuestra que tanto Pedro como Rojas están jugando un juego peligroso, donde cualquier paso en falso podría tener consecuencias graves.
