🔥 MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 309 (Marta intenta salvar la empresa mientras todo se complica 🔥🔥) – YouTube

SPOILER EXTENDIDO:

En el capítulo 309 de Sueños de Libertad, la tensión por el control de la empresa alcanza un nuevo pico. Marta, Andrés y Damián protagonizan una intensa conversación cargada de preocupación, estrategias, y emociones a flor de piel. El futuro de la compañía —y de la familia— está en juego, y cada decisión podría marcar un antes y un después.

La escena comienza con los tres reunidos en la oficina, con semblantes serios y un ambiente cargado. Marta, con tono directo, lanza una pregunta clave: ¿Damián está dispuesto a permitir que los franceses de Brosart compren las acciones de la empresa, o todo esto es solo una jugada para frenar a Don Pedro?

Antes de que Damián pueda responder, Andrés interviene sin filtro. Dice que, si tuviera que elegir, preferiría mil veces al consorcio francés antes que seguir lidiando con Don Pedro. La tensión se eleva, pero Damián lo interrumpe, advirtiéndole que está dejando que el enojo lo guíe, en vez de pensar con claridad. Es cierto que Pedro es un problema, pero permitirle el paso a Brosart podría ser aún más peligroso.

Los tres recuerdan que Brosart siempre ha tenido intenciones ocultas. En el pasado, intentaron infiltrarse en la empresa utilizando a personas cercanas, y su estrategia ha sido agresiva desde el primer día. Abrirles la puerta ahora podría significar entregarles la empresa en bandeja de plata. Pedro es un enemigo, sí, pero Brosart podría ser un destructor silencioso.

Andrés intenta bajar un poco el tono. Aclara que no tiene planes de vender nada a Brosart. Su principal preocupación no es lo que él haga, sino lo que decida hacer María. Ella parece decidida a vender sus acciones, y eso lo pone en alerta. Sabe que convencerla no será fácil, especialmente después de todo lo que ha ocurrido.

Marta interviene con un dato que complica aún más la situación: la oferta de los franceses es muy tentadora. Están dispuestos a pagar el doble del valor de mercado por las acciones. Es una cifra difícil de ignorar. Pero Damián tiene una visión distinta. Cree que a María no le interesa el dinero. Según él, lo hace por venganza. Cuenta que la noche anterior le hizo una oferta mucho mejor que la de Pedro o la de Brosart, pero ella la rechazó sin dudar. Para Damián, está actuando guiada por el resentimiento.

A pesar del panorama oscuro, Marta intenta mantener la esperanza. Aún no se ha concretado ninguna venta, lo que significa que todavía hay una oportunidad para revertir la situación. Pero Damián es escéptico. Piensa que María ya tomó una decisión y que no les venderá bajo ninguna circunstancia. Entonces plantea una alternativa: si no pueden cambiar la decisión de María, quizá puedan forzar a Pedro a retirar su oferta.

Esa propuesta desata nuevas dudas. Marta considera que eso sería aún más difícil que convencer a María. Andrés coincide. Pedro es terco y no cede fácilmente, y María tampoco confiaría si la presión viene de ellos. Pero Damián no se rinde. Tiene una última carta bajo la manga.

Con determinación, se levanta, toma su abrigo y sale apresuradamente. No piensa perder tiempo. Marta, sorprendida por su repentina partida, mira a Andrés y le pregunta: “¿Va a hablar con Digna?” Andrés asiente. ¿Quién más podría ser?

El episodio deja claro que todas las miradas se vuelven hacia Digna. Ella podría ser la única capaz de hacer entrar en razón a Pedro… o de influir en María de una forma que los demás no pueden. Pero ¿está dispuesta a intervenir? ¿Querrá enfrentarse a Pedro por algo que él considera parte de su legado?

Este capítulo no solo profundiza en las rivalidades por el poder, sino que también revela hasta qué punto los vínculos personales —amores pasados, traiciones, lealtades familiares— siguen marcando cada movimiento en el tablero. Marta lucha por salvar la empresa que ayudó a construir, Andrés se enfrenta a su pasado con María y a su desconfianza hacia Pedro, y Damián, una vez más, se lanza al rescate en nombre de Julia… pero con más desgaste que nunca.

En medio de todo, María se mantiene como una figura clave e impredecible. ¿Está actuando movida por el dolor? ¿O está usando su poder como último acto de control? Y Pedro, astuto y calculador, sigue firme en su ambición. Pero sabe que si Digna interviene, todo puede cambiar.