🎥 MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 317 (La estrategia secreta de Damián en la oficina de Pedro 🤔🤔🔥🔥)
[Spoiler del episodio 317 – La verdad se enreda aún más]
El episodio 317 de Sueños de Libertad comienza con un tenso enfrentamiento en el despacho de la fábrica. Begoña busca explicarse con Damián, quien visiblemente molesto, no parece dispuesto a escucharla. Aunque ella insiste en hablar, él corta rápidamente la conversación, dejando en claro su frustración: está decepcionado y preocupado por su comportamiento.
Begoña, intentando romper la barrera emocional entre ambos, le recuerda a Damián que no pudo explicarse antes, especialmente delante de María. Quiere que entienda lo que sucedió realmente la noche de la discusión con Jesús. Damián, aún escéptico, le pide que cuente todo con detalle.
Entonces Begoña empieza a reconstruir la escena: en su desesperación por no perder contacto con Julia, le propuso a Jesús mudarse a París con ellos, con la intención de estar cerca de su hija. Pero lejos de recibir comprensión, Jesús reaccionó con desprecio. La insultó, la menospreció y la humilló con palabras crueles, acusándola de ser una mala influencia para Julia.
Damián, sorprendido por el nivel de agresión en las palabras de Jesús, quiere saber más. Le pregunta si, después de ser insultada así, se alteró emocionalmente. Begoña asiente y admite que intentó abofetarlo, aunque él la detuvo. Eso fue todo, asegura. Pero le deja claro que si Damián duda de ella, puede ir a la Guardia Civil y denunciarla.
La conversación da un giro más oscuro cuando Damián le plantea una pregunta clave: ¿Creía ella que Jesús podía haberse suicidado poco después de esa discusión? Begoña lo niega con firmeza. Jesús estaba furioso, sí, pero también estaba determinado a irse con Julia, no parecía alguien en crisis al borde del suicidio.
Entonces, ¿por qué no dijo nada cuando se difundieron las conclusiones oficiales de la Guardia Civil? Begoña confiesa que la teoría del suicidio la tomó por sorpresa, pero las pruebas parecían sólidas. Andrés y ella decidieron no decir nada para no entorpecer la investigación. Pensaron que su versión no aportaría información útil.
Damián, sin embargo, la acusa de haber contribuido con su silencio a que el crimen quedara impune. Le reprocha que su omisión pudo haber desviado toda la investigación. Antes de despedirla, le hace una última pregunta: ¿Vio a alguien más en los pasillos esa noche? Begoña niega haber visto a alguien. Damián, frustrado, le pide que se retire.
Tras este encuentro, Damián cambia de escenario y se dirige al despacho de don Pedro, con una actitud calmada pero estratégicamente estudiada. Disimula su enojo con una sonrisa e inicia una conversación aparentemente trivial sobre las ventas en las bases americanas. Pregunta por los gastos en producción y distribución, lo que hace que don Pedro levante la ceja. Sospecha que Damián quiere auditar su gestión. Damián lo niega, pero se ofrece a ayudar a reducir costes y optimizar procesos.
Don Pedro acepta su propuesta y le pide a Irene que le entregue la documentación correspondiente. Damián le pide a Irene que lo acompañe en la revisión, justificando que necesita su experiencia como líder del proyecto. Ella acepta, aunque con reservas. Cuando Damián se retira, Irene le confiesa a su hermano que no se siente cómoda a solas con él.
Don Pedro, aunque curioso, finge tranquilidad. Sospecha de las verdaderas intenciones de Damián. Cree que podría estar buscando información sobre Gorris o algo más comprometedor. Irene, preocupada, le recuerda que Andrés vio a Pedro hablando con Gorris. Don Pedro le pide que actúe con normalidad, pero con cautela. Le recuerda que confía en ella completamente, y que es la única capaz de manejar a Damián con astucia.
Más tarde, en el despacho de Damián, Irene y él revisan los documentos. Tras una serie de observaciones técnicas, Damián lanza un comentario disfrazado de halago: espera que sus sugerencias no sean ignoradas. Irene le asegura que, si su hermano lo considera útil, se tendrán en cuenta.
Intentando prolongar la conversación, Damián la invita a tomar un café. Su verdadero objetivo es indagar más. Le comenta que ha estado ausente de la fábrica porque está delegando tareas en sus hijos, aunque sigue atento a todo. Menciona a Gorris, el conflictivo operario que tuvo problemas con varios empleados y recientemente se atrevió a pedirle trabajo a don Pedro.

Tanto Irene como Damián coinciden en que Gorris es una persona problemática. Irene no entiende cómo ha logrado volver a la fábrica ni qué es lo que busca realmente. Damián lanza una insinuación: siempre sospechó que Gorris no actuó solo la primera vez, que sus movimientos respondían a órdenes superiores. Irene se mantiene firme y sugiere que algunas personas simplemente causan problemas sin necesidad de que nadie las dirija.
Damián, sin dejar de observarla, comenta lo mucho que aprecia el gesto que tuvo con Fermín, su amigo, al ayudarlo a reconciliarse con su hijo en Roma. La felicita por haber intervenido a pesar de no conocerlo personalmente, insinuando que ve en ella a una persona noble y hábil para resolver conflictos.
Después de su conversación, Irene se marcha y Damián queda solo en su despacho. A pesar de haber mostrado una fachada amable, su mente sigue inquieta. Algo no le cuadra. Su intuición le dice que hay piezas del rompecabezas que aún no están a la vista, y que Irene podría saber más de lo que aparenta.
Este episodio muestra que Sueños de Libertad no solo se mueve entre dramas personales y secretos del pasado, sino también en un juego de poder e inteligencia. Damián ha dejado de ser un simple observador y empieza a jugar su propia partida. ¿Está preparando una estrategia contra Pedro? ¿Sospecha de una conspiración más amplia en torno a la muerte de Jesús? ¿Podría Irene estar jugando a dos bandas?
Con cada conversación, cada insinuación, y cada documento revisado, se empieza a vislumbrar una trama de intereses ocultos, manipulaciones y posibles traiciones. Y mientras algunos buscan justicia, otros solo quieren proteger su lugar en la empresa… o su conciencia.