SPOILER: Revelaciones y tensiones familiares
En esta escena se desatan una serie de confrontaciones entre los personajes, donde se destapan secretos familiares, conflictos personales y sospechas graves. Manuela, visiblemente furiosa, enfrenta a Raúl con una acusación directa, a lo que él responde con desafiante seguridad. Andrés, al escuchar la acusación, interviene con una amenaza contundente: si Raúl insinúa algo más, será su último día en la casa. Esta reacción evidencia la atmósfera tensa y cargada de resentimientos acumulados.
Por otro lado, Luis, en un tono autoritario, le recuerda a Cristina, la nueva ayudante en el laboratorio, que él es quien controla cada frasco y que nadie puede actuar sin su aprobación. Esta actitud revela su necesidad de control y su postura dominante.
Mientras tanto, María, emocionalmente afectada, le ruega a Manuela que no la deje sola, temerosa de enfrentarse a sus propios pensamientos. Manuela, al consolarla, revela que recientemente tuvo un enfrentamiento, sugiriendo que el problema es más profundo de lo que aparenta.

Pedro, con desconfianza, se pregunta qué busca Cristina en ese lugar, a lo que Damián responde que lo hace para ayudar a Irene. Pedro duda de sus intenciones, pero también reconoce que el reencuentro con su hija le vendrá bien, a pesar de no tenerle mucho aprecio.
Más tarde, Andrés le recuerda a María que le prometió consultar con algunos especialistas para buscar una solución, pero ella responde resignada: “no tiene cura, ¿verdad?”.
Posteriormente, Carmen presenta a su hermano abogado, Afina, quien lo recibe cordialmente. Finalmente, Joaquín le confiesa a Andrés que su padre cree que don Pedro está detrás de la muerte de Jesús. Irene añade una revelación importante: Cristina Ricarte, la nueva ayudante de Luis, es en realidad su hija. Esta noticia desata la ira de don Pedro, quien lanza graves insultos, demostrando que la situación ha llegado a un punto crítico.