⚠️ Spoiler: La escena tensa y urgente con María, Andrés, Begoña, Luz y Manuela en un momento crítico
La escena comienza con una llamada de emergencia que recibe Andrés. Aunque no vemos su rostro, su voz muestra claramente preocupación y rapidez: entre palabras cortadas se oye cómo responde, “¿Qué, María? Voy para allá.” Esto deja claro desde el inicio que algo grave le ha ocurrido a María y la tensión se siente en el aire.
La acción se traslada rápidamente al lugar donde ya esperan Begoña y la doctora Luz. Allí también está Raúl, quien se muestra impaciente y los recrimina por la demora, mientras les informa apresuradamente que María está adentro, haciendo referencia a ella por un apodo cariñoso: “Marola.” Manuela, al verlas llegar, no puede ocultar su alivio y exclama, “¡Ay, gracias a Dios que ya están aquí!” antes de explicar que María sigue inconsciente.
Luz toma el control y examina a María con rapidez. Dirigiéndose a Manuela, pregunta sobre los vendajes que lleva puestos y le cuestiona si ella fue quien los hizo. Manuela aclara que fue ella junto con Raúl quienes aplicaron los vendajes, a lo que Luz responde con aprobación y tranquilidad: “Muy bien, Manuela, eso era lo que había que hacer.”
La tensión aumenta cuando Luz detecta que el pulso de María es muy débil. Entonces lanza una pregunta fundamental: “¿Con qué se hizo los cortes?” Manuela, visiblemente nerviosa y confundida, responde dudando, “No sé… puede que haya cogido algo de la comida… como don Andrés se llevó la bandeja, no sé si se le cayó a él o si ella ya lo tenía. No lo sé.” Esta incertidumbre introduce un misterio adicional: no queda claro si los cortes fueron accidentales o intencionales, si María se hizo daño a propósito o si fue un accidente provocado por alguna circunstancia confusa.

Luz insiste en la necesidad de actuar con rapidez y Manuela asegura que ya ha avisado a Andrés, quien debería estar llegando en cualquier momento. La doctora toma las riendas y le ordena a Begoña con autoridad: “Vamos a limpiar las heridas y cambiar los vendajes.” Mientras tanto, Manuela se ofrece a ayudar, asegurando que tiene las manos limpias para colaborar.
Todo el fragmento transmite con fuerza la gravedad de la situación y la urgencia por atender a María. La escena está cargada de emociones, incertidumbre y un sentimiento de alarma que envuelve a todos los personajes, mostrando un momento crítico que cambiará el curso de los acontecimientos.