🛑 Spoiler – Un accidente, una amenaza legal y una decisión que pone a Andrés contra las cuerdas
En medio de una situación urgente que podría comprometer la imagen y estabilidad de la empresa, Irene, Tacio y Pedro se ven obligados a reaccionar con rapidez. La tensión se dispara cuando Tacio interrumpe una conversación para informar de un incidente grave: una de las furgonetas de la empresa ha atropellado a un peatón cerca de la entrada de Chinchón. El conductor, Silas, lo llamó nervioso, pero trató de minimizar el impacto. Sin embargo, la gravedad del hecho quedó clara cuando el propio afectado, Antonio Salcedo, llamó desde el hospital asegurando que tiene dolores en brazos y piernas, y que planea denunciar a la empresa.
Pedro, claramente molesto, no puede ocultar su frustración. Siente que esto llega en el peor momento posible, justo cuando más está en juego la reputación del negocio. De inmediato da la orden de contactar al hombre para intentar calmarlo antes de que actúe legalmente. Irene, siempre resolutiva, se ofrece para manejar el aspecto legal y tomar contacto directo con Antonio. Sugiere que Pedro se concentre en asegurar que la producción de jabones se complete a tiempo.

Pero Pedro tiene otros planes. Para él, quien debe encargarse del problema es Andrés, el jefe de logística. Aunque Tacio le recuerda que Andrés está atravesando una situación personal complicada con María, Pedro no cede. Insiste en que es su responsabilidad y afirma que lo llamará de inmediato para que tome las riendas del asunto. Irene, aunque algo incómoda, acepta la decisión, y le pide a Tacio que encuentre a Andrés cuanto antes.
La escena muestra cómo, en momentos de crisis, las decisiones se toman bajo presión, y también revela hasta qué punto Pedro está dispuesto a anteponer el funcionamiento de la empresa, incluso si eso significa sobrecargar a Andrés en un momento emocionalmente delicado. La tensión no solo está en la fábrica… también en las relaciones personales.