Spoiler: Secretos, traiciones y decisiones cruciales en Perfumerías de la Reina

Esta mañana se desarrolla un tenso encuentro entre don Pedro y su abogado, quien le propone no solo seguir como asesor legal de la empresa, sino también asumir el cargo de secretario de la junta, ante la necesidad urgente de orientación jurídica en medio de un clima empresarial delicado. Don Pedro acepta sin objeciones, aunque deja claro que será su hermana quien formalice ese nuevo rol. Sin embargo, lo verdaderamente importante es la propuesta que viene después: el abogado sugiere que no continúen con la acusación particular contra Diosdado, el hombre que intentó robar medicamentos para su hija enferma. Aunque el plan inicial era llevarlo a juicio, el abogado advierte que hacerlo podría dañar la imagen de la empresa. La fiscalía ya actuará de oficio, y no hay necesidad de exponerse a una mala prensa, pues podrían parecer despiadados frente a la opinión pública. Don Pedro, sin embargo, defiende la idea de mostrarse firmes para evitar nuevos robos, mientras que su abogado insiste en reflexionar, insinuando que fue influenciado por Begoña, quien había visitado a Diosdado en prisión.

La conversación cambia de tono cuando surge el tema de imagen y comportamiento. El abogado pide a don Pedro que se mantenga sereno y profesional, sin reacciones violentas que puedan ponerlo en una mala posición, especialmente ahora que se le ha concedido confianza por las circunstancias extraordinarias que enfrenta la empresa. Mientras tanto, se anuncia que el perfume escogido para el 25 aniversario de la Banda de la Reina será aquel que inicialmente fue descartado por Galerías Miranda, lo cual provoca más desánimo en Luis, quien está lidiando con sus propias frustraciones.

Luz trae una noticia esperanzadora: Sandra, la hija de Diosdado, está mejorando gracias a los mismos medicamentos que su padre intentó robar. También conversa con Begoña sobre un artículo médico que ella ha escrito. Aunque está bien redactado, Luz siente que le falta voz personal, que está demasiado apegado a lo académico y carente de autenticidad. Begoña reconoce que aún lucha contra el síndrome de la impostora y que debe aprender a confiar en su experiencia. Luz la anima a encontrar su estilo, recordándole que su historia, aunque distinta, también es valiosa.

Por otro lado, Damián interrumpe el trabajo para hablar con Luis, aunque el momento no es el más oportuno. Le da buenas noticias: ha cambiado de opinión y quiere que Luis desarrolle la fragancia “Banda del Rey” y, además, le encarga tres perfumes más, uno por cada estación del año, para extender la celebración del aniversario. Luis sospecha de esta súbita actitud conciliadora, percibiéndola como una jugada más de Damián, aunque reconoce que la estrategia es inteligente. Damián, por su parte, le obsequia un licor con valor sentimental, con el que brindó junto al padre de Luis cuando crearon el primer perfume de la marca. Aun así, Luis duda de sus intenciones. La conversación termina con un gesto simbólico: Damián le deja la botella a Luis, diciéndole que él decidirá cuándo abrirla y con quién brindar.

La tensión emocional continúa en una escena íntima entre Begoña y Gabriel. Se encuentran en el despacho de la casa y, tras unos comentarios casuales, Begoña repara en el moretón de Gabriel. Él revela que don Pedro ha vuelto a recordarle el golpe que recibió, evidenciando que las tensiones no han disminuido. Gabriel confiesa estar decepcionado con don Pedro, y Begoña le responde con resignación: eso le pasa por esperar algo de él, afirmando que ella ya no espera nada de nadie. Ambos muestran signos de desgaste emocional y una creciente desconfianza hacia quienes los rodean.

En otra parte de la historia, Marta le revela a Pelayo una información escandalosa: la esposa de Miguel Ángel Vaca la contactó para contarle que su esposo tenía una hija fuera del matrimonio y mantenía una relación secreta en Madrid. La noticia ya circula en los medios, y aunque Pelayo se muestra sorprendido, Marta intuye que puede tratarse de una estrategia del propio Miguel Ángel para retirarse de la contienda política y dejar el camino libre a Pelayo. Aunque este último duda, Marta lo insta a tener cuidado, recordándole que en política hay quienes aparentan ser aliados pero pueden volverse enemigos en cualquier momento.

Finalmente, se revela que Marta y Pelayo están por viajar a Londres para iniciar un tratamiento de fertilidad. La decisión ha sido tomada en silencio, pero el momento de convertirse en padres está cada vez más cerca, lo que da un toque esperanzador a su relación.

Beltrán, por su parte, aparece inesperadamente en la colonia y pide reunirse con urgencia con alguien, evitando que se le vea en el laboratorio tras los eventos del día anterior. Mientras tanto, en otra escena más ligera, doña Digna trae una tortilla de patatas al trabajo, haciendo gala de su ternura maternal y de su humor, provocando una interacción simpática con los presentes.

El episodio cierra con una llamada internacional solicitada por una operadora, que parece tener un trasfondo importante y posiblemente relacionado con la medicina o con alguna estrategia futura de uno de los personajes.

Una vez más, lo personal, lo empresarial y lo político se entrelazan en un torbellino de decisiones difíciles, emociones reprimidas y planes estratégicos que darán forma al futuro de cada uno de estos personajes.