Spoiler: Crisis en Perfumerías de la Reina: El conflicto por el lirio y las tensiones entre Gabriel y Andrés
Desde las primeras horas de la mañana, el ambiente en Perfumerías de la Reina estaba cargado de tensión. Damián revisaba informes cuando Gabriel entró con rostro serio y, sin rodeos, le comunicó una noticia alarmante: los proveedores de lirio en Canarias habían decidido cancelar su pedido. Damián quedó desconcertado, pues creía que todo estaba acordado y que los hermanos Betancort les habían asegurado que la operación era segura.
Gabriel intentó calmar la situación y explicó que los hermanos Betancort habían recibido presiones por parte de un cliente portugués original, quien no toleraba retrasos y había amenazado con denunciar a los proveedores si no cumplían con la entrega. Para evitar perder a ese cliente tan importante, los canarios optaron por romper el trato con Perfumerías de la Reina.
Durante esta explicación, Gabriel lanzó una indirecta con ironía dirigida a Andrés, sugiriendo que quizás alguna acción suya había empeorado el problema. Damián, confundido, miró a Andrés esperando su respuesta. Sorprendido, Andrés preguntó de qué hablaba Gabriel.
Sin dudar, Gabriel le reveló la verdad: Andrés había contactado directamente a los Betancort para confirmar que el acuerdo que él había gestionado era legítimo y sin irregularidades.
La reacción de Damián fue inmediata y molesta. Se volvió hacia Andrés y le reprochó por qué había hecho eso, advirtiendo que esas dudas podrían dar una imagen de desunión y afectar la confianza de los proveedores.
Andrés se defendió diciendo que, como parte de la directiva, tenía la responsabilidad de asegurarse de que todo estuviera en orden. Añadió que los portugueses ya estaban molestos por otras causas y que su llamada no había tenido tanto impacto como Gabriel insinuaba.
La tensión entre ambos hombres creció y comenzaron a intercambiar comentarios cortantes. Andrés le dijo a Gabriel que su decisión no había sido la más inteligente, a lo que Gabriel respondió con frialdad que tampoco lo había sido la de Andrés.
A pesar del conflicto, Gabriel propuso comunicarse con Fabián Betancort para intentar solucionar el problema. Sin embargo, Damián decidió encargar la responsabilidad a Andrés como una forma de que asumiera las consecuencias de su intervención. “Encárgate tú de esto, Andrés. Habla con los Betancort, con los portugueses, y busca una solución”, ordenó Damián.
Andrés aceptó el reto, asegurando que no descansaría hasta resolver el problema. Antes de irse, miró a Gabriel y le preguntó si entre ellos todo estaba bien. Gabriel respondió afirmativamente, aunque reconoció que podía entender la molestia de Andrés por haber interferido en asuntos que usualmente le correspondían a él, pero aclaró que así funcionan los negocios y que todos deben estar preparados para esas situaciones.
La conversación concluyó con el compromiso de mantenerse comunicados durante el día, mientras cada uno intentaba apagar este nuevo incendio que amenazaba a la empresa.