MARTA AND FINA-Sueños de Libertad 378 (Pelayo, Marta nunca te va a amar y lo sabes

Marta no es tonta y sabe que cabe la posibilidad de que ese hombre aparezca por aquí buscando venganza

El ambiente estaba cargado de tensión desde primera hora de la mañana. Marta, consciente de los peligros que podrían acecharla, no dejaba que la preocupación la paralizara, aunque sabía que la sombra de aquel hombre trastornado podía aparecer en cualquier momento, movido por deseos de venganza. Su mente estaba alerta, calculando cada posible escenario, y se preparaba para actuar con prudencia, aunque la incertidumbre pesaba sobre todos los que la rodeaban.

“Estaremos atentos, no se preocupe”, dijo Pelayo con firmeza, intentando infundir seguridad en quienes lo escuchaban, aunque internamente también sentía la presión de protegerla. “Sobre todo tú, Playo, eres su marido y tu labor es cuidarla”, agregó, recordándole la responsabilidad que tenía sobre Marta. Playo asintió, consciente de que cada movimiento debía ser medido. “Descuídelo, no la dejaré sola en ningún momento. De todas formas, las autoridades estarán pronto con él”, aseguró, pero un hilo de duda cruzó su pensamiento: aquel hombre no solo estaba trastornado, sino que su imprevisibilidad lo convertía en un peligro constante.

Mientras tanto, la rutina del día continuaba con una mezcla de normalidad y alarma. Manuela llegó con un sobre para Damián, conteniendo las fotos que Fina había hecho y el texto que acompañaría al reportaje. Este material debía ser revisado cuidadosamente por Marta y su entorno antes de su publicación, asegurándose de que cada detalle reflejara la verdad sin comprometer la seguridad de nadie. La tensión era palpable: lo que parecía un simple trámite podía desencadenar consecuencias imprevisibles.

Avance de Sueños de libertad de hoy, lunes 27 de enero: Marta le confiesa a  Fina la propuesta que le ha hecho Pelayo | Series

En medio de todo esto, Andrés aprovechó un momento para explicarle a Begoña cómo habían descubierto que don Pedro probablemente intentaba interferir con su matrimonio, usando sus influencias dentro de la iglesia. Según Andrés, la interferencia no era gratuita: existía un acuerdo implícito, un trueque de favores en el que María proporcionaba apoyo en la gestión de las explotaciones más importantes de la empresa a cambio de que don Pedro bloquease la unión matrimonial. Sus palabras dejaban entrever la complejidad de la situación y la dificultad de tomar decisiones bajo presiones externas.

Andrés enfatizó que todo lo que había hecho, incluso mantener secretos, estaba motivado por su amor hacia Begoña. Admitió que no se sentía orgulloso de sus acciones, pero su única intención había sido poder estar a su lado. Begoña, con la firmeza que la caracterizaba, le recordó que el plan había salido mal, que sus decisiones habían causado daño y que muchas personas sufrían las consecuencias. Subrayó que las mentiras nunca traen nada bueno y que ella y Luz debían enfrentar las repercusiones de sus actos. La tensión entre ellos era evidente: Andrés buscaba comprensión, pero Begoña no estaba lista para ofrecérsela. La conversación terminó con Andrés saliendo, dejando un silencio cargado de culpa, responsabilidad y consecuencias morales.

En paralelo, la escena política se movía con una precisión calculada. La imagen de un matrimonio unido era justo el espaldarazo que se necesitaba para consolidar la carrera de algunos personajes clave. Cada detalle, desde las fotos hasta el texto revisado, debía reflejar estabilidad y confianza, una fachada cuidadosamente elaborada para mantener el equilibrio entre la vida privada y los intereses públicos. Aunque todo parecía bajo control, la sombra de la incertidumbre siempre estaba presente, recordando a todos que la calma podía romperse en cualquier momento.

Damián, siempre preocupado por la seguridad de Marta, se despidió asegurando que la prioridad máxima era proteger a su hija y mantener la unidad familiar. Pelayo observaba con atención, consciente de que detrás de la rutina y las palabras tranquilizadoras, la tensión y la amenaza seguían latentes. El recuerdo de su madre, doña Clara, resurgió en su mente, recordándole la rigidez con la que debía controlar a su esposa para no arruinarlo todo. La presión heredada, combinada con la obsesión personal, alimentaba un torbellino emocional que Pelayo no podía contener.

Su fijación con Marta crecía cada vez más. Sabía que ella no podía ser su esposa en la forma que él deseaba, pero su corazón estaba dividido, incapaz de aceptar otra realidad que no fuera la de tenerla cerca. La conciencia de que su fachada estaba a punto de derrumbarse aumentaba su desesperación, y cada momento de introspección le recordaba lo frágil que era la línea entre su control social y sus impulsos más oscuros. Pelayo se encontraba en un punto crítico: la obsesión, la venganza y la presión familiar convergían, presagiando un colapso que podría poner en riesgo no solo su bienestar, sino también la seguridad de Marta.

Fina le cuenta a sus amigas los planes de Marta y Pelayo: “Están pensando  ser padres”

Mientras tanto, las preocupaciones cotidianas continuaban, entre inversiones, reuniones y compromisos. La información sobre el patrimonio de Julia y la subida de acciones de aerolíneas traía alivio momentáneo, pero las desconfianzas no desaparecían. La memoria de engaños pasados y la dificultad de confiar en los demás mantenían a Begoña alerta, recordándole que la bondad no siempre se recompensa y que cada decisión tiene su precio. Andrés, por su parte, intentaba reforzar la confianza mutua, aunque la desconfianza seguía latente, un recordatorio constante de los errores y traiciones previas.

Finalmente, en medio de toda esta complejidad emocional y moral, surgían momentos de ternura y apoyo, como la invitación a comer juntos en el mejor restaurante de Toledo, un gesto simple que, sin embargo, simbolizaba la necesidad de mantener vínculos humanos y afectivos en medio del caos. La relación entre Begoña y Andrés, aunque marcada por la traición y la incertidumbre, demostraba que incluso en los entornos más complicados, la lealtad y el afecto podían ofrecer un refugio temporal.

Cada escena, cada conversación y cada decisión estaban impregnadas de tensión, conflictos éticos y emocionales, y de la constante amenaza de que las apariencias cuidadosamente construidas se derrumbaran. Marta, Playo, Pelayo, Andrés y Begoña navegaban entre la protección, la obsesión, la culpa y la responsabilidad, en un entramado donde el amor, la venganza y la supervivencia se entrelazaban de manera inseparable, dejando a todos al borde de un precipicio emocional que podía cambiarlo todo en cualquier instante.

Related articles

MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 382 (Ya extraño mucho a Fina. No puedo dejar de pensar en ella

Entonces, ¿dónde demonios se ha metido? La escena arranca con una tensión que casi puede respirarse. La incertidumbre sobre el paradero de Santiago lo impregna todo. El…

MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 382 (que no hemos visto nada, sargento

Pero daremos con él, no se preocupe La tensión en la historia se intensifica con un giro que combina la incertidumbre de una investigación policial con el…

MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 382 (Mi hermano es un monstruo, Digna

Don Pedro: entre sombras, traiciones y la verdad que hiere El ambiente se carga de tensión cuando los personajes se ven sacudidos por la incertidumbre sobre el…

MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 381 (Extraño a mi esposa, no puedo trabajar ni concentrarme

🔴 No puedo ni trabajar, Carmen: el desgarro de Marta y las verdades de Irene La trama de Sueños de Libertad continúa sumergiéndonos en un torbellino de…

MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 381 (Padre, me estás diciendo que no piense en Fina?

🔴 En cómo me ha abandonado el amor de mi vida: Marta entre el dolor y la fábrica El próximo episodio se sumerge en una de las…

Pelayo ha descubierto el cadáver… y se ha guardado el arma del crimen – Sueños de Libertad

⭐ Hoy estoy un poco más lejos de ser gobernador civil, y todo gracias a esa dependienta que tiene a Marta obsesionada La tensión vuelve a sacudir…

You cannot copy content of this page