MARTA Y FIN – Sueños de Libertad 302 (Rojas confiesa quién lo contrató realmente y sorprende a Marta🔥)

SPOILER: Un tenso cara a cara revela traiciones, amenazas ocultas y verdades que cambiarán el juego entre Marta, Rojas y Fina.

El capítulo 302 de Sueños de Libertad nos sumerge en una escena cargada de tensión emocional y revelaciones clave. Todo se desarrolla en la oficina de Marta, donde Rojas aparece sorpresivamente mientras ella atiende una llamada telefónica. Con cortesía, él le ofrece esperar, pero Marta, visiblemente molesta, minimiza el asunto y deja claro que no tiene paciencia para formalidades: la llamada era con su exsecretaria, que acaba de renunciar. Esta introducción ya marca un tono de molestia y cansancio por parte de Marta, quien quiere ir directo al grano.

Rojas intenta empezar con rodeos, pero Marta no se lo permite. Ella le exige que diga claramente por qué ha ido a verla. Al verse presionado, él admite que necesita hablar sobre Fina Valero. Este nombre cambia por completo la atmósfera: Marta se pone inmediatamente en guardia, mostrándose sobreprotectora. Le deja claro que Fina no tiene nada que ver con los asuntos laborales y que le incomoda profundamente que se la mencione.

Rojas intenta justificarse, diciendo que hay razones que lo obligan a sacarla a colación, aunque insiste en que ni Fina ni otras trabajadoras son parte de su objetivo. Marta lo enfrenta con firmeza: más le vale que eso sea verdad, porque su mera presencia ya es un problema. Rojas se mantiene tranquilo y le explica que fue su padre quien lo contrató para realizar un trabajo, y que él solo cumple con su deber de manera profesional.

Pero justo cuando la conversación parecía encaminarse hacia la calma, Rojas suelta una bomba: en realidad, no fue su padre quien lo contrató para estar en la fábrica… sino su hermano. Y su misión no era simplemente investigar asuntos laborales, sino seguir a la propia Marta. Esto sorprende profundamente a ella, que se siente invadida y usada. Le recrimina duramente el haberse metido en su vida privada y la de los demás, y le deja claro que su trabajo le parece inaceptable.

Rojas mantiene la calma, afirmando que para él todo es parte de un trabajo más, que una vez terminado, olvida lo ocurrido y pasa al siguiente caso. Pero Marta no baja la guardia y le pregunta directamente por qué entonces está hablando de Fina. Ahí viene otra revelación inesperada: Rojas se cruzó con Fina en el laboratorio, cuando fue a visitar a Luis, el primo de Marta. La reacción de Fina fue tan nerviosa que casi revela su tapadera.

Para alguien que opera de manera encubierta, esa reacción fue alarmante. Fina se comportó como si lo conociera de antes, como si hubiera visto algo que prefería no recordar. Marta, helada, le lanza una frase cargada de doble sentido: “Tal vez eso sea usted para ella”. Con eso deja entrever que existe un oscuro pasado compartido entre Fina y Rojas, un pasado que él intenta restarle importancia.

Aun así, Rojas insiste en que lo que hagan Marta o Fina en su vida privada no le interesa… aunque enseguida cambia de tono. Se pone serio y revela sus verdaderas intenciones: está tratando de proteger tanto a Marta como a su familia. Según él, hay amenazas reales dentro de la fábrica, y si alguien representa un peligro, no son ni Marta ni Fina, sino otras personas que aún no se han revelado del todo.

La actitud de Marta cambia sutilmente. Escucha, reflexiona, y parece comenzar a entender que hay fuerzas más grandes moviéndose tras bambalinas. Rojas le plantea una especie de trato implícito: si Marta quiere que él desaparezca algún día, debe dejarlo terminar su trabajo. Le advierte que un error, ya sea suyo o de Fina, podría echar por tierra meses de trabajo encubierto. La discreción es clave, y cualquier emoción mal manejada puede delatarlo.

La escena culmina con una pregunta directa de Rojas: “¿Se lo vas a decir a Fina?” Marta, sin palabras, asiente. Rojas se va sin mirar atrás. La oficina queda en silencio, pero cargada de tensión. La escena, aunque aparentemente cerrada, deja abiertas muchas preguntas y caminos posibles. ¿Qué pasó realmente entre Rojas y Fina? ¿Qué sabe él que Marta aún no comprende del todo? Y sobre todo, ¿cuáles son las verdaderas amenazas que se esconden en la fábrica?

Este capítulo marca un punto de inflexión. Las alianzas se redefinen, las mentiras salen a la luz y las emociones personales empiezan a jugar un papel decisivo. Una escena intensa y reveladora que anticipa conflictos aún más profundos en los próximos episodios.