Spoiler: Un beso que despierta dudas en “Sueños de Libertad”
En el próximo episodio de Sueños de Libertad, Cristina atraviesa un momento de gran confusión emocional. Sentada sola en la cafetería, observa su taza de café sin prestar atención real. Su mente no deja de dar vueltas a lo ocurrido recientemente: ese inesperado y arrebatador beso que compartió con Gabriel. Aunque fue breve, la intensidad del momento ha dejado una marca en ella, algo que no puede ignorar.
Sumida en sus pensamientos, Cristina ve entrar a Gabriel. Él también la ha visto y, aunque duda al principio, se acerca a ella con una sonrisa que revela cierta incomodidad. Cuando por fin se sientan cara a cara, Cristina rompe el silencio con una frase algo torpe, reconociendo lo raro que es encontrarse así tras lo sucedido. Gabriel asiente, admitiendo que para él también es incómodo.
Cristina, sorprendida por su honestidad, aprovecha para disculparse. Reconoce que fue ella quien se acercó primero y sugiere que quizá no debió hacerlo. Pero Gabriel, lejos de culparla, le responde con serenidad. Le deja claro que aunque ella dio el primer paso, él no se alejó. Más aún, confiesa que el beso no le molestó, al contrario, le gustó. La confesión desarma a Cristina. Se sonroja y baja la mirada, visiblemente alterada por la sinceridad del momento, atrapada entre la culpa y algo que no quiere nombrar.
Entonces, con un tono amable pero firme, Gabriel cambia el rumbo de la conversación. Le recuerda que está comprometida y que pronto se casará. Le dice que, por ese motivo, lo más sano es que lo que ocurrió entre ellos no vuelva a repetirse. Promete respetar ese límite y asegura que no volverá a cruzarlo. Cristina lo escucha con una mezcla de alivio y tristeza. Le agradece su sinceridad, aunque en su rostro se adivina una lucha interna que no se atreve a expresar.
Gabriel, tranquilo por haber aclarado las cosas, se despide. Dice que se va más en paz tras esa conversación. Cristina simplemente asiente. Lo sigue con la mirada mientras se aleja, sintiendo cómo vuelve a quedarse sola, no solo en la cafetería, sino también con una tormenta de emociones que aún no logra entender.
El episodio deja claro que aunque ambos intentan poner límites, las emociones ya han cruzado líneas invisibles. Y esas líneas, en Sueños de Libertad, suelen traer consecuencias.