⚠️ SPOILER — “El nuevo mayordomo pone a Petra en la mira”
En los próximos capítulos de La Promesa, el ambiente en el palacio se cargará de tensión con la llegada de Cristóbal Vallesteros, el nuevo mayordomo enviado por el duque de Carvajaliz y Fuentes. Con su porte imponente, voz firme y actitud metódica, no tardará en imponer su autoridad. Su primera gran jugada será poner bajo estricta vigilancia a Petra Arcos, la veterana figura del servicio que durante años ha maniobrado a su antojo desde las sombras.
La elección de Cristóbal no es casual: Leocadia, astuta y calculadora, ya no confía en Petra. Aunque aún la mantiene cerca, la ve como un simple instrumento, no como una aliada de fiar. Petra siempre fue leal a doña Cruz, algo que a la nueva mandamás del palacio no le convence en lo más mínimo. Por eso ha traído a Cristóbal: para barrer con las lealtades del pasado y asegurarse una gestión más fiel a sus propios intereses.
Desde su llegada, Cristóbal empieza a cuestionar todo lo que ocurre en la planta baja. Petra se da cuenta de inmediato que está en la cuerda floja. Acostumbrada a mandar y a que nadie la contradiga, esta nueva figura que no le debe favores a nadie, que no le teme, y que sigue instrucciones precisas, supone una amenaza directa. Para colmo, Leocadia claramente lo prefiere a él.
A pesar de su evidente pérdida de poder, Petra tiene un as bajo la manga: sabe demasiado. Conoce secretos, pasadizos y traiciones que han marcado al palacio durante años. Esa información podría darle ventaja… si sabe jugar bien sus cartas. Sin embargo, no está claro si Cristóbal querrá usar su experiencia o eliminarla del todo.
Además, Petra sigue arrastrando su pasado con doña Cruz, con quien compartió lealtad… pero también un odio creciente desde que descubrió que por culpa de ella murió su hijo, Feliciano. Este odio lo oculta bien, aunque si Leocadia supiera la verdad, tal vez cambiaría su percepción. Por ahora, la postiza desconfía y prefiere a Cristóbal, un hombre que llegó con la misión de restablecer el orden, cortar viejas alianzas y responder solo ante ella.
La presencia del nuevo mayordomo no solo reorganizará la jerarquía del servicio, sino que también amenazará la supervivencia política de Petra. Si Cristóbal empieza a exigirle informes, marcarle los tiempos y limitar sus maniobras, Petra irá perdiendo poco a poco su influencia. Y todos sabemos que Petra sin poder no es nada: mucha actitud, pero sin control no sirve para mover hilos.
¿Será este el fin de Petra Arcos o todavía tiene una última jugada? Esta semana promete revoluciones internas, tensiones encendidas y una guerra silenciosa por el poder en La Promesa. Y aunque no habrá capítulo el lunes, los siguientes días vendrán cargados de confrontaciones memorables. ¡No te lo pierdas!