Este jueves 21 de agosto: secretos, luchas y confesiones en La Promesa
El jueves 21 de agosto, a las seis de la tarde, la audiencia se prepara para vivir un nuevo capítulo cargado de emociones en La Promesa, la ficción que ha atrapado a millones de espectadores gracias a su mezcla de pasiones, intrigas y enfrentamientos familiares. La trama no da tregua, y cada episodio abre la puerta a nuevas revelaciones que cambian por completo la vida de los protagonistas.
En el recuerdo queda lo ocurrido en el episodio anterior, donde el amor entre Curro y Ángela volvió a florecer en medio de la incertidumbre. Para Curro, aquella unión significaba mucho más que una relación: representaba el cierre de una etapa oscura de su vida, marcada por el sufrimiento y las sombras del pasado. El joven sentía que finalmente podía abrir un nuevo capítulo, aunque la realidad aún le guarda duros desafíos.
Mientras tanto, Martina y Catalina continuaban inmersas en un enfrentamiento que parecía no tener fin. Dos mujeres de carácter fuerte, heridas por el orgullo y los secretos, incapaces de dar un paso hacia la reconciliación. El ambiente entre ambas es tan hostil que obliga a Alonso a moverse con cautela, buscando aliados inesperados para frenar un conflicto que amenaza con romper el equilibrio de toda la familia. Lo que nadie espera es que la ayuda pueda llegar de donde menos lo imaginen, abriendo la posibilidad de que antiguos enemigos se conviertan en necesarios aliados.
En paralelo, la llegada de Vera sacudió la calma del palacio. Ella, con el corazón en un puño, aguardaba con impaciencia noticias de su hermano Federico. Su presencia no solo trajo intriga, sino también sospechas. Su ansiedad por obtener información despertó curiosidad en quienes la rodean, y la tensión aumentó al no quedar claro si sus intenciones son tan nobles como aparentan.

Por su parte, Manuel seguía sin respuesta sobre la crucial decisión de doña Leocadia: vender o no vender. La incertidumbre lo devora, porque sabe que de esa respuesta depende no solo su futuro, sino también el destino de la empresa familiar. El problema es que la falta de claridad de Leocadia ha incrementado las tensiones con Alonso, provocando un nuevo enfrentamiento entre padre e hijo. La brecha entre ambos se ensancha, y lo que podría haberse limitado a una disputa empresarial ahora amenaza con convertirse en un conflicto personal de dimensiones dolorosas.
En el terreno sentimental, Ricardo se ve obligado a sincerarse con Pía. Con el corazón encogido, le explica lo difícil que le resulta solicitar la nulidad de su matrimonio con Ana. La confesión no es solo un acto de honestidad, sino una muestra de lo atrapado que se encuentra entre sus sentimientos, sus deberes y las cadenas de un pasado que no logra desatar. Pía escucha, conmovida, pero consciente de que lo que Ricardo le revela marcará un antes y un después en su relación.
El nuevo episodio promete subir aún más la intensidad. Manuel, llevado al límite por la presión de Alonso, discute con él con más vehemencia que nunca. Las palabras entre padre e hijo se convierten en cuchillos que atraviesan más allá de lo económico. Para Manuel, el dolor real no es perder o ganar una empresa, sino sentir que cada batalla contra Alonso es una herida en el vínculo que los une. Es por eso que Enora intenta intervenir, animándolo a buscar la reconciliación antes de que sea demasiado tarde. Sin embargo, el orgullo de ambos hombres podría convertirse en un muro infranqueable.
Mientras tanto, Martina vive un proceso interno devastador. El enfrentamiento con Catalina ha dejado en ella cicatrices profundas, hasta el punto de que se plantea huir junto a Jacobo para empezar de cero lejos del lugar donde tanto ha sufrido. Pero las dudas la acompañan: ¿será capaz de abandonar todo lo que conoce, incluso si eso significa renunciar a parte de sí misma? La respuesta no será sencilla, y cada paso que dé estará marcado por la sombra de la culpa.
Ángela y Curro, en contraste, viven un respiro de felicidad. Tras la marcha de Lorenzo, disfrutan de la paz y sueñan con un futuro juntos. Es un instante de ilusión que los espectadores celebran, aunque la amenaza de secretos ocultos sigue acechando. Y es que Leocadia guarda un silencio pesado: no le cuenta a Ángela que Lorenzo le ha propuesto matrimonio. Esta omisión, tarde o temprano, saldrá a la luz y podría romper la tranquilidad recién conquistada.
La duquesa de Carril también se convierte en protagonista. Visita a Vera y le revela que Federico no quiere verla. La noticia cae como un jarro de agua fría sobre Vera, quien lucha por aceptar que su hermano pueda rechazarla de manera tan cruel. Sin embargo, López observa con suspicacia y sospecha que la duquesa no está diciendo toda la verdad. ¿Qué hay detrás de sus palabras? ¿Una mentira piadosa para evitar sufrimiento o una manipulación calculada para esconder un secreto aún más oscuro?

En otra arista de la trama, María Castro —quien interpreta a un personaje siempre inquieto y en busca de respuestas— es sorprendida hurgando en un despacho que no le corresponde. Su acto arriesgado podría haber terminado muy mal, pero ocurre algo inesperado: Petra, quien siempre se ha mostrado estricta y hasta despiadada, decide defenderla. Sin embargo, esa defensa no es gratuita. Petra exige que la verdad salga a la luz, obligando a desvelar secretos que muchos hubieran preferido mantener enterrados.
Así, el episodio de este jueves se perfila como un capítulo donde las tensiones familiares alcanzarán nuevos niveles, las alianzas se pondrán a prueba y los corazones se debatirán entre el amor y el deber. Los espectadores no solo verán discusiones y enfrentamientos, sino también momentos de ternura, dudas desgarradoras y decisiones que podrían cambiar el rumbo de cada personaje.
En La Promesa, nada es lo que parece. Detrás de cada gesto amable puede esconderse una traición, y tras cada lágrima puede haber un plan oculto. Los protagonistas se mueven entre la luz y la sombra, obligados a elegir entre la lealtad a los suyos y la fidelidad a sus propios sentimientos. Este nuevo capítulo no será la excepción: más que nunca, los personajes se enfrentarán a sí mismos, y los espectadores serán testigos de cómo cada decisión desencadena una cadena de consecuencias imposibles de detener.
El jueves 21 de agosto se promete un episodio inolvidable, donde los secretos saldrán a la luz, los corazones se pondrán a prueba y el destino de la familia quedará en el aire. Porque en La Promesa, la única certeza es que el pasado siempre vuelve, y lo hace con más fuerza de la que cualquiera imagina.