Spoiler: Un amor imposible llega a su punto final en “Sueños de Libertad”
En el próximo episodio de Sueños de Libertad, la tensión emocional entre María y su antiguo amante estalla en una conversación desgarradora, llena de reproches, orgullo herido y verdades incómodas. Él intenta en vano enmendar la situación ofreciéndose a hablar con el esposo de María para aclarar que ella no tuvo nada que ver con su partida. Cree que aún puede proteger su reputación. Pero María, dolida y humillada, le responde con frialdad. Le reprocha el haberla expuesto públicamente, habiéndola hecho pasar por una situación vergonzosa y comprometedora. Aunque niega lo sucedido ante los demás, le deja claro que nunca lo perdonará por haberla puesto en una posición tan difícil.
Él insiste en que su decisión de irse fue precisamente para preservar el honor de María, pero ella lo enfrenta con ironía: su marcha solo ha logrado lo contrario. A pesar de que le declara su amor abiertamente y le suplica comprensión, María corta cualquier atisbo de reconciliación. “Yo no tengo la culpa de que te hayas enamorado de mí”, le lanza, firme y distante.
Él, visiblemente afectado, le recuerda las palabras que ella misma le dijo, cuando le confesó que él la hacía sentir viva, que no quería renunciar a lo que tenían. Pero María lo interrumpe con un “Cállate” que marca el fin. Le ordena que la olvide, que su historia nunca sucedió. Él, con el corazón hecho trizas, no puede creerlo. Le pregunta si todo fue mentira, si cada emoción compartida era una ilusión. Ella, con fría determinación, le dice que sí, que se engañó solo, que se hizo falsas expectativas por algo que nunca pudo ser.
Él reconoce, con dolor, que quizás solo fue un pasatiempo, un juguete en medio de su rutina. María, sin dar espacio a la compasión, le dice que lo siente si se engañó a sí mismo, pero nada más puede ofrecerle. La conversación alcanza su punto más cruel cuando él acepta la realidad: “Ojalá no te hubiera conocido nunca”.
Aunque debe continuar trabajando como chófer un tiempo más hasta encontrar reemplazo, le asegura a María que ha entendido su mensaje: ella no quiere volver a verlo. Ella lo confirma con frialdad. Y así, él se marcha deseándole lo mejor, en una despedida amarga, definitiva y cargada de emociones no resueltas.
Este capítulo promete ser uno de los más intensos del arco dramático de María, poniendo en juego no solo su imagen y su estabilidad familiar, sino también la autenticidad de sus sentimientos y las consecuencias de haberlos negado. En Sueños de Libertad, el pasado nunca desaparece sin antes dejar huella.