Spoiler: “Simona desafía al poder por salvar una vida”
En el capítulo 638 de La Promesa, asistimos a uno de los momentos más emotivos y valientes de toda la serie, protagonizado por Simona, la entrañable cocinera del palacio. Ante la desesperada situación de Rafaela, la hija de Catalina, que se encuentra gravemente enferma y sin atención médica debido a las amenazas del poderoso varón de Valladares, Simona decide tomar las riendas sin importar las consecuencias.
A pesar de los intentos del personal del palacio por contactar médicos, ninguno accede a acudir. Las razones se hacen evidentes: el miedo a las represalias de una figura tan influyente ha bloqueado cualquier tipo de ayuda. Esta injusticia, que afecta directamente a una niña inocente, despierta en Simona una indignación que la lleva a actuar por encima de las jerarquías y convenciones sociales.
Recordando su estrecho vínculo con Catalina, a quien cuidó como una madre desde pequeña tras la muerte de su madre biológica, Simona se siente con la responsabilidad moral y emocional de proteger a la hija de esta como si fuera su propia nieta. Catalina la ama, la respeta, y ahora depende de ella más que nunca.
Harta de la impotencia, Simona deja el mandil, mira a sus compañeras con determinación y desaparece sin avisar. Regresa horas después con el Dr. Guillem, un médico humilde, sin títulos nobiliarios ni grandes recursos, pero con una vocación inquebrantable y un corazón aún más grande. Este acto de rebeldía no tarda en generar controversia en el palacio: Eugenia, la “postiza”, y el Capitán Lorenzo de la Mata (el “Garrapata”) se indignan por lo que consideran un acto de desobediencia de clase baja.
Pero más allá de su clasismo, lo que más indigna es ver cómo el marqués Alonso, padre de Catalina, apenas reacciona, mostrando una vez más su desconexión con la realidad de su familia. Si no fuera por Simona, la niña seguiría sin asistencia médica.
Este gesto heroico pone a Simona en el centro del conflicto. ¿Se atreverán a castigarla por salvar una vida? ¿Será echada del palacio por enfrentarse a la aristocracia y desafiar el sistema impuesto? Todo apunta a que podría haber consecuencias, ya que la “postiza” tiene contactos directos con el nuevo mayordomo, Cristóbal Ballesteros, quien podría jugar un papel importante en los próximos movimientos de poder dentro de La Promesa.
En medio de esta situación crítica, resalta la ausencia de dos figuras que podrían haber cambiado el rumbo de los acontecimientos: Jana Expósito, cuya experiencia y habilidad habrían sido fundamentales para la recuperación de Rafaela, y Emilia, la enfermera que en su momento cuidó a Catalina, y que ahora se encuentra lejos junto a Rómulo, en Zahara de los Atunes.
Este capítulo nos recuerda que el verdadero poder no siempre está en los títulos ni en el dinero, sino en el amor, el valor y la capacidad de actuar por el bien común. Simona, con su delantal y su corazón inmenso, demuestra ser más noble que todos los de sangre azul que la rodean.
Lo que se viene ahora es incierto: el destino de Simona pende de un hilo, pero su acción deja huella y despierta conciencia. ¿Podrá mantenerse en el palacio después de su acto de desafío? ¿Logrará el Dr. Guillem salvar a Rafaela? ¿Qué otras cartas jugará el varón de Valladares para mantener su dominio?
Gustav, el narrador del canal, anuncia que mañana se revelarán más detalles en los avances semanales, especialmente sobre la salud de la niña y sobre nuevos secretos relacionados con el varón de Valladares. El episodio del lunes promete emociones fuertes, y el homenaje a Simona está más que merecido: una mujer valiente que se atrevió a poner la vida por encima de las normas.